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Cómo habrás llegado ahí, hombre

No pretendo ser justo, pero es lo que hay. Lo de menos es que un político como Ricardo Costa caiga por el caso Gürtel (manda narices que ya exista una referencia en Wikipedia). Lo increíble, al menos desde un punto de vista de comunicación pública, es que Ricardo Costa haya llegado a ser político. Sus evidentes problemas de imagen, de dicción, de comunicación verbal y no verbal han sido motivo de todo tipo de chanzas en televisiones e internet. El caso de su hermano Juan, un par de puntos menos de problema, pero sólo un par, ya mostraba a un partido político que al parecer no quiere dar importancia a estas cuestiones. Con la elección de Ricardo como secretario general del PP valenciano no se pudo más que pensar en la misma dirección y con su sacrificio lo lógico es que alguien haya dicho: entrega al pijo a los leones y ya veremos. ¿Cómo a alguien con una obvia apariencia de imbécil supermegapijo (y, quién sabe, a lo mejor la criatura no es tan... bueno dejémoslo) lo coloca otro alguie

Teen buzz, mosquitotone, zumbitone y los imbéciles

Hubo una vez un tipo que al parecer inventó un sonido imperceptible para los mayores de 30 años. Su intención era, no se lo pierdan, que los estudiantes pudieran escuchar el zumbido de su móvil en clase sin que el profesor se percatara. Ahora resulta que el cacharro se utiliza para "disolver" concentraciones humanas. Jóvenes, claro. Y que incluso hay quien va haciendo performance por ahí adelante para "provocar" el debate. La prensa, naturalmente, le da cancha y aparece la palabra botellón. Genial, oiga. Me van a perdonar, pero no sé quién es más imbécil. Está bien, quizá el inventor. Para qué discutirlo. Hombre, en su defensa podríamos decir que su objetivo era noble. Hay unos unos cuantos problemas de la humanidad que deben resolverse cuanto antes: el hambre, las guerras, las enfermedades, poder hablar por el móvil en clase... En cuanto al de la performance, menos mal que no se ha enterado al parecer de que existen collares para perros que... en fin, para qué dar

Política lingüística o marketing lingüístico

A pesar de mi incompetencia, intentar hablar otros idiomas me divierte. Aunque nunca he soportado que me obliguen a hablar una lengua determinada, ni siquiera el español. Sí, es curioso. En algunos sitios te obligan a hablar un idioma aunque te entiendan en otro. ¿Por qué? A veces por dinero, para qué engañarnos. Muchos viven del negocio. Otras por ideología, revanchismo social o histórico, qué sé yo. Entonces aparece la política lingüística. Y a jorobarse toca. Las lenguas son tesoros culturales, pero si nadie las quiere usar sencillamente se mueren. Y en realidad es lo justo: pertenecen a la gente. ¿Qué se puede hacer para evitarlo? En realidad muy poco. Pero señores políticos (por muy democrático que sea su origen), señores activistas (por muy a favor que le soplen los vientos de turno), incluso señores vividores del negocio lingüístico, señores todos: con la obligación no van a largo plazo a ningún lado. Y menos aún en la globalizada sociedad en red. Así que olvídense de leyes, lu

El futuro del cine europeo

Aunque no soy muy optimista por los mil peligros que acechan al cine europeo, lo cierto es que cada vez que participo como jurado en el festival de video universitario U-Frame me quedo impresionado con la capacidad creativa y de producción de algunas escuelas del continente, especialmente, para qué negarlo, de las alemanas Hamburg Media School y Filmakademie , capaces de superar directamente a las escuelas norteamericanas y a muchos productos profesionales. No sólo se trata de productos bien filmados, interpretados, ambientados, sonorizados etc, sino que muestran una madurez narrativa sorprendente, con muchos más medios de los que cabría imaginar en un trabajo universitario pero también por eso mismo con más mérito pues logran involucrar a empresas importantes a la hora de fabricar unos cortos que al fin y al cabo no tendrán distribución comercial. En Francia, en Israel, incluso en el mismo Portugal se está trabajando a niveles no demasiado distantes, de hecho, el año pasado el pre

Polanski y la memoria histórica

Alguien me comentó que tras leerme parecía que disculpaba a Polanski. No sería raro. Comentaba que nadie se acordaba casi de lo que hizo hace treinta años. Y además montones de famosos del cine han salido en su apoyo . Y la víctima, hoy cuarentona, le perdonó que la violara con trece años. Pues no. Creo que cometió uno de los delitos más odiosos que se pueden cometer. Los años solo ponen distancia, pero la justicia no debería olvidar. Lo curioso del olvido es que a veces tiene connotaciones políticas, personales, íntimas. Como la Ley de Memoria Histórica, como los juicios a los criminales nazis o de cualquier otra dictadura, de cualquier color, de cualquier país. A veces queremos olvidar y otras no, a veces somos comprensivos, otras prácticos, otras directamente cínicos. Seguramente el Polanski de ahora no tiene nada que ver con aquel violador de una niña. Ni ese viejo con los campos de concentración, las torturas, los fusilamientos, los vuelos nocturnos sobre el Río de la Plata, Para

