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Fusiones de televisión

En pocas palabras. En España la concesión de licencias para televisiones privadas en 1988 fue un pelotazo. Permitir que Canal + fuera una canal codificado fue un doble pelotazo. La existencia de dos plataformas de televisión por satélite, Canal Satélite Digital y Vía Digital, fue un total disparate político y económico. Ya con anterioridad había sido un disparate político la aparición de televisiones autonómicas sin idioma propio. Todas, con o sin idioma propio, han sido un disparate económico. Durante todos estos años se ha permitido la alegalidad de las televisiones locales. La licencias de Televisión Digital Terrestre (TDT) pretendían reproducir el pelotazo, pero en realidad eran un regalo envenenado: demasiados canales, escasa audiencia y tecnología casi obsoleta o elemental (sin apenas interactividad, sin alta definición). Permitir la TDT de pago (Gol TV y lo que vendrá) fue buscar soluciones a base de decretazo. Permitir que Canal + se reconvirtiera a Cuatro y conceder una nueva

Decanos

Si usted estudió en la Universidad española antes de los noventa, cuando las aulas estaban masificadas y los créditos eran sólo cosa de los bancos o de los títulos de las películas, quizá se escandalice ante este estilo de decano de Facultad que sale en el vídeo, un tipo sin corbata, descamisado, que dice tacos y recurre a la provocación para que alguien le haga caso. Los decanos de hoy en día son elegidos por la junta de su Facultad, pero ni tienen demasiado peso en la política de su Universidad ni demasiada capacidad para influir en los profesores, personal administrativo y alumnado del centro. Así que nada más lejos de esos decanos del pasado, distantes e ilustrísimos representantes en la Facultad del poder establecido. Aunque siempre hay sujetos a los que el cargo se les sube a la cabeza, lo habitual es que los decanos actuales sean personas bastante descreídas en medio de una administración que les pide cosas delirantes, en plena transformación del sistema universitario, unos de

70 años de diseño de producción

Con el septuagésimo aniversario de "Lo que el viento se llevó" (Gone with the wind) se celebran también los setenta años de la presentación pública del diseño de producción. Fue en esa película la primera vez en la que apareció el concepto en unos títulos de crédito. No era para menos, significaba el reconocimiento a un trabajo esencial en la realización de una superproducción, en realidad de cualquier producción cinematográfica que se precie. William Cameron Menzies fue el primero en figurar, pero naturalmente ni fue su primer trabajo ni seguramente fue el primer diseñador de producción. Que ¿qué es un diseñador de producción?, pues según Gil Parrondo , quizá el mejor de los españoles, poco más que un simple decorador, pero realmente el mucho más, es quien se encarga, en palabras de Stanley Fleisher de todo aquello que se ve en una película, que no se mueve, y que generalmente está desenfocado. No quiero aburrirles, sólo les voy a citar algunos nombres por si no los conoce

El ordenador de Zapatero y otros cacharros

Cuando a mediados de los ochenta se informatizaban las Redacciones de la mayoría de los medios de comunicación, especialmente la prensa, se hablaba de que por fin los "talleres" iban a dejar de condicionar a las empresas informativas y que el peso del negocio iba a caer por completo en los contenidos, en los periodistas. Al fin y al cabo, a la audiencia se le vendían contenidos no papel, ni radios, ni televisores. Pero pasaron los años y los talleres se reconvirtieron o directamente se transformaron en departamentos de red, de aplicaciones, de programación (informática, no de programas de televisión), de telecomunicaciones. Las entonces nuevas tecnologías de la información se revelaron un business mucho más espectacular que la propia información, y los gestores se deslumbraban con grandes inversiones en cacharros cuando muchos pensábamos ingenuamente que por fin crecerían las redes de corresponsales, el tiempo para la elaboración de las noticias, las posibilidades de practica

La agresión a Berlusconi

De acuerdo, hay imágenes de excelente calidad. La galleta no llega a la vis cómica del zapatazo a Bush, pero tiene su morbo ver a un mandatario europeo tan controvertido con la cara partida. Tampoco es un merengazo, había sangre. Y además está la eterna cuestión de la seguridad de gobernantes cuando se rodean de multitudes. Así que, lo admito, raro sería algún medio no aprovechase este material. Pero, qué quieren que les diga, en mi humilde opinión no deja de ser un tipo de periodismo bastante trivial, complaciente con el espectáculo, bobalicón. Los informativos se han llenado de este tipo de noticias bobaliconas, como conversación de ascensor. Muchos sucesos, algún cotilleo aunque sea disfrazado de deportes (genial si aparecen amantes tetudas), el frío, o el calor, o la lluvia, sobre todo si afecta a la sede central del medio de turno (en España, para qué engañarnos, si nieva en Madrid es primera plana), reportajitos de sociedad o cultura monos, con un osito gracioso, una adicción a l

