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¿Le gustan los mitos?

No me refiero a los griegos, sino a los más actuales. En concreto, a los que construimos en los medios supongo que para vender. Cristiano Ronaldo podría ser el más reciente, aunque lo de la muerte de Michael Jackson me ha dejado tan perplejo que ya no sé si era antes un mito y ahora simplemente ha subido al Olimpo o si era un rico bicho raro genial que se ha convertido en mito al morir joven. En España no somos demasiado buenos construyendo mitos. Los fichamos. Uno piensa que es cuestión de incapacidad genética para la brillantez, pero no, porque ahí están: desde Gasol a Nadal , pasando por Alonso ... bueno ya no tanto... Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras, dicen los bancos, y, si ganan siempre, aburren. Para mitos mitos, el Quijote, o que los catalanes son tacaños, o la Transición. O el último habitante de Gran Hermano. Claro que también podemos pensar en un Amancio Ortega , o en Almodóvar , Barbacid , Vicente Ferrer : empresa, cine, ciencia y solidaridad.

Noticias baratas, periodismo barato

Leía ayer en Twitter que mientras los medios convencionales en España hablaban de la financiación autonómica, en los medios sociales se hablaba de los problemas de funcionamiento de YouTube o de Blogger. Los medios convencionales son mucho más territoriales, pero sobre todo se diferencian porque hablan de lo que hacen o van a hacer los políticos. Lo medios sociales hablan de lo que están haciendo los usuarios. Naturalmente que es mucho más importante cómo se administra el dinero de un Estado que los problemas técnicos puntuales de un servicio. Pero muy pocos prestan atención al modelo de financiación. Quizá porque empieza a no importar demasiado quién gestiona los fondos si al final es igual de incompetente. Yo no voy a saltar de alegría porque sea el Gobierno autonómico y no el Gobierno central el que decida. En todo caso me alegrará o enfadará la decisión, el uso de ese dinero. El problema es que seguir ese uso exige a los medios convencionales tener periodistas controlando hechos, c

Qué hacer con los profesores "sobrantes"

Entre los múltiples problemas que tienen las Universidades para afrontar el reto de Bolonia y la convergencia europea está qué hacer con los profesores de las titulaciones con escasa demanda y con poca aplicación práctica al mundo laboral. Muchos son funcionarios y, no sólo eso, muchos son catedráticos con lo que ello implica de poder e influencia tanto en sus áreas de conocimiento como en la propia estructura universitaria local. Naturalmente, si los gestores universitarios fueran profesionales, antes de aprobarse los nuevos planes de estudio habrían incluido en sus flamantes planes estratégicos el aprovechamiento eficiente de esos recursos humano considerando las auténticas posibilidades académicas de la cada universidad. Dicho de otro modo: si el cuadro docente no es capaz de proporcionar la formación que demanda el mercado o bien se reconvierte o bien se redistribuye en materias transversales. Es lo que sin ninguna duda se debería haber hecho con muchos profesores de humanidades: i

¿Cuándo quiere jubilarse?

Para qué nos vamos a engañar: a B ernard Maddof le acaban de entrullar por atreverse a montar en privado algo muy parecido a los que hace la Seguridad Social española con el sistema de pensiones. Al menos en lo esencial: pagar a los clientes que se van con el dinero de los nuevos clientes, el viejo modelo piramidal que si lo implanta el Estado del bienestar suena a reparto equitativo y si lo practica un financiero de Wall Street o la banquera del pueblo es una estafa redomada. Entiéndame, no pretendo salvar al chorizo en cuestión entre otras cosas porque se podría escapar de la cárcel a poco que diera con su cara en el hormigón de lo dura que la tiene, sino que me pregunto si lo que hoy nos presentan como un modelo de pensiones ejemplar y garantizado no puede de la mañana a la noche transformarse en cualquier otra cosa y decir "juego revuelto", las condiciones han cambiado. Sin ir más lejos, yo he sido cliente de Mapfre durante 18 años con un seguro de hogar. Siempre que lo

Por qué funcionarán ahora las películas estereoscópicas

Disfrutando de Mundos Digitale s, el festival de animación, efectos visuales y 3D, ayer estuve viendo las primeras imágenes del último proyecto de Dygra, Holy Night? , el cuarto de los largometrajes de esta productora que casi con toda seguridad se convertirá en un nuevo éxito del cine español en los procelosos mares de la animación controlados por las multinacionales americanas. Sin ir más lejos, apenas unas horas antes, Don Levy , vicepresidente de Sony Pictures Animation, hablaba de la media docena de películas de animación que tienen en la línea de salida. Comparar cine americano y cine europeo en términos empresariales es como comparar el cine de Nigeria con el de la India, pero desde la perspectiva narrativa y técnica la brecha no es tan importante. Todas esas películas de las que se hablaba ayer tenían algo en común: la estereoscopia. Evidentemente la recuperación de la técnica que permite ver las películas en tres dimensiones, gracias a las antiestéticas gafas, es un intento p

Resilience, Coca-Cola y capacidad de encaje

El mundo de la ingeniería utiliza el término “resilience” o resilencia para definir la cantidad de energía que puede absorber un material antes de deformarse irreversiblemente. La psicología importó el término aplicándolo a la capacidad de las personas para sobreponerse a situaciones traumáticas. De ahí pasó al campo de la gestión de empresas y, lógicamente, de la gestión de crisis. La “resiliencia” definida no tanto como resistencia inflexible o fortaleza sin más, sino como capacidad de adaptación a entornos inestables y a eventualidades puede ser una cualidad de los ejecutivos o de las plantillas laborales, pero también de cualquier otro tipo de grupo humano. Ben Schneider, uno de los múltiples autores que ha escrito sobre esta característica, mantiene que el directivo latinoamericano presenta en general una mayor resiliencia que sus colegas norteamericanos y europeos, porque está más acostumbrado a desempeñar su labor en ambientes convulsos. Seguramente como la sociedad latinoameric

