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Escribir textos ocasionales

Cuando uno lee mucho, bueno mucho, bastante, pronto empieza a sentir que está todo escrito, incluso los propios pensamientos. Por eso a veces echo de menos lo relativamente fácil que es escribir en una redacción, porque trabajando en ella se está siendo privilegiado e inmediato testigo de los hechos concretos sobre los que muy pocos han emitido una opinión todavía. Fácil hasta cierto punto. El periodista que simplemente pretende aportar puntos de vista, no el que tiene vocación literaria, realiza una labor que muchos desprecian por apresurada, dispersa, simple pero que resulta enriquecedora para un lector que quiera formar su propia opinión, ya sea similar, contraria o al margen. Si uno le dedica algo de tiempo, estar al loro en Internet resulta semejante si se escribe sobre lo que está ocurriendo en ese momento. Pero si te retrasas un poco, y hablo de unas horas, la opinión urgente se escribe a tal velocidad que no es que esté todo escrito, es que está escrito varias veces. Y Google t

Hoteles, turistas y otros negocios

Siempre me he preguntado cómo funciona el cerebro de un típico cliente de resort veraniego, esos sitios multitudinarios en cuyos bufés de desayuno la gente se pelea por los donuts tras engullir tres platos, cuando en su vida diaria se despachan un café "porque a esa hora no me entra nada". Sé que los niños son gratis, que es una solución cómoda para familias con chavales pequeños. También sé que para las parejas jóvenes, cada vez más jóvenes, un todo incluido o media pensión es uno de los primeros grandes viajes "de adulto". Los jubilados logran buenas tarifas. Para los muy atareados es una forma de "resolver": mezclas estrellas con sol garantizado y lo demás lo presupones. Buena habitación, buena piscina, tumbona, pagas y listo. Pero qué diablos les pasa por su cabeza cuando, haciendo cuentas o sin hacerlas, a la hora de elegir destino se comportan como si les sobrase el dinero (porque son las vacaciones, porque un día es un día, que nunca hacemos nada)

El gran circo de la gripe A

Esto va para ti, periodista, no para tu jefe, ni tu director, ni tu editor, ni leches. Para ti, redactor o como mucho jefe de sección que, tras la reunión de planificación de cada día y la ojeada a teletipos, agenda del día y competencia, decides dedicar un espacio a la gripe A, porque es noticia, está claro. Sabes, porque ya tienes el culo pelado de arrastrarlo por la jaula, que estás contribuyendo al miedo. Pero por el mismo motivo del culo, sabes que es un miedo relativo, que esto es un gran carnaval, Kirk Douglas, que tampoco influyes tanto como piensan los demás, al fin y al cabo no eres un periodista conocido, ni siquiera muy poderoso, bueno, un poquito influyente sí, pero sólo un poquito. La gente te lee o te escucha y tampoco te cree al pie de la letra, aunque sabes que los políticos bailan al son del circo como los payasos en la pista y toman medidas, la oposición hace preguntas, el gobierno da ruedas de prensa, el Ministerio emite notas, el Colegio de Médicos comunicados... y

El camello diseñado por un comité

Hace algunos años trabajé brevemente en una agencia de publicidad en cuyas paredes estaba colgado un poster con un aforismo casi clásico: un camello es un caballo diseñado por un comité . Una alusión, que entonces me parecía exagerada, a que la creatividad en grupo no era muy viable, o que las decisiones tomadas por un comité recibían tantas modificaciones en el curso de los debates que el consenso se lograba finalmente con un engendro. El slogan no es muy democrático, pero todos hemos vividos situaciones que lo han confirmado: reuniones de vecinos, consejos escolares, juntas de facultad... en realidad son más frecuentes cuando todos los reunidos son iguales, igual de propietarios, igual de funcionarios, con igual representación, pero también ocurre en cualquier grupo donde exista un primus inter pares, o un jefe reinón, novato o cansado, en defintiva, influenciable, ya sea por el pelota, el gritón, el sarcástico, el conciliador o cualquier otro estratega típico de las dinámicas de gr

Antonia San Juan no es un hombre

Hay miles de cuestiones sobre las que no tengo opinión, sólo estómago. La identidad sexual es una de ellas. No sé qué pensar ante alguien que duda sobre quién es. Y me quedo desconcertado ante la realidad de que algunos hombres quieren ser mujer o viceversa. O ante el hecho de que a un hombre le atraigan los hombres, a una mujer las mujeres. No tener opinión no significa mucho. La mayoría de las cosas se aceptan, se observan, gustan o no, simplemente están. Si dudo sobre la identidad sexual de una persona, me siento inseguro, como con cualquier duda, pero lo acepto como algo que no es de mi incumbencia salvo, naturalmente, que tenga algún interés sexual en ella o sea un juez deportivo ante uno de esos extraños casos como el de la corredora surafricana Caster Semenya . Pero no me quiero referir a la atleta sino a una actriz, Antonia San Juan , con la que comparto una homonimia razonable. Aunque escribamos nuestro apellido de forma diferente, ella separado y yo junto, y ella sea Antonia

Deudas del verano

Igual que Silvio Rodríguez, que en su "Testamento" debía canciones a un montón de temas, después de unas semanas sin escribir le debo posts a un montón de asuntos más o menos veraniegos, más o menos personales, políticos, locales o universales. Le debo un post a Wallace Souza , el expolicía metido a diputado gracias a dirigir un programa donde se informaba de asesinatos hasta el extremo de, al parecer, provocarlos. Le debo un post a los políticos que no se van de vacaciones y gobiernan con decretos de agosto hasta hacer el ridículo e incluso daño, con cuestiones de lo más variado, desde la ayuda al desempleo hasta la TDT de pago . Le debo un post a las vacaciones de resort y su conglomerado de clientes, algunos extuneadores de ibizas metidos a padres de familia talluditos con niños a los que nada niegan salvo la educación. A los que acortan los días de descanso no tanto por la economía, que también, sino para aparentar que trabajan más que otros. A las estrategias turística