De Apple, Nokia y el tamaño

Si Apple y Nokia fueran españolas, probablemente no podrían enzarzarse en los tribunales por el robo de patentes porque a las empresas españolas les resulta tan complicado patentar y creen tan poco en la investigación como fuente de negocio que sencillamente no lo hacen. "Tiran palante" y ya está, habitualmente pensando sólo en mercados locales. Apple y Nokia son dos empresas que se han refundado a sí mismas varias veces, que han readaptado su modelo de negocio y su tecnología, que han sido pioneras de éxitos y fracasos tanto como seguidoras revolucionarias. Ahora, al margen de su disputa telefónica , Apple y Nokia llegan "tarde" al sector de los libros electrónicos. Y la cosa tiene su aquel. Veamos. Nokia ha fabricado papel, caucho, cables, radiotransmisores... su entrada en el mundo de la telefonía era casi natural y así se convirtió en uno de los pioneros de la telefonía móvil, detrás de Motorola. Desde sus principios siempre pensó en el mercado internacion

Quiero paz, el mapa de la violencia

Descubrí la página quieropaz.org por casualidad. Su forma de presentar el mapa de los delitos en Venezuela me resultó tan espectacular como espeluznante. Venezuela, Brasil, México, El Salvador... por no hablar de Irak, Afganistán, Somalia... los europeos somos incapaces de entender la dimensión de esta violencia cotidiana, brutal. Los muertos de las favelas, de los ranchitos... nos llegan en forma de estadísticas o de películas puntuales, como Cidade de Deus o Tropa de Elite. Con el mapa de quieropaz, podemos ver las pequeñas historias actualizadas casi en directo. Atroz.

El deber de conocer la lengua

La Constitución española en su artículo 3 dice que el castellano es la lengua española oficial del Estado y que todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Nunca he entendido por qué tienen el deber de conocer la lengua. ¿Y si no cumplen con ese deber?, ¿se les multa, se les mete en la cárcel, se les quita la nacionalidad? ¿Qué nivel de conocimiento es el mínimo para que no le hagan todas esas cosas horribles? Ahora dicen que el Estatuto de Cataluña se ha atascado en el Tribunal Constitucional sobre todo por el concepto nación y el deber de conocer el catalán. Si el concepto de nación ya es bastante discutido, el deber de conocer una lengua española que no sea el castellano pone a mucha gente nerviosa, la misma que no se inmuta o simplemente considera lógico el deber de conocer un idioma si es el suyo. No me estoy refiriendo al sistema educativo, donde se puede exigir claramente un determinado dominio idiomático de la lengua que corresponda para adquirir

El lip dub de Quebec y decir que todo es gratis

En el mundo del audiovisual en concreto y en el de los contenidos digitales en general se está produciendo un fenómeno curioso: mientras unos productos presumen de elevadísimos presupuestos, tipo los más de 200 millones de dólares de Avatar , de James Cameron, otros presumen exactamente de lo contrario. La primera estrategia es la tradicional: pague por disfrutar de este contenido porque ha sido carísimo, una verdadera superproducción, un espectáculo grandioso. La segunda es la más peligrosa y engañosa: no pague nada o pague por ver lo ingeniosos que somos, cómo elaboramos productos divertidos con cuatro euros, mucha imaginación e incluso muy poco tiempo. Este es el caso del video de los alumnos de Comunicación de la Universidad de Quebec. Respondían a una convocatoria de la universidad alemana de Furtwangen que consistía en realizar una vídeo Lip Dub, es decir, un vídeo en el que la gente hace que canta, en un plano secuencia, en otras palabras, sin cortes, y en el que se mostrase l

Las nuevas gafas de Google

Google está en plena campaña de lanzamiento o relanzamiento de productos. Ahora acaba de presentar Google Goggles, un sistema con el que puedes tomar una foto con tu móvil, subirla al buscador y te encuentras con información de todo tipo relacionada con la imagen. Una herramienta que puede simplificar la vida del turista digital y que ofrece un interfaz de uso muy simple comparado con los complejos sistemas de audio y videoguías basadas en códigos numéricos y conexiones locales más o menos tradicionales o lo más modernos códigos QR . Naturalmente, quien dice una foto de un paisaje, cuadro o monumento dice también una imagen de cualquier cosa que ponga a prueba al buscador: etiquetas, productos, envases, vehículos, personas.... Si dejamos volar la imaginación podría desaparecer hasta el documento nacional de identidad, cualquiera podría retratar nuestra identidad digital en segundos con sólo tomar una foto. Añádale a esto las también ahora presentadas herramientas de traducción o las

Ausencias informativas

Acabo de leer un artículo inédito de los profesores Miguel Túñez y Melitón Guevara sobre las ausencias en la agenda informativa de los medios de comunicación y no he podido dejar de relacionarlo con el caso de la activista saharaui Aminatu Haidar . Ni he podido tampoco evitar relacionarlo con la simple disposición de las páginas de internacional de los diarios españoles. El caso es que, excepciones al margen, resulta tan obvio la ausencia de realidades de enorme magnitud, tanto desde el punto de vista geográfico como humano o temático, que no sé muy bien en virtud de qué nos creemos gente más o menos informada. Por concretar, no es que no exista el Sáhara para los españoles, es que no existe prácticamente África, nada de Oriente que no sea el conflicto judeo-palestino y atentados en Irak o Afganistán, gotas coloristas de Japón y cuatro pinceladas de China o India, nada de Oceanía, un poco de América Latina (poquísimo), nada de Canadá, nada de Escandinavia, casi nada de Europa oriental,