Ir al contenido principal

Robots gigantes invaden Montevideo. Es posible.


No conozco a Fede Álvarez Mirate, el director de este corto en el que unos robots gigantes invaden Montevideo. No sólo me ha gustado el trabajo, sino que me ha encantado que alguien haya pensado que es posible. No lo de los robots, sino que los creadores piensen en grande aunque sea en corto, perdón por el juego de palabras. Que piensen que un trabajo que no se produce para un circuito comercial puede ser divertido, espectacular, bestial. Que los pocos medios no sean la excusa para las temáticas intimistas y deprimentes, con poca luz, lentas y sobredialogadas, que se puede parir una idea aunque no sea el colmo de la originalidad ni la trascendencia, ni eros ni tanatos, ni lo obviamente correcto. Hay tanta gente queriendo hacer productos audiovisuales autolimitándose o disculpándose por no disponer de suficiente dinero, de suficiente tiempo o de suficiente tecnología que se olvidan de que la creatividad, el trabajo y el atrevimiento pueden lograr cosas increíbles.

No sé quién es Álvarez Mirate, a lo mejor tiene años de oficio, es hijo de un magnate o le arropa un equipo subvencionado por mil administraciones. Pero ha osado lanzar un corto, sí un corto, que no disimula la señal de PARE, en vez de STOP, aunque claramente juega en la liga internacional, producido por Murdoc Films, citado tras su lanzamiento en la Red por Motiongrapher, con un videoclip de Snake que lo promociona, con cientos de tuits a los dos días del estreno, decenas de blogs enlazándolo a los que me sumo gustoso.

Se puede hacer, es posible. Claro que no es barato, naturalmente que es difícil vivir de esto, lógico que haya que hacer concesiones a las audiencias, al mercado. Pero los mejores lo consiguen.

Comentarios

  1. Impresionante. Merece este enlace: http://lahuelladigital.blogspot.com/2009/11/ataque-de-panico.html

    ResponderEliminar
  2. Hola, te escribo desde el "destruído" Montevideo.
    Fede Alvarez es un joven publicista uruguayo, que ha hecho varias publicidades para el mercado local, todas con grandes efectos a un bajísimo presupuesto. Aquí se comenta que este corto sólo le ha costado 300 dólares pero, eso sí, muchas horas de trabajo dedicadas gratuitamente para darse el gusto de regalarnos este cortometraje. Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias por la información sebagiar. Me alegra que hayáis "sobrevivido".

    Evidentemente los 300 dólares no han pagado las horas de trabajo ni la parte proporcional de su know how. En términos económicos que nadie piense que esto se puede conseguir pagando esa miseria. Como tú dices, Fede Álvarez nos ha hecho un regalo que espero se convierta en una inversión que suba su caché profesional.

    ResponderEliminar
  4. Muy bueno ,,increible,,, somos del pequeño uruguay acostumbrandos a los bajos costos para un monton de cosas,, en cuanto a los cortos ya venimos premiados ...señal de que no todo hace mucho ni que con poco no se hace nada...
    felicitaciones a los creadores ...

    ResponderEliminar
  5. FEDE NO ES HIJO DE NINGÚN MAGNATE, ES ALGUIEN INTELIGENTE. CREATIVO, Y POR SOBRE TODAS LAS COSAS MUY BUENA PERSONA Y QUE DEDICA SU TIEMPO TRABAJANDO EN LO QUE LE GUSTA, QUE NO ES POCA
    COSA. ¡QUE BUENO QUE SEA URUGUAYO! NOS ENORGULLECE QUE LO SEA Y PUEDA DAR A CONOCER AL MUNDO DE LO QUE SOMOS CAPACES, Y QUE SIGA TRIUNFANDO CON NUEVOS PROYECTOS. FELICITACIONES

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Antonia San Juan no es un hombre

Hay miles de cuestiones sobre las que no tengo opinión, sólo estómago. La identidad sexual es una de ellas. No sé qué pensar ante alguien que duda sobre quién es. Y me quedo desconcertado ante la realidad de que algunos hombres quieren ser mujer o viceversa. O ante el hecho de que a un hombre le atraigan los hombres, a una mujer las mujeres. No tener opinión no significa mucho. La mayoría de las cosas se aceptan, se observan, gustan o no, simplemente están. Si dudo sobre la identidad sexual de una persona, me siento inseguro, como con cualquier duda, pero lo acepto como algo que no es de mi incumbencia salvo, naturalmente, que tenga algún interés sexual en ella o sea un juez deportivo ante uno de esos extraños casos como el de la corredora surafricana Caster Semenya . Pero no me quiero referir a la atleta sino a una actriz, Antonia San Juan , con la que comparto una homonimia razonable. Aunque escribamos nuestro apellido de forma diferente, ella separado y yo junto, y ella sea Antonia

Aguacero de albóndigas estereoscópicas

Pues por ahora sigue sin convencerme en cine estereoscópico, sí, el de las gafitas por mucho que haya mejorado la técnica. Pesan, quitan demasiada luminosidad, y narrativamente la tercera dimensión sigue sin aportar absolutamente nada. Pasada la primera sorpresa del novato, todo parece reducirse a que te lancen cosas a la cara. Claro que afecta la película que veas, y yo vengo afectado por ver " Lluvia de albóndigas " ( Cloudy with a Chance of Meatballs ). Una buena historia original se convierte en una mezcla de Jimmy Neutron y el Laboratorio de Dexter . El guión pretende hacer una parodia del cine de catástrofes, pero directamente se excede hasta la ridiculez, en una prolongación del final sin sentido; carece de subtramas y no dedica ni un mal guiño a los padres. Los personajes, planos, sin el menor atisbo de conciencia social respecto al hambre en el mundo; machistas (de la peor escuela, la que elimina los escasos papeles femeninos a una madre que desaparece como por art

Cambio horario: a quien madruga... le salen ojeras

Esta noche cambia el horario oficial. Decían que iba a ser el último, pero parece que la cosa se pospone. Llaman la atención las discusiones que provoca el asunto. Más si cabe en las zonas más orientales y occidentales del país, las más afectadas por el reloj respecto al sol. No importa la especialidad profesional del opinante, ya sea sociólogo o astrofísico, economista o sanitario, porque desde una perspectiva profesional todo el mundo admite la importancia del sol (los gallegos comen más tarde que los de Baleares si nos fiamos del reloj pero exactamente en el mismo momento solar). Lo que sí importa es que la persona que emite su opinión sea madrugador (alondra) o noctámbulo (búho), o feliz cumplidor de las normas sociales (sistémico) o empeñado en ensalzar la libertad individual (empático). Y sobre todo orgulloso de ser cualquiera de estas cosas. Los husos horarios, esos que insisten en que Barcelona y Londres deberían tener la misma hora de reloj, son una arbitrariedad política qu