Por qué no nos metemos en política
La frase de Franco "haga como yo, no se meta en política" ha servido para ilustrar la aversión que tenemos en este país a ejercer, defender y sostener ideas políticas además de cargos políticos. En realidad, cargo e ideas parecen conceptos incompatibles. Vean el caso de Zapatero, que presumiendo de banderas izquierdistas ha acabado aplaudido por Botín y dejando a los trabajadores más pobres, menos protegidos socialmente y con el recibo de la luz por las nubes (es un ejemplo). No nos queremos meter en política por ideas. Al parecer algunos sólo aceptan la oferta por oportunidad laboral o de enriquecimiento pero no porque pretendan hacer las cosas como ellos creen que se deba hacer. Ni siquiera por hacerlas como la mayoría de la gente cree con tal de que les vote. Esa clase de marketing mal entendido en el que se ha convertido la supervivencia de los partidos. Y es que las empresas sí deben orientarse a la demanda, esa es la clave del marketing. Pero las ideas no, salvo que l