El detector de penes

El penúltimo de los experimentos en redes sociales, Chatroulette, cansado de servir para que multitud de sujetos exhiban su pilila, ha incorporado al parecer un detector de penes. No sé si para alegría o disgusto del usuario de un servicio que, a tenor de lo visto en estos meses, ha servido para animar a todo tipo de cachondeos simpáticos, tontos, vacilones, creativos. Pero montón de individuos se empeñan en mostrar sus pirolas y esta característica ha proporcionado una cierta personalidad al invento que, claramente, su propietario y creador, Andrey Ternovskiy, no desea. ¿Cuántos palotes se veían hasta ahora en un ratito de Chatroulette? pues los suficientes para ser aburrido si no es eso lo que buscas y tantos como para pensar que hay mucho tío peculiar por ahí suelto, cuestión ésta que quizá no sorprenda a nadie. De todas formas, sociología o psicología al margen, lo que me deja anonadado es la capacidad de los desarrolladores de software. Imagínese la conversación:

-¿Qué haces?
-Nada, desarrollando un sistema para detectar penes.

Ahora me acabo de conectar. La imagen más inquietante que me he encontrado es la de una chica con un bebé en brazos, por su mirada ligeramente ida, pero también porque en las diez imágenes anteriores aparecieron dos o tres tipos encantados de si mismos, engañando al software mágico, vamos. El resto eran caras normales, aburridas, buscando quién sabe qué, quizá un rato de compañía, quizá los nervios ante tan apasionante experiencia, a lo peor la más apasionante del día, manda güevos. No sé ni qué pensar... tal vez en la madre del informático preguntando a su hijo a qué se dedica exactamente.


Comentarios

  1. Una de las cosas más interesantes que conozco basada en el invento:

    http://www.youtube.com/watch?v=LfamTmY5REw

    Supongo que el detector que mencionas será una "verticalización" del detector de sonrisas de las cámaras de fotos :P

    Saludos :)

    ResponderEliminar
  2. Detectarán peor los penes que las sonrisas :P

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Antonia San Juan no es un hombre

Aguacero de albóndigas estereoscópicas

Cambio horario: a quien madruga... le salen ojeras