Una de impuestos

Imagine varias máquinas tragaperras. Una de ellas devuelve el 55 por ciento en premios; otra, el 75; y otra, el 95%. ¿En cuál jugaría usted? ¿Cuál cree que dará más ganancias al propietario? Naturalmente dependerá de la cantidad de monedas que introduzca la gente. Al principio es posible que metan lo mismo, así que la más rentable será primera. Pero a medida que la gente se vaya dando cuenta, la tercera irán recaudando más y más. Al final será cuestión de echar cuentas. Con los impuestos ocurre lo mismo. A veces se recauda más con impuestos más bajos y más gente cotizando. Otras, sobre todo cuando el contribuyente está cautivo, el fisco obtiene más ingresos cuanto más los suba. Es una cuestión técnica. La política tiene poco que ver en esto. Donde sí tiene que ver es si los impuestos sean o no progresivos, directos o indirectos, aplicados a rentas del trabajo o del capital, al consumo de según qué cosas... Ahí sí deberían diferenciarse las políticas de derechas y de izquierdas. Aunque

Un domingo para recordar

Las hijas de Zapatero, como fenómeno en la red con más presencia que la mismísima subida de impuestos, marcando un hito. A Polanski lo detienen por fin después de más de 30 años. Quién se acordaba. Victorias de Merkel en Alemania y Sócrates en Portugal. A ella la siguen llamando "la chica de Kohl". Y en España nunca nos sale el nombre de los políticos lusos. Manuel Vicent recordando que El País, con el que ahora -lamenta- puede acabar "el puto fútbol", empezó por necesidad ideológica. La película en memoria de Michael Jackson la exhibirán en cines "sólo dos semanas". Honduras, al borde del olvido. Un domingo en el que he descubierto que Zara tiene más de un millón trescientos mil admiradores en Facebook y que, según un cirujano que trasplanta caras, los occidentales somos muy blanditos. Trataré de recordarlo igual que el anuncio de Mercedes. Bonito. Salvo que en tu entorno ronde el Alzheimer.

Y qué dicen sobre usted

En algunas ocasiones uno se sorprende al comprobar que determinadas cosas que das por supuestas en las grandes empresas no se hacen. Por ejemplo, pocas siguen lo que sobre ellas se dice en la red. Sin embargo, todo el mundo sabe que cuanto más grande sea esa empresa, cuantos más clientes o fama tenga, más centrará la incesante conversación 2.0. Y resulta que no sólo se produce la conversación más o menos espontánea, sino que existen verdaderos entusiastas de una determinada firma que no paran de seguirla, para bien o para mal, a veces con libertad absoluta gracias a su falta de compromiso y otras ya metidos en círculos casi profesionales. El caso es que logran una considerable credibilidad. Y sus audiencias, en ocasiones no tan escasas como podría parecer, contribuyen a un efecto dominó de tales dimensiones que no entiendo cómo las empresas no se preocupan. Los expertos del marketing saben que los vanguardistas apenas suponen el dos por ciento de un mercado. Si acaban por influir a un

En defensa de los tránsfugas

Pues ¿saben qué? que olé, con dos bemoles. Si a ti te pusieron a dedo pero el puesto es tuyo, que le den bertorella al dedo. En un sistema de partidos donde el verdadero electorado de los políticos es el jefe, donde el que se mueve no sale en la foto, donde las votaciones en las cámaras se hacen por disciplina, donde los pactos estatales pretenden atar pactos locales, ser tránsfuga es ser un suicida, pero al menos durante un tiempo tienes criterio propio. Hombre, si los haces por dinero pues eres un mierdas, con perdón, un Judas. Pero tal vez, sólo tal vez, alguien cambie de bando porque es el bando el que ha cambiado de sitio o de principios, porque el que está en la poltrona se ha descubierto incompetente, o dicta al dictado, o le manejan el rodillo con el que aplasta hasta el sentido común. Y entonces ¿qué haces?, ¿esperas a las siguientes elecciones donde si protestas te apartan de la lista y aún encima ya eres reo de tus disciplinados votos de apoyo al atontado? Sí, ya sé. Las lis

¿Qué pasa con Manolete?

El biopic de Manolete, protagonizado por Adrien Brody y Penélope Cruz, no acaba de estrenarse. Recibió tanta publicidad gratuita gracias a Elsa Pataky que muchos creen que pasó por las salas hace meses, sin embargo al parecer una cuestión de impagos ha paralizado judicialmente el estreno. La crisis económica general y la particular del audiovisual se cobra víctimas personales y empresariales de forma incesante. Seguro que se llegará a un acuerdo, pero no es la única que se ha quedado en un cajón: en 2008 33 películas españolas corrieron las misma suerte. En 2009, el año de nada menos que Los abrazos rotos de Almodóvar, ya considerada un fracaso de taquilla, y Ágora de Amenábar, que ojalá tenga mejor fortuna, no pinta mucho mejor. Todos sabemos que el cine español debe producir menos y mejores películas. Mejores en términos industriales y en términos artísticos: con más recursos y tiempo para redondear los guiones, la fotografía, el diseño de producción, la sonorización... y la distrib

Los usos de Life on Mars?

La publicidad aprovecha olas, se sube a la espuma y agranda el tubo para que el espectador se deslice sobre la tabla de surf y se deje llevar hacia un emoción contagiosa. El último anuncio de Visa se ha enganchado a la serie Life on Mars que, obviamente, tanto en su versión original británica como en la norteamericana, utiliza el tema de David Bowie como recurso musical, . Una gran canción montada con distintas imágenes. Los trucos y las ideas felices en ocasiones son difíciles de distinguir. Pero la magia de un audio bien escogido siempre funciona.