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Wikileaks y la caricatura del mundo

No tengo muy claro si las revelaciones de Wikileaks son decepcionantes, si lo es la reacción de los medios de comunicación que no han sido beneficiados por la filtración, si lo decepcionante es que buena parte de los cables de la diplomacia estadounidense se basen en simples opiniones personales, impresiones obvias o generalidades y anécdotas o si, por el contrario, la simplificación viene de la mano de que se suelte de pronto tal cantidad de información que sea imposible de asimilar y sólo contribuya a reafirmar opiniones previas del estilo de Superagente 86 o Mortadelo y Filemón . Puede ser el fin de la diplomacia conocida, el del viejo periodismo, el 11-S de no sé cuántas cosas y el principio de otras tantas tipo nuevos sistemas de información más seguros (otra vez) o la definitiva psicosis de que todos, incluidos los poderosos, estamos vigilados, sin privacidad ni intimidad (que no se te caliente la boca porque alguien te grabará o te hará un memorándum donde cuente lo imbécil q

The Daily, la guerra y el periodismo profesional

Precisamente en momentos como éste, en el que más que una crisis económica parece que estemos viviendo una guerra financiera mundial , tiene más valor que nunca el periodismo de calidad, profesional e independiente (en la medida de lo posible). Por eso cualquier intento de sacar a la calle un nuevo medio que pretenda vivir de su audiencia y de sus anunciantes es más esperanzador que cualquier teoría sobre el periodismo ciudadano o sobre la información gratuita corriendo de mano en mano sin que nadie sea capaz de vivir de la labor de informar. Hace una semana (en la entrada anterior a ésta sin ir más lejos) hablaba, no por primera vez, de la oportunidad que representa el iPad y soportes semejantes para un diario de micropago, bastante más parecido a un periódico convencional de lo que las posibilidades tecnológicas permiten, que centre sus esfuerzos en la mejora de los contenidos desde una perspectiva periodística, o sea, más y mejor información, no más colorines moviéndose por la pan

Cíceros, periódicos e iPad

Hace sólo unos meses seguía pensando que iba a tardar mucho tiempo en leer literatura en una pantalla, que me resistiría a abandonar el papel. Esta semana he leído dos libros, dos extensos libros en un iPad. El papel está perdiendo todas las batallas. En estos días no he parado de bajarme aplicaciones de periódicos y revistas: El País, El Mundo, La Vanguardia, La Razón, Clarín, La República, Muy Interesante, Stern, New Yorker, Newsweek, The Times....Me gustan, tanto más los que más se parecen a sus versiones impresas pero incorporan cierto nivel de interactividad, tampoco mucha, que no olviden su origen, que no se conviertan en una televisión ni en un repositorio de contenidos. No son la web, sino la experiencia de usuario más parecida a la de un lector de papel pero en mundo digital interactivo. Con diseño gráfico que recuerda más a los cíceros que los píxeles, qué quieren, soy un antiguo, de los enamorados de los tipómetros, los corondeles, la caja alta y las versalitas. Creo de ve

Neutralidad y puertas (entreabiertas) al campo

El concepto de neutralidad de la red, es decir, que todo los datos se traten igual por los proveedores, debería ser tan sagrado como el de la neutralidad del aire. Ni siquiera debería admitir discusión, ni mucho menos necesitar protección. Después la realidad se encarga de demostrarnos que esa neutralidad ya es muy relativa, que solo se encuentra en Internet lo que los buscadores quieren que encontremos y lo que nuestros navegadores y sistemas operativos nos permiten ver. Los proveedores no iban a ser los santos de la película por el simple hecho de estar forrándose. Tampoco son neutrales, claro, aunque tratan de mantener las formas. Los usuarios, no obstante, estamos moderadamente satisfechos, sobre todo porque nos damos cuenta de lo fácil que sería volver a los tiempos de infovía (en el caso de España) o incluso de la emulación de terminal por el tentador camino de capar determinados accesos o convertir en monopolios de acceso aplicaciones concretas, redes sociales concretas o dispo

Verdades

Yo también soy de los admiradores de Berlanga , de su cine y de su vitalismo. Se fue a morir tras protagonizar una campaña solidaria y una entrevista a un suplemento semanal. Además de ser un artista, era un técnico, un cachondo y un tipo con sentido común, al menos en su personalidad pública, que la privada no la conozco. Me gustó el titular de la entrevista: "El dolor me jode, pero morirme me jode aún más". A veces se necesita que alguien diga la verdad : morirse jode. Casi siempre a quien se muere y muchas veces a quien se queda. Vivimos ocultando en los medios de comunicación a los viejos, a los feos, a los gordos, a los enfermos... como si no formaran parte de la vida cotidiana. Y Berlanga se despidió acabado, enorme, jodido, real y haciendo. Como los grandes. Pero no quería tanto hablar de Berlanga como de verdades , verdades obvias e incluso veraces, datos que simplemente basta comprobar. Y no hace falta ponerse trascendente. Basta tomar algunos ejemplos de las noti

Periodismo y Universidad de "calidad"

Llevo unos días de discusiones, de esas en las que se arregla el mundo y en las que de manera insistente surgen tres palabras: Periodismo, Universidad y Calidad, así, con mayúsculas. Antiguos compañeros de trabajo dicen envidiarme por haber dejado el Periodismo a tiempo. Antes de que empezara la crisis. ¿No te has enterado?, van a echar a 150 aquí, allá se han bajado el sueldo un cinco por ciento, aquel gratuito cerró, la emisora al final no se puso en marcha... Y además del lloro surge la reflexión sobre la calidad perdida de las Redacciones, los salarios paupérrimos, el abuso de las prácticas, la escasez de libranzas, la excesiva juventud, la entrega al poder, llenar por llenar, vender por vender o dejarse comprar por dejarse comprar. Y lo cierto es que mi experiencia personal lo corrobora: la mayoría de los dueños de medios de comunicación que conozco no han querido o no han sabido invertir en la creación de Redacciones de calidad, donde la media de edad debería rondar los 45 años

Creadores vocacionales y baratos

Quizá sea una cuestión vocacional, pero el que disfruta cantando, canta, gane o no gane dinero. Si le gusta escribir, dibujar, bailar, pues lo hace. Es uno de los problemas, o ventajas, de las llamadas industrias culturales: siempre hay alguien dispuesto a crear. La industria, para obtener beneficios, puede invertir en los creadores o esperar simplemente a que creen por generación espontánea, apropiarse de sus creaciones y hacer negocio o simplemente disfrutarlas en el caso de ser sólo un consumidor final. Pagar a los creadores es cosa de sociedades avanzadas y acomodadas, una vez que ya han pagado necesidades primarias. Piratearlas, también, incluso hasta el extremo de las empresas que viven del diseño ajeno y que les compensa pagar indemnizaciones cuando son condenadas por plagio. Esto ocurre con la "cultura". Pero también la "ciencia". En España se investiga mal, poco, de forma ineficiente y, sobre todo, vocacionalmente. Y si llega la crisis, los presupuest