Jefes de prensa a la antigua

Aunque estoy de vacaciones y prácticamente no me entero de nada de lo que está pasando, ayer me encontré con este vídeo que ha despertado bastante polémica en España, al menos en los corrillos periodísticos. En esta vulgar historia cotidiana, lo único nuevo es que se ha grabado, que se ha emitido por televisión (la pública ¡guau!) y que se ha rebotado en YouTube. Por lo demás, la vieja historia de siempre. Un jefe de prensa que se cree algo porque el medio es público y el gobierno lo controla, o porque es privado y el gobierno le da campañas de publicidad y convenios de difusión. Un jefe de prensa que no escucha y que ataca en lo personal, me voy a enterar de quién eres, voy a por tí, etc. Y a veces, que no sé si es el caso, un periodista un poco toca webs, que no respeta lo que debería respetar, no por hacer bien su trabajo, sino por, eso, tocarlos. No es motivo por el que interrumpir las vacaciones, ya. Hombre, escribir en el blog no es precisamente un trabajo, y a veces se dejan pas

Lo importante es ganar dinero

De acuerdo, macho. Aquí lo importante es ganar dinero y lo demás son mariconadas. A veces hay que hacer concesiones. Tanto si su negocio es una tienda o un bar como una empresa de ingeniería, pues noséquién le dice que el ambiente debe ser agradable y ya le empiezan a tocar los "güebos" con lo de los muebles, la luz, la decoración, el diseño ... Después viene eso del logotipo de las narices, un puñetero dibujo al que ahora le llaman imagen corporativa, que si imagotipo, que si anagrama, que si personalidad pública, que si branding ... pero si tiene al sobrino de un amigo que dibuja muy bien y está estudiando noséqué, le da unos euros y punto, y es que además los hace bonitos el condenado, y además ahora con los ordenadores, que tardan dos minutos, hombre. Luego que si el marketing , ya colega, vender, eso sí, lo del marketing es una manera fina de decirlo, pero se trata de lo de siempre, a usted se lo van a decir, que sabe lo que hay que fabricar y cómo se vende y punto. Adem

Vacaciones

Como profesor, todo el mundo cree que en cuanto concluyen las clases empiezo las vacaciones. Lo cierto es que al cabo del año las clases me ocupan como mucho un tercio de mi tiempo laboral. Y por distintos motivos casi nunca puedo cogerme un mes completo de descanso. No me quejo, sigo siendo un privilegiado, tengo libres casi todos los fines de semana y festivos, y mis horarios entran dentro de la normalidad, no como cuando trabajaba como periodista. Pero desde hace unos años el concepto de vacaciones está en crisis. Hay relativamente pocas profesiones que tengan un régimen de trabajo similar a la prensa . Durante años estuve dándole a la tecla de lunes a viernes, pero al viernes de la semana siguiente, es decir doce días seguidos para poder librar un sábado y domingo de corrido. Los festivos se recuperaban sumando días a las vacaciones, de modo que juntabas hasta 45 días de descanso. Nunca podías cogerlos de golpe, claro, de hecho poco a poco se fue perdiendo la posibilidad de tomarse

Men in trees, mujeres y más mujeres

Ayer me tragué una sesión triple de una serie televisiva chick lit, perdón por la insistencia. Su nombre: Men in trees. Me dio tanto pudor la indisimulada mezcla de Doctor en Alaska, Ally MacBeal y Sexo en Nueva York que me puse a buscar en Internet porque no podía haberlo notado yo sólo, lógicamente. Encontré este artículo escrito aparentemente por una mujer (ya se sabe que esto de las identidades en la red...) y apenas puedo decir mucho más al respecto, salvo que a mí sí me gustaban las aventuras mágicas de Cicely (Northern Exposure, 1990-1995). Teniendo en cuenta que el inicio de la serie es 2006 (su emisión en USA duró hasta 2008 con 36 capítulos en total), parece que ese año se tocó techo con el fenómeno de productos para mujeres consumistas en busca de hombre. Habría que hacer toda una investigación de campo para comprobar si el ciclo de vida del género está en su fase de crecimiento, de madurez o de declive. Estos días estoy leyendo varias referencias de la obra de Loren Ghigli

Los medios y el imaginario social

Un viejo debate en los medios de comunicación social, periodísticos y artísticos, como el cine, se produce entre quienes consideran que construyen el imaginario social o quienes sostienen que se limitan a reflejarlo. Como seguramente ambas posturas tienen parte de razón, resulta mucho más interesante analizar en los medios de consumo, los que necesitan audiencia, venta o taquilla, si se pliegan a ese imaginario con la intención de reforzarlo o de transformarlo desde dentro. Por ejemplo, sin entrar en los matices de estereotipo, arquetipo y demás: qué hacemos los medios con cuestiones como los padres, los profesores y los niños; qué hacemos con las mujeres y los hombres, los ancianos y los jóvenes, la velocidad, la diversión, el éxito, los valores, la felicidad... Existen algunos tópicos: la violencia, el machismo, el sexo, el consumismo... Siempre que queramos realizar una investigación para demostrar su presencia excesiva lo conseguiremos sin demasiado esfuerzo y confirmaremos el prej