El periodista Vargas Llosa
Lo descubrí gracias a mi profesora de literatura de primero de BUP, una de esas mujeres que marcan tu vida desde una tarima. En una misma tanda cayeron Vargas Llosa, García Márquez, Cortázar, Sábato, Borges... Quizá era demasiado para los quince años, pero La tía Julia y el escribidor me dejó huella por la capacidad de escribir en dos registros paralelos tan diferentes y geniales. No fui capaz de acabar de leer La casa verde pero aprendí a no sentirme mal por dejar un libro a medias. Y con Pantaleón y las visitadoras me encaré con mi propio morbo personal. Aunque después vinieron otros títulos, quizá esos tres fueron los que más me ayudaron a construir una admiración temprana a un escritor sin el menor atisbo de deslumbramiento, simplemente me gustaba con mayúsculas, sin volverme un fan. Visto con perspectiva, eso es mucho más difícil con un adolescente que enamorarlo, como sí me había ocurrido con Cien años de soledad . Le han dado a Mario Vargas Llosa el premio Nobel de Literat