Ir al contenido principal

Modern Warfare 2 frente a Avatar



Hace unos días se conocía que el videojuego Call of Duty Modern Warfare 2 había superado la barrera de los mil millones de dólares en venta. La carrera con Avatar como el último intento de la industria cinematográfica para demostrar que aún le queda mucho antes de desaparecer, como dicen los agoreros, es de lo más interesante. Ambos son productos ligeros desde una perspectiva artística, ambos tienen violencia, rollo, digamos, yanqui, espectacularidad y montones de tecnología. El juego no tiene película y la película tiene videojuego, pero desde un punto de vista industrial presentan dos grandes diferencias:

1. La producción de Modern Warfare 2 ha costado cinco veces menos que Avatar y no ha contado ni con una centésima parte de su promoción.

2. La experiencia de ocio de Avatar se acaba a las dos horas cuarenta minutos, la del juego dura horas y horas.

Quizá no son cosas comparables, pero ¿se imaginan lo que logrará la industria del videojuego cuando otros inversores se den cuenta de la rentabilidad y las producciones alcancen la dimensión de Avatar?. El futuro del sector será espectacular.

Comentarios

  1. Está claro que la inmersión en 3D para videojuegos es mucho más crítica que para películas, sobre todo por el hecho de que en los juegos uno puede, y espera, interactuar. Desde ese punto de vista será un avance cualitativo mayor cuando se introduzca el 3D en los videojuegos, sólo que la inversión necesaria (para los usuarios) hará que el tema lleve algo de tiempo.
    Me pregunto, de todas formas, con la necesidad de escapismo que genera la sociedad actual y la coyuntura... si la gente no preferirá, hoy en día, gastarse el pastón en los videojuegos y las videoconsolas (cosa que ya está pasando) que en las vacaciones o el coche nuevo... quizás finalmente quede poco tiempo para esto que hace unos años parecía utópico.
    De todas formas el cine 3D que se pudo ver en Avatar a mi me vale. Si quieres diré que me vale por ahora, siendo consciente de que aún falta mejorar cosas... pero para mi fue innegable la mejoría, sobre todo si la comparamos con experiencias 3D antiguas... No flipé ni vi nada ultra-espectacular... pero creo que hay que concederle su mérito. Además la película me gustó, aún a pesar de su ñoñería :).

    ResponderEliminar
  2. Que conste que a mi me gustó también, aunque reconozco que más como atracción tipo Futuroscope que como una película en el sentido clásico. Quiero decir, es como cuando veías por primera vez el Cinerama con La Conquista del Oeste, o escuchabas el Sensorround, yo qué sé, en La batalla de Midway, por ejemplo. Impresiona, pero el recuerdo de este tipo de pelis se desvanece. No sé, para reflexionar, supongo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Antonia San Juan no es un hombre

Hay miles de cuestiones sobre las que no tengo opinión, sólo estómago. La identidad sexual es una de ellas. No sé qué pensar ante alguien que duda sobre quién es. Y me quedo desconcertado ante la realidad de que algunos hombres quieren ser mujer o viceversa. O ante el hecho de que a un hombre le atraigan los hombres, a una mujer las mujeres. No tener opinión no significa mucho. La mayoría de las cosas se aceptan, se observan, gustan o no, simplemente están. Si dudo sobre la identidad sexual de una persona, me siento inseguro, como con cualquier duda, pero lo acepto como algo que no es de mi incumbencia salvo, naturalmente, que tenga algún interés sexual en ella o sea un juez deportivo ante uno de esos extraños casos como el de la corredora surafricana Caster Semenya . Pero no me quiero referir a la atleta sino a una actriz, Antonia San Juan , con la que comparto una homonimia razonable. Aunque escribamos nuestro apellido de forma diferente, ella separado y yo junto, y ella sea Antonia

Aguacero de albóndigas estereoscópicas

Pues por ahora sigue sin convencerme en cine estereoscópico, sí, el de las gafitas por mucho que haya mejorado la técnica. Pesan, quitan demasiada luminosidad, y narrativamente la tercera dimensión sigue sin aportar absolutamente nada. Pasada la primera sorpresa del novato, todo parece reducirse a que te lancen cosas a la cara. Claro que afecta la película que veas, y yo vengo afectado por ver " Lluvia de albóndigas " ( Cloudy with a Chance of Meatballs ). Una buena historia original se convierte en una mezcla de Jimmy Neutron y el Laboratorio de Dexter . El guión pretende hacer una parodia del cine de catástrofes, pero directamente se excede hasta la ridiculez, en una prolongación del final sin sentido; carece de subtramas y no dedica ni un mal guiño a los padres. Los personajes, planos, sin el menor atisbo de conciencia social respecto al hambre en el mundo; machistas (de la peor escuela, la que elimina los escasos papeles femeninos a una madre que desaparece como por art

Cambio horario: a quien madruga... le salen ojeras

Esta noche cambia el horario oficial. Decían que iba a ser el último, pero parece que la cosa se pospone. Llaman la atención las discusiones que provoca el asunto. Más si cabe en las zonas más orientales y occidentales del país, las más afectadas por el reloj respecto al sol. No importa la especialidad profesional del opinante, ya sea sociólogo o astrofísico, economista o sanitario, porque desde una perspectiva profesional todo el mundo admite la importancia del sol (los gallegos comen más tarde que los de Baleares si nos fiamos del reloj pero exactamente en el mismo momento solar). Lo que sí importa es que la persona que emite su opinión sea madrugador (alondra) o noctámbulo (búho), o feliz cumplidor de las normas sociales (sistémico) o empeñado en ensalzar la libertad individual (empático). Y sobre todo orgulloso de ser cualquiera de estas cosas. Los husos horarios, esos que insisten en que Barcelona y Londres deberían tener la misma hora de reloj, son una arbitrariedad política qu