El pacto social por la educación
El debate se abre. Bien. Es imprescindible. Aquí está el primer borrador de la Propuesta-pacto social por la educación. Algunas cosas son obvias. Otras me gustan, como las constantes menciones al dominio de una lengua "extranjera", especialmente el inglés, y a la formación como un proceso cotinuo. Aunque quizá también sean obvias. Me llama la atención que no cambien el que al acabar el 4º curso de Educación Secundaria Obligatoria el alumno obtenga el título de Graduado. Porque también le llamarán Graduado a los titulados universitarios (les gusta la palabrita). Y me parece interesante que se planteen alternativas a repetir cursos o que se incida en una mayor individualización de la enseñanza, algo clave que debería estar más al alcance que nunca aunque sólo sea por la reducción de la natalidad. Estoy totalmente a favor de la transversalidad y la movilidad, aunque levantará sarpullidos.
En cuanto a las Universidades, dice cosas generales como:
"...deben adaptarse a las nuevas necesidades socioeconómicas" o que "la formación de nuestros titulados y la producción de conocimiento a través de la investigación son funciones esenciales de las Universidades, las cuales deben participar en la mejora de la competitividad y el crecimiento de nuevos sectores productivos altamente innovadores con el fin de favorecer el cambio de modelo a una economía sostenible basada en el conocimiento. La Universidad ha de generalizar conocimiento con espíritu emprendedor, fomentar la transformación de los resultados de la investigación y de las patentes en actividad productiva. Ha de ser agente y motor de desarrollo local y territorial de su influencia, facilitar que estos conocimientos y resultados de investigación y estos desarrollos generados se trasladen a la sociedad."
Suena bien, quizá demasiado genérico, pero no está mal.
Tampoco está mal que se pretenda profesionalizar más a los equipos directivos de los centros y facilitar su autonomía. Aunque aparece una propuesta que será controvertida:
"En 6º de Educación Primaria y en 3º de Educación Secundaria Obligatoria se realizará una evaluación de diagnóstico, por parte del Instituto de Evaluación, a todos los estudiantes que estén cursando las respectivas enseñanzas, del grado de adquisición de las competencias básicas correspondientes. Esta evaluación tendrá carácter formativo y orientador para los centros, el profesorado, las familias y el
alumnado".
Y tampoco pasará inadvertida la siguiente propuesta: "Favorecer la libertad de elección de las familias, en el marco de la programación de la administración educativa, facilitándoles una adecuada información sobre los proyectos educativos de cada uno de
los centros públicos y privados concertados de su correspondiente ámbito territorial". La sombra del idioma planea.
Fantástico lo de "promover la cultura del esfuerzo, la exigencia y la responsabilidad personal y reconocerlos e incentivarlos", aunque será controvertido que 4º de la ESO tenga dos perfiles: uno para Bachillerato y otro para FP.
Ojo con las propuestas sobre profesorado, porque tiene tanto de cuestión educativa como laboral, muy bien lo de "Realizar campañas para aumentar la consideración social del profesorado, reconociendo y valorando su labor como elemento indispensable en nuestra sociedad". Pero si un catedrático cobra menos que un encofrador, mal vamos.
También se habla de dotar de mayor transparencia, eficacia y seguridad jurídica los ahora oscuros (esto es mío) procedimientos de verificación de títulos universitarios de Grado, Master o, y de los sistemas de acreditación del profesorado. De regular el Doctorado, que se está convirtiendo en una especie de casa de locos, de incentivar la internacionalización, el emprendimiento, la creación de empresas, de becas... bien.
Pero sobre todo, tachán, se trata de un intento de estabilidad normativa. Como todos los anteriores, claro, pero a ver si ahora hay ese gran pacto al menos entre los dos partidos mayoritarios. ¿Con qué dinero? La pregunta de siempre, con el mismo porcentaje de PIB que el resto de la Unión Europea. Eso está por ver.
De cualquier forma, adelante con el debate. El acuerdo es urgente.
En cuanto a las Universidades, dice cosas generales como:
"...deben adaptarse a las nuevas necesidades socioeconómicas" o que "la formación de nuestros titulados y la producción de conocimiento a través de la investigación son funciones esenciales de las Universidades, las cuales deben participar en la mejora de la competitividad y el crecimiento de nuevos sectores productivos altamente innovadores con el fin de favorecer el cambio de modelo a una economía sostenible basada en el conocimiento. La Universidad ha de generalizar conocimiento con espíritu emprendedor, fomentar la transformación de los resultados de la investigación y de las patentes en actividad productiva. Ha de ser agente y motor de desarrollo local y territorial de su influencia, facilitar que estos conocimientos y resultados de investigación y estos desarrollos generados se trasladen a la sociedad."
Suena bien, quizá demasiado genérico, pero no está mal.
Tampoco está mal que se pretenda profesionalizar más a los equipos directivos de los centros y facilitar su autonomía. Aunque aparece una propuesta que será controvertida:
"En 6º de Educación Primaria y en 3º de Educación Secundaria Obligatoria se realizará una evaluación de diagnóstico, por parte del Instituto de Evaluación, a todos los estudiantes que estén cursando las respectivas enseñanzas, del grado de adquisición de las competencias básicas correspondientes. Esta evaluación tendrá carácter formativo y orientador para los centros, el profesorado, las familias y el
alumnado".
Y tampoco pasará inadvertida la siguiente propuesta: "Favorecer la libertad de elección de las familias, en el marco de la programación de la administración educativa, facilitándoles una adecuada información sobre los proyectos educativos de cada uno de
los centros públicos y privados concertados de su correspondiente ámbito territorial". La sombra del idioma planea.
Fantástico lo de "promover la cultura del esfuerzo, la exigencia y la responsabilidad personal y reconocerlos e incentivarlos", aunque será controvertido que 4º de la ESO tenga dos perfiles: uno para Bachillerato y otro para FP.
Ojo con las propuestas sobre profesorado, porque tiene tanto de cuestión educativa como laboral, muy bien lo de "Realizar campañas para aumentar la consideración social del profesorado, reconociendo y valorando su labor como elemento indispensable en nuestra sociedad". Pero si un catedrático cobra menos que un encofrador, mal vamos.
También se habla de dotar de mayor transparencia, eficacia y seguridad jurídica los ahora oscuros (esto es mío) procedimientos de verificación de títulos universitarios de Grado, Master o, y de los sistemas de acreditación del profesorado. De regular el Doctorado, que se está convirtiendo en una especie de casa de locos, de incentivar la internacionalización, el emprendimiento, la creación de empresas, de becas... bien.
Pero sobre todo, tachán, se trata de un intento de estabilidad normativa. Como todos los anteriores, claro, pero a ver si ahora hay ese gran pacto al menos entre los dos partidos mayoritarios. ¿Con qué dinero? La pregunta de siempre, con el mismo porcentaje de PIB que el resto de la Unión Europea. Eso está por ver.
De cualquier forma, adelante con el debate. El acuerdo es urgente.
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