Fracaso en redes sociales

Ahora que algunos fracasos en las redes sociales empiezan a ser sonados, ahora que "todo el mundo" está en Facebook, que las empresas ya tienen problemas de relaciones públicas con sus "fans", me pregunto por qué motivo el fracaso y la red social sigue siendo algo asociado a las propias herramientas: es que no has entendido cómo funciona, los trucos, el marketing personal, la netiqueta, no contestas o no proporcionas valor, etc, etc. Internet está repleta de gurús receteros que te dan las diez formas de saludar, las cinco maneras de conseguir seguidores, las ocho vías de la eficacia, las siete para que te enlacen... y las 37 maneras de perder el tiempo. Son como los libros de autoayuda, los artículos de psicología de lo dominicales, los consultorios sentimentales. Una pizca de conocimiento, algo de sentido común, mucha verborrea y datos espolvoreados entre alguna palabra inventada y ya tiene usted madera de gurú. Si además recopila unos cuantos ejemplos de éxito puede incluso dar conferencias. Y si por último maneja el idioma empresarial y sabe que el ROI no es sólo un nombre de perro, puede incluso hasta ganar dinero.

Mientras tanto, los periodistas, los publicistas y los relaciones públicas (englóbense aquí por favor a los gabinetes y directores de comunicación interna y externa), que llevan años navegando por los procelosos mares de la opinión pública, la atención al cliente, el lobby feroz, las administraciones y los políticos, los proveedores de capital, plantillas, familias y aledaños, entornos vecinales, crisis y protocolos resulta que se encuentran que su opinión profesional ha perdido todo valor frente a la mago del último y simpático vídeo viral, el "rey del muro" o el que explica con desparpajo el uso del follow friday o hashtag.

Sé que estamos en la prehistoria del fenómeno. Imagino que cuando se inventó la imprenta de tipos móviles, el daguerrotipo, el telégrafo, la radio o la tele los charlatanes de feria, los gurús del carromato vivían de cómo funcionaba el nuevo invento sin entrar en los pequeños detalles de los géneros informativos, la manipulación propagandística o la telebasura.

Pero teniendo en cuenta que vamos como motos, el fenómeno redes sociales (que aporta algunas novedades, pero no demasiadas, al mundo de la comunicación) debería empezar a desvestirse de los recetarios y las instrucciones cósmicas. Y es que a nadie se le ocurre escribir en serio un artículo relatando las cinco formas de hacer un canal de tdt de éxito, o cómo lograr audiencia en seis pasos sencillos, ni siquiera un aprenda a redactar best sellers o filmar un taquillazo en ocho etapas.

Comunicarse a través de cualquier medio siempre ha sido sencillo o difícil, según se mire. Ha tenido siempre mucho de seducción personal, de simpatía y empatía, de sentido de la oportunidad, de instinto. Pero también de oficio, de profesionalidad, de experiencia. Fracasar en las redes sociales es como fracasar conversando en una fiesta, no conectar en un coloquio, meter la gamba en una reunión o en una rueda de prensa, no acertar en las declaraciones, en la estrategia publicitaria, en la gestión de la crisis. La complejidad no reside en la red social, sino en los interlocutores y en los mensajes. Como siempre.

Dicho de otro modo, si no sabe qué decir, ni quiere escuchar, hágase el favor de dejar de perder el tiempo y no culpe a las redes sociales.

Comentarios

  1. Qué ganas tenía de que alguien lo dijera por fin tan alto y claro.

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  2. Lo más divertido es que en estos asuntos seguramente los que más pasta ganan son esos que se llenan la boca hablando del ROI, no los que tratan por todos los medios de hacerlo ocurrir.

    De mayor quiero ser gurú :)

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  3. Gracias Quenerapú, seguro que lo ha dicho mucha gente más, es por poner otro granito de arena.

    Y David, de lo que dices, no te quepa ni la más mínima duda, mira que hay vividores del hablar de... en vez de hacerlo ;-)

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  4. Completamene de acuerdo. Cierto que añade algún matiz por las posibilidades de difusión y de búsqueda, pero no es sino un reflejo de lo que somos y hacemos en el mundo no virtual.
    El lado bueno es el valor de la prescripción. Llegué a tu artículo porque lo compartió en FB Francisco Dominguez.
    Un saludo

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  5. Más claro imposible.
    El problema es el intrusismo laboral, meten a cualquiera en a cargo de la comunicación de la empresa y después les pasa lo que les pasa.
    señ@res la COMUNICACIÓN es una profesión (sí, igual que la medicina), se estudia una carrera para aprender a hacerla. Cualquier curso de 1 semana es un timo. Pero como tener un perfil en una red social es gratis... Que lo haga cualquiera.
    De todas formas es SU empresa la que corre peligro, no la nuestra y es SU dinero el que está en juego. Si quieren culpar a alguien que se culpen a ellos mismos.
    De todas formas me gustaría añadir, quela gente ( en general) se mueve por modas, no sabe ni lo que quiere. En TV no quieren ver ni un solo Spot y después en las redes sociales tienen agregadas a miles de empresas (por muy cutres que sean) que les están saturando el canal de noticias y están tan contentos. Después ven un anuncio en una revista y echan chispas XDDDD Esta moda estúpida de las redes sociales o a sacado a la luz la estupidez humana o la ha hecho más estúpida. XDDDD

    PD: todos quieren ser gurús de las rredes sociales, es lo que está de moda, y una quiere ser moderno. XDDD

    Lo fuerte es ver como empresas fuertes, de remonbre tienen 1.000 fans y ninguno d eellos pregunta nada en su muro. Y otras tienen 2.000.000 y tienen como mucho 10 comentars XDDD

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