Te vas a caer

Uno de los efectos obvios de cumplir años es que mucha gente te parece demasiado joven para ejercer su profesión. Te para un guardia civil que parece tu hijo, los profesores de tu hijo te parecen casi sus compañeros, el presentador del informativo apenas parece un becario con corbata. Parece, sólo parece. Cierto que la sociedad da un voto de confianza a un joven que de pronto se ve investido de una autoridad para la que seguramente no está preparado del todo y mientras no pasan unos años de experiencia la sufren quienes caen en sus manos. Arbitrariedades, rigideces, inseguridades, despistes... Con el elogio a la imagen de juventud, los bisoños llegan a puestos de responsabilidad gracias a su palmito, telegenia, atrevimiento, bajo coste... y porque son fácilmente manipulables. Ocurre en los medios de comunicación, en la política, en las sucursales bancarias, en los tribunales... Pero el problema es que vamos cumpliendo años. Y poco a poco sabes cuándo alguien se va a caer.

Mañana empiezo un nuevo curso, por primera vez con el sistema Bolonia de forma estricta. Mi asignatura consistirá en impartir 16 horas de teoría (deberían ser 24, pero coinciden festivos y otras circunstancias), 16 horas de práctica y 8 de grupos tutoriales (que prácticamente nadie sabe con certeza en qué consisten). Claro que los alumnos tendrán que trabajar por su cuenta. Pero lo cierto es que mi asignatura es una de las diez que componen un curso universitario. El estudiante tendrá 4o horas de clase. Por el sistema antiguo hubieran sido 75 horas. Se graduarán un año antes que los de mi generación, con 22 años. Si se dan prisa, pueden ser doctores con 24 años, incluso menos. Antes difícilmente alguien podía doctorarse con 26. En resumen, son más jóvenes, y yo más viejo. Y esto no significa que salgan antes de casa de sus padres pero sí que aprueben antes una oposición o los coloquen en una silla donde puedan mandar, multar, juzgar, examinar... ¿curar? No, los médicos seguirán por otro camino, por lo menos podemos experimentar con la formación de todos menos de los médicos. Algo es algo. Pero en todo lo demás, nos vamos a caer.

Comentarios

  1. ¿Y será entonces, cuando nos caigamos, cuando nos demos cuenta de la situación? ¿Será suficiente con caer?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Antonia San Juan no es un hombre

Aguacero de albóndigas estereoscópicas

Cambio horario: a quien madruga... le salen ojeras