La gozada de los Mundos Digitales

Hoy arranca en A Coruña la octava edición de Mundos Digitales , el mejor festival de animación, videojuegos, efectos especiales y arquitectura digital. Quizá no soy ni demasiado objetivo ni tengo tanto conocimiento del tema como para valorarlo en su justa medida, pero los conferenciantes de primera línea mundial que han acudido alguna vez suelen repetir como asistentes y para mí no hay mejor indicador de calidad. Digo que no soy objetivo porque los organizadores son amigos y compañeros, desde Luis Hernández a Manuel Meijide , pasando por David Blanco y tantos otros, unos individuos casi humanos, con cualidades de organización que todavía me sorprenden, con capacidades creativas y comunicativas que dan envidia (y eso que ninguno ha estudiado comunicación propiamente dicha, condición ésta, como todo el mundo sabe, imprescindible para ser un superhombre) y, sobre todo, a efectos de lo que estamos hablando, unos tíos que actúan en local con mentalidad global en este puñetero mundo digita

Gestos de políticos y otras tonterías

Los gestos en política tienen mucha importancia. Aunque nunca he entendido a ciencia cierta por qué. Se supone que los votantes no distinguimos el grano de la paja, somos simples, superficiales, esquemáticos. Por eso necesitamos gestos y símbolos. Pero, ya ve, sé que quemar una tela, por ejemplo, no es lo mismo que quemar una bandera, sin embargo creo que hay mejores motivos por los que liarse a tortas. A veces pienso que los periodistas tenemos mucha culpa. Otras imagino que sólo somos como el resto de los ciudadanos. Y dicen que los ciudadanos entendemos mejor los ejemplos ilustrados: si alguien de izquierdas sube al yate de un constructor "sabemos" que es corrupto, si un político anda en un coche oficial de superlujo "sabemos" que es un sinvergüenza, si se le fotografía en bolas en su casa, con chicas jóvenes, "sabemos" que es un degenerado, si acepta trajes, pesca peces espada, concede subvenciones a determinadas empresas vinculadas con la familia... p

"No podemos dar más fondos a las Universidades" y Bolonia nace muerta

Cuando era más joven, al discutir de política uno de los ejemplos que utilizábamos para saber si nos identificábamos con la izquierda o la derecha consistía en plantear: tú tienes un presupuesto público de 100, que porcentaje le darías a la educación, la sanidad, la seguridad y la defensa. Nos olvidábamos de muchas partidas, entre otras, mira tú por dónde, la que más gusta a los políticos: la de obras públicas. Sería porque las carreteras nos parecerían de centro, digo yo, porque entonces casi todas empezaban en Madrid. Está de más decir que los de derechas abogaban por más dinero en seguridad y defensa y los de izquierdas en educación y sanidad. Claro que en España aún no gobernaban los socialistas, a Felipe González me refiero, con sus Boyer, Solchaga o Solbes, expertos en difuminar todas las barreras ideológicas. Banderas "gratis total" al margen (bodas homosexuales, aborto, paridad, etc), los políticos de ahora parecerían todos del mismo partido: ninguno se atrevería a de

Profesor

Quien me conoce sabe que no me gusta ser profesor. Nunca he tenido la vocación de enseñar sino de aprender. Siempre me ha fascinado escuchar a los demás y, como mucho, contar a otros lo que me acababan de contar a mí o lo que acababa de descubrir. Supongo que por eso me hice periodista antes que profesor. Lo de docente fue casi accidental, aunque luego descubrí que no era tan diferente: reúnes información y se la cuentas a una audiencia, me dije. Pero mi audiencia era de carne y hueso, casi siempre joven, mayoritariamente en idéntica prejuiciosa situación mental: el profesor es el enemigo, lo que quiero es aprobar y que me dejen en paz; la misma que yo tenía a su edad y muy parecida a la que muchos colegas de oficio tienen: el alumno es el enemigo, lo que tienen que hacer es aprobar y que me dejen en paz. Hombre, está la vanidad de creer que si un antiguo alumno llega a algo, tú has tenido algo que ver; al contrario que cuando tú llegas a algo, que casi nunca te acuerdas de ningún prof

Si no conoce Procter & Gamble, Unilever o Johnson & Johnson no sabe nada de comunicación

Es muy posible que usted no sepa, ni falta que le hace, que marcas tan distintas y tan conocidas como Hugo Boss, Gucci, Rochas, Montblanc o Dolce & Gabanna pertenecen al mismo grupo empresarial de Gillete, Braun, Vicks, Pantene, Ariel o Don Limpio. Si come unos Pringles, lava con Fairy, suaviza con Lenor, limpia con Viakal o usa pilas Duracell, sigue usted sin salir del mismo grupo. Se trata de Procter & Gamble, una de las grandes empresas del marketing de consumo que tanto puede cepillarle los dientes con Oral-B como calmarle la tos con unos Praims mientras alimenta a su perro con Eukanuba. P&G es una multinacional con múltiples caras, aunque aquí sólo quiero hablar de un único aspecto: el publicitario. El adolescente que sueña con Sienna Miller o Jonathan Rhys Meyers se ríe de los anuncios de la lejía ACE o Fairy porque le parecen malísimos, y no se da cuenta de algo tan elemental como que cada mensaje está diseñado para un público objetivo, y que posiblemente ninguna de