Mineros, ganaderos y la estrategia del pastor Jones

Ahora que por fin ya es más barato y fácil despedir, ¿se anima usted a montar una nueva empresa, se anima a contratar a más gente, se anima a crear algo, generar valor, producir ese producto competitivo? Contésteme después de la publicidad. Ah, que no hay publicidad porque las empresas tampoco están como para animar al consumidor, porque los currantes van calentitos, empiezan a cortar autovías (detecte usted alguna diferencia entre los funcionarios y los mineros o los ganaderos) y hasta los guardias civiles se quieren manifestar. Entonces no me conteste, que me da la risa, aunque me parto más imaginando al ministro de Trabajo volviendo a ser alcalde, o presentándose a cualquier proceso electoral después de este papelón: ministro de Trabajo de Zapatero, como para hacer masa y quedarse gagá.

Pero déjenme volver a los cortes de tráfico. ¿Conseguirán sus objetivos a base de barricadas y quema de neumáticos?, ¿servirán de ejemplo?, ¿funcionará más la violencia que la huelga?, ¿o será suficiente con que el Telediario le dedique a la cuestión dos nanosegundos mientras se afanan en mostrar cómo en otros países son mucho peores con los parados que Zapatero? En los tiempos de Internet no sé si la televisión estatal e incluso la privada sigue marcando la agenda informativa como antes. Para mí que no, oiga.

Entonces, resumamos: más conflicto y menos visibilidad. Justito lo contrario que el pastor Jones y su quema del Corán, o las declaraciones de Fidel Castro: la visibilidad alentando las llamas. Y no es que anime a repartir mandobles para salir en los medios, al contrario. En realidad hay que pensar estrategias imbéciles para que te saquen hasta en Sálvame, tipo bomberos en bolas, o te llamen de la Casa Blanca como a Jones.

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