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El pacto social por la educación fracasa

Parece que fracasa el pacto por la educación. Una pena. El documento se ha vaciado tanto de contenido que hay que hacer un esfuerzo por ponerse en contra. O a favor. No conozco a nadie que esté de acuerdo con el sistema educativo español. Pero los políticos seguirán pedaleando, negociando a corto plazo, ganando tiempo, sin demasiado compromiso, sacando reglamentos, remiendos, parches. El gremio docente seguirá en crisis de identidad. Los padres seguirán renunciando. Y los estudiantes seguirán teniendo que aprender a buscarse la vida, a pesar de todos los "avances" evidentes que se han alcanzado en su formación.

Y mientras tanto la otra crisis, la económica, la coyuntural y la estructural, se mezcla con la demográfica. Si un días nos despertamos siendo de golpe un 20 por ciento más pobres, como los griegos, o con un euro debilitado bruscamente respecto al dólar, nadie se sorprenderá demasiado. Lo malo es que la calidad educativa hasta podría llegar por la reducción de alumnos por profesor. La disminución del paro llegará por el empequeñecimiento de la población activa. Pero la pobreza y la falta de futuro, especialmente para la Seguridad Social, no la arreglarán los políticos ni la inercia. Van a tener que venir los emigrantes, no sé si indios, chinos, africanos, latinoamericanos o nórdicos, que en estas latitudes el clima ayuda y hay mucho país para tan poco paisano. Lo curioso es que a lo mejor están todos más preparados que los españoles. Quien sabe.

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