Debates 1.0

Los debates electorales televisados se han quedado más anticuados que la radio de galena. Políticos aburridos, asuntos alejados tanto del interés como de lo importante, se mezclan con el impresentable intervencionismo de los partidos en la realización audiovisual, los tiempos de la palabra e incluso el decorado. Lo mismo ocurre en las televisiones públicas con la escaleta de los telediarios, donde se obliga a dedicar determinados minutos por partido independientemente de que exista o no noticia.

Parece mentira que esta política sea fruto de los asesores de imagen y comunicación, si no fuera porque muchos están tan anticuados como los asesorados. Esa época de la televisión se acabó hace muchos años, cuando no había alternativas, no ya al canal hegemónico, sino a la misma televisión.  Como no se les ocurran nuevos formatos, con la participación de la gente, con libertad para que el profesional del periodismo y de la realización maneje los ritmos, estos debates no los van a ver ni los propios asesores. A veces creo que ya no lo hacen.

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