Plagios de profesionales a aficionados
Como de regreso a la normalidad me niego a mirar a la actualidad, para no deprimirme, incluso aunque se haya puesto a la venta el iPad y la gente (y los medios) se haya postrado de hinojos, pues empiezo por una de esas cosas tontas que uno se encuentra en días de descanso. Por ejemplo, este vídeo.
Que el estilo youtube lo invade todo, que las ideas flotan en el ambiente, que el buen humor disculpa muchas cosas, o que no es copia sino homenaje. Ya, pero a veces queda tan en evidencia que la producción profesional carece de las ideas de la producción aficionada que deberíamos replantearnos muchas cosas. Si el profesional lo es porque cuenta con los medios profesionales, estamos listos. Si lo es sólo porque ha conseguido vivir, aunque sea mal, de hacer algo, estamos listos. El profesional tiene, además, que ser mejor que el aficionado. Puede que éste le gane una vez, pero es la excepción. Si el profesional no está por encima de la media de los mejores aficionados, así, colectivamente, es que no es un profesional. Y en estas estamos. Un videoclip plagiando simpáticamente, sobre todo a partir del minuto 3, al famoso:
... pues qué quieren que les diga. Y no es el único.
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