Fusiones de televisión

En pocas palabras.

En España la concesión de licencias para televisiones privadas en 1988 fue un pelotazo.

Permitir que Canal + fuera una canal codificado fue un doble pelotazo.

La existencia de dos plataformas de televisión por satélite, Canal Satélite Digital y Vía Digital, fue un total disparate político y económico.

Ya con anterioridad había sido un disparate político la aparición de televisiones autonómicas sin idioma propio. Todas, con o sin idioma propio, han sido un disparate económico.

Durante todos estos años se ha permitido la alegalidad de las televisiones locales.

La licencias de Televisión Digital Terrestre (TDT) pretendían reproducir el pelotazo, pero en realidad eran un regalo envenenado: demasiados canales, escasa audiencia y tecnología casi obsoleta o elemental (sin apenas interactividad, sin alta definición).

Permitir la TDT de pago (Gol TV y lo que vendrá) fue buscar soluciones a base de decretazo.

Permitir que Canal + se reconvirtiera a Cuatro y conceder una nueva licencia, la Sexta, sí fueron sendos pelotazos. Esos pelotazos se acaban de materializar ahora con sus respectivas fusiones con Telecinco y Antena 3.

El 3 de abril de 2010 se producirá el apagón analógico porque caducan las concesiones de los canales analógicos. Sólo cinco años después, en 2015, todo volverá a cambiar con la alta definición y sencillamente se estará llegando cinco años tarde.

Y mientras tanto la televisión por cable, por adsl y por internet sufrirá sus propias convulsiones, sus propios pelotazos, sus propios disparates. También habrá fusiones, en este caso de operadoras.

Vamos tan lentos en los procesos, que las empresas pasan aprietos, no se genera la industria que debería y la audiencia se decepciona, aunque en el corto plazo los listos siguen haciendo caja con estas operaciones de canales concedidos, compras de derechos, fichajes estrella y fusiones.

En otros países las cosas no van por ahí. Y los estadounidenses siguen controlando los contenidos y produciendo los grandes éxitos.

Al final, no han sido tan pocas palabras.

Comentarios

  1. Coincido bastante con tu visión del asunto, pero no dejo de pensar en que hay algo más perverso en todo esto. Ideológicamente más perverso. Lo cuento en mi post, donde he enlazado el tuyo. Saludos.

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  2. Gracias por el enlace Guillermo. Tienes razón, la diversidad sale siempre perjudicada en las fusiones.

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