Verdades

Yo también soy de los admiradores de Berlanga, de su cine y de su vitalismo. Se fue a morir tras protagonizar una campaña solidaria y una entrevista a un suplemento semanal. Además de ser un artista, era un técnico, un cachondo y un tipo con sentido común, al menos en su personalidad pública, que la privada no la conozco. Me gustó el titular de la entrevista: "El dolor me jode, pero morirme me jode aún más". A veces se necesita que alguien diga la verdad: morirse jode. Casi siempre a quien se muere y muchas veces a quien se queda. Vivimos ocultando en los medios de comunicación a los viejos, a los feos, a los gordos, a los enfermos... como si no formaran parte de la vida cotidiana. Y Berlanga se despidió acabado, enorme, jodido, real y haciendo. Como los grandes.

Pero no quería tanto hablar de Berlanga como de verdades, verdades obvias e incluso veraces, datos que simplemente basta comprobar. Y no hace falta ponerse trascendente. Basta tomar algunos ejemplos de las noticias de hoy.

Hoy se ha vuelto a hablar de funcionarios. La verdad es que funcionario no es lo mismo que empleado público. Y que en España hay un funcionario cada 29 habitantes y un empleado público cada 18. La verdad es que no es mucho, comparado con los países del entorno. La verdad es que los países menos desarrollados son los que tienen menos funcionarios por habitante, no al revés.

Hoy se ha hablado de televisiones de alta definición, la verdad es que nos han vendido unos televisores de alta definición que no servirán para ver la alta definición y nos venden unos canales de televisión que en realidad no son una verdadera alta definición.

Hoy se ha hablado de que las Universidades no tienen dinero. Y que un estudiante paga una media de 1.200 euros al año. Como si fuera mucho. En Londres hace unos días los estudiantes salieron a la calle porque quieren hacerles pagar hasta 10.500 euros. No es verdad que las Universidades españolas sean caras. Son demasiado baratas. Por eso, entre otras cosas, no tienen dinero.

Hoy se ha hablado de las medidas de seguridad en los aeropuertos. La verdad es que todos sabemos que son absurdas o como mínimo que es absurdo que se apliquen sólo en los aeropuertos. Quizá una industria, la del miedo, florezca. Nosotros simplemente lo aceptamos, descalzos, sin cinturones, cacheados o escaneados. Algunos no.

Hoy se ha hablado del rescate financiero de Irlanda, del Sáhara, de fútbol, de los Patrimonios de la Humanidad,  del paro y sus estadísticas, de contenidos digitales, qué sé yo...

Que a un político se le caliente la boca y diga una generalidad tipo "los andaluces no pagan impuestos" es una estupidez. ¿Verdades?, ¿calentones?, ¿tópicos?, ¿inexactitudes repetidas?, ¿distorsión de la realidad para confirmar lo que pensamos?, ¿directamente mentira, propaganda, manipulación como esencia del propio sistema?...

Estoy por pensar que la verdad jode. Como la muerte.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Antonia San Juan no es un hombre

Aguacero de albóndigas estereoscópicas

Cambio horario: a quien madruga... le salen ojeras