Ahora vuelvo
No es una disculpa, ni quiero hacer demasiada literatura de una cuestión personal. Pero hace dos años me dieron el alta tras una lesión medular provocada por un accidente de bicicleta. Sí, este blog ya había ido perdiendo actividad víctima del iPad, con el que es más fácil leer que escribir, que sustituyó en gran medida el portátil al que he estado pegado (en sus distintas versiones) desde hace 25 años. Al margen de ese detalle técnico, después del accidente me negué a redactar nada que no fuera un texto universitario, donde los fantasmas personales quedan guardados bajo siete llaves. Admito que lo echo de menos. El ejercicio diario de teclear sobre actualidad, sobre comunicación, sobre cualquier cosa que uno barrunte desviado por la mentalidad de periodista en la reserva es una gimnasia adictiva. Y si una sola persona lo lee ya es el paraíso. Hoy vuelvo a escribir. Después de una entrada publicada hace más de dos años y medio sobre la maldad. Una entrada que durante este tiempo no