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El piquete me hizo ver la luz

Me encontré un piquete y entonces me enteré de que había huelga general. Me cortaron el paso amablemente y me explicaron con precisión en qué consistía la reforma laboral. Sabían cómo motivarme, es lo que tiene la pedagogía. Yo se lo agradecí. Iba a seguir con mi vida ajeno a todo, ignorante de mí, pero la aromática quema de unos neumáticos me iluminó. Vi la luz. Así que se me calentó la neurona y... ¿Qué tal si el que atenta contra los demás es detenido, multado él y la organización (responsable la empresa anunciadora)? Y esto va por piquetes que impiden el derecho a trabajar o por patrones que impiden el derecho de huelga. Ah, me dije, no hay policías suficientes, y la Justicia es lenta. Pues que valgan para algo los millones de cámaras gran hermano que nos vigilan, y jueces no, los de Hacienda, que esos sí que van a toda leche gracias a que los gobiernos saben cómo repartir medios entre ministerios. Y ¿por qué servicios mínimos ? Es que no siempre soy razonable cuando me rodean

Huelga general, votar y botar

Trataré de escribirlo en plan Twitter. Sobran las razones para la huelga general: parados, pensiones, sueldos, despilfarro administrativo... Que los sindicatos mayoritarios hayan sido colaboradores beneficiados del sistema no descalifica la convocatoria, sólo los descalifica a ellos. La reforma laboral no creará empleo ni animará a la creación de empresas. Los recortes sociales cuadrarán las cuentas a corto plazo, pero los ingresos seguirán bajando, así que habrá más recortes. Los gobiernos se han rendido a los mercados financieros, pero el español se ha rendido más. La huelga no arreglará nada o casi nada, pero menos arregla quedarse de brazos cruzados. Si otros países están saliendo de la crisis es porque innovan y emprenden, no porque se encojan. Ojalá la huelga provocase un adelanto de elecciones. Ojalá hubiese una nueva generación de candidatos. Quiero pagar los impuestos de un danés, cobrar el sueldo de un danés y recibir los servicios del Estado danés. Prometo

¿Quieres un trabajo o quieres trabajar"

Usted no es feliz. Le duele algo, no le quieren, está gordo o flaco... y no gana 75.000 dólares al año . Bueno, yo tampoco. Tampoco los gano, quiero decir, del resto no pienso confesar. Pero si alguien le garantizara el sueldo que proporciona la felicidad, ¿qué le gustaría hacer para ganarlo? Claro que le seguirán doliendo trozos de cuerpo y de alma cuando toque, y se seguirá viendo feo o lo que le diga el espejo... no importa, olvídelo. Usted gana al menos cuatro mil o cinco mil euros mensuales, ahora elija su ocupación. Si coincide con la actual, usted sí que tiene muchas papeletas para la felicidad, y si no la alcanza es que lleva los problemas montados de serie, no como extra. Es la diferencia entre tener un trabajo y trabajar, entre tener que hacer y querer hacer . Claro que si alguien le pasa ese dinero by the face , quizá lo último que le apetezca sea trabajar, quizá prefiera estar de juerga, hacer deporte, viajar, qué sé yo. Entonces o bien le echa imaginación y convierte su o

Bicis, innovación y crisis

Siempre me han gustado los transportes alternativos, los intentos de mejorar la movilidad urbana y el diseño industrial, así que cómo no me iba a gustar esta idea de Volkswagen: Lo más interesante es, como siempre, el concepto: una bici eléctrica (mejor sería que requiriese algo de pedaleo), lo suficientemente pequeña y plegable como para que entre en el espacio de la rueda de repuesto de un coche (no sé dónde irá la susodicha rueda, ¿quizá llevan runflats , esos neumáticos carísimo que circulan pinchados?, pero ese es otro tema). De acuerdo, quizá no vea la luz, aunque las bicis eléctricas tienen que terminar triunfando porque acaban con la excusa de las cuestas y el sudor al llegar al trabajo. Hay muchos problemas cotidianos que resolver, muchas demandas de grandes grupos de ciudadanos por atender, la creatividad, la famosa innovación, investigación y desarrollo, sigue siendo la eterna oportunidad de salir de la crisis, de generar riqueza, trabajo... Siempre ha sido igual: el

Vivan las "cadenas"

Llevo unos días con el ordenador estropeado. El portátil con el que me conecto a Internet a diario no sólo por motivos laborales sino también de ocio. Como las vacaciones no estaban muy lejanas y ya entonces la desconexión había sido absoluta, apenas he notado el mono. Apenas. Al fin y al cabo sólo soy un ligero adicto: no prefiero contactar con mis amigos por la red a hacerlo personalmente, ni el sexo virtual al real, aunque a veces sí se me va la hora navegando un poco idiotizado o un poco ansioso, me crea una cierta mala conciencia no entrar en Twitter o Facebook y me agobia claramente que se me acumulen los correos electrónicos. Internet me encanta, me molesta estar sin el ordenador pero he ganado casi un par de horas diarias para hacer otras cosas. Claro que no siempre ha sido la "vida real", el deporte, las reformas en casa o los libros pendientes. También la televisión ha recuperado parte de su trono, los telediarios, por cuestiones docentes, y el cine que se acumula

Recortes de pensiones y otros suicidios

España tiene algo más de medio millón de kilómetros cuadrados y 45 millones de habitantes. Francia tiene 675.000 km2 y 65 millones; Alemania, 357.000 km y 85 millones; Italia, 300.000 km, y 60 millones; Reino Unido, 245.000 km y 61 millones... España es el país 106 por densidad de población . Este problema y la ausencia de modelo productivo es lo que debe preocupar a los gobernantes españoles que cíclicamente auguran el final del sistema de pensiones . