Es el guión
Llevo un tiempo dándole vueltas a un tema clásico del audiovisual, el guión. No desde un punto de vista artístico o técnico, sino desde la perspectiva empresarial.
Todo el mundo sabe que con un buen guión se puede hacer una mala película, pero es imposible hacer una buena película con un mal guión. También lo saben los empresarios, los productores, los que ponen la pasta para la creación y la distribución de una obra.
En el mundo literario, lo editores buscan buenas historias y si aciertan pueden forrarse. En el musical, se buscan buenas canciones y un gran éxito reporta todavía, pese a quien pese, enorme beneficios. Claro que importa la edición, la reproducción adecuada, la promoción, la perfección técnica, pero nadie duda de cuál es la materia prima esencial.
Obviamente, el cine es fotografía, interpretación, ambientación, ritmo, sonido, efectos visuales, etc, etc. Pero nadie duda tampoco de que el guión sigue siendo la base de todo.
Y entonces llega la realidad: que el guión no se trabaja, que no se le dedica tiempo ni dinero ni personas, que es de goma, que ya lo solucionaremos, pues a mí me gusta, este tío es un imbécil, a ver, pero por qué dicen que es buen guionista, mejor que sea americano, pues yo tengo un sobrino que lo puede hacer mejor, tienes tres días para reconstruir la historia desde el principio, ya lo arreglará el actor que es un fenómeno, de eso nadie se va a dar cuenta, si la novela es fantástica el trabajo lo tienes hecho... La retahíla de posibles frases es interminable y lo malo es que casi todas ellas las pronuncia el productor ejecutivo.
Este año el cine español ha estrenado las mayores superproducciones de su historia, con presupuestos inimaginables, con productores ejecutivos muy poderosos. Vayan a verlas y fíjense en el guión. Lo peor del asunto es que algo muy parecido ha ocurrido con las superproducciones internacionales. Inconcebible.
Pues mira por donde de ahí estoy muy muy de acuerdo. La base angular de una buena peli es el guión, ya no como factor ponderante, sino un requisito indispensable para el éxito o, mejor aún, conseguir la inmortalidad.
ResponderEliminarEl desarrollo que hiciste me recordó mucho a una frase de Billy Wilder, al que todo el que ame el cine ha de gustarle al menos una peli de Billy Wilder y ver todas las que pueda. Dicha frase dice "El guión lo es todo, los cineastas no alquimistas, no pueden hacer chocolate con excrementos de gallina".
Un buen guión es una garantía, lo demás son solo factores ponderantes, los actores, la fotografía, las circunstancias y época en la que se estrena, la idea (a la que atribuyo al guión), la espectacularidad de sus efectos especiales...
Por desgracia al igual que con todo en esta sociedad, la tendencia es el consumismo, la gente va al cine como quien se va a ver una carrera de caracoles o una pelea de gallos. Hoy en día el público llega a pagar hasta 12 euros de entrada (en Madrid) sin ser conscientes de la mierda que le entra por todos sus sentidos y que eso va tomando inercia....
El caso extremo de toda esa decadencia que yo recuerdo es DragonBall Evolution. Tengo cierta fascinación por el manga y la animación, no me gusta la serie de DragonBall, pero la respeto. Fui muy esceptico sobre como iban llevando esa adaptación hasta pocas semanas antes de su estreno, que es cuando llegué a la conclusión que iba a ser una mala adaptación. Por desgracia no solo fue una mala adaptación, ni tan solo una pésima película... sino una cosa peor.. un intento claro de ver si cualquier cosa barateira sirve para comprometernos a pagar por verla. Por fortuna la peli no llegó a recaudar el dinero que costó hacerla (creo que fueron del orden de no más de 80 millones frente a los 100 millones que costó; una cantidad insulsa para una peli de cartelera americana de hoy en día).
Pero en fin, me siento muy orgulloso que cosas como esa no hayan llegado a buen puerto. Pero por desgracia es una peli de la Fox y no se ha arruinado con ella... y si lo ha hecho una vez no hay dos sin tres... menos mal que aún me quedan muchos clásicos del cine por ver.
Un saludo
Por clásicos no será, un saludo.
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