Somos mansos
No sé exactamente que les está ocurriendo a los españoles, ya no como país, sino como un suma de individuos. El pesimismo, una vez más en la historia, nos paraliza. El colchón familiar, supongo que también la economía sumergida o el calcetín del ladrillazo, amortigua los efectos del paro. Somos uno de los países con mayor fracaso escolar. El cuarenta por ciento de los más de cuatro millones de parados tienen menos de treinta años. No nos reproducimos. No montamos nuevas empresas. Asistimos sin inmutarnos al progresivo empobrecimiento general presente y futuro. Modificamos por tercera vez el sistema de pensiones en la democracia y estamos convencidos de que se seguirá modificando, siempre a peor, en los próximos años. Coincidimos en que los políticos son más mediocres que nunca, que los bancos y los mercados mandan sobre la democracia pero no surgen nuevas alternativas y nadie con un currículum mínimo piensa en dedicarse a la política. Visualizamos los dramas ajenos como las estadística