Michael Jackson, la exclusiva de Twitter

Dicen que primero fue el amerizaje en el Hudson y después la #Iranelection, así, con almohadilla, una crisis que nos puso a muchos la cara verde como gesto de solidaridad. Twitter está adelantando noticias de tal modo que lo de menos es la función inicial para la que fue diseñado: decir a los amigos que estás haciendo. Ayer adelantó como una marea el fallecimiento de Michael Jackson, el mismo día de la muerte de Farrah Fawcett, la ángel de Charlie por antonomasia. Fue un día triste para la cultura popular audiovisual y quizá cada uno de estos personajes (sin duda, más el primero) se merezcan miles de artículos. Pero lo que que sí tuvieron de forma inmediata fueron miles de tweetties, rápidos como un rayo, hasta cuatro mil por minuto, hasta rebasar la capacidad del propio servicio de microbbloging. Para Twitter supone una nueva confirmación de sus cualidades como agencia informativa.

La capacidad vírica del servicio puede implicar enormes peligros de imprecisión, de rumores falsos, de alarmismo, pero a la vez pone a trabajar ingentes cantidades de personas dispuestas a contrastar la información, entre ellos miles de periodistas, de blogueros profesionales y semiprofesionales. Siempre a toda velocidad, en una especie de multiplex de teletipos. El fallecimiento del genial y controvertido Jackson fue confirmado una hora después por medios convencionales audiovisuales. En otras cuestiones de menor rango, estos medios han llegado a publicar informaciones difundidas por Twitter hasta días después, como en el bochornoso caso de los fotogramas de la serie Lost difundidos por una canal boliviano como fotos originales del accidente del Air France AF-447.

El mundo de las exclusivas abre a partir de ahora una nueva dimensión. El periodismo inmediato, dominado hasta ahora por la radio y las agencias, cuenta con un nuevo instrumento. Debe aprender a manejarlo profesionalmente cuanto antes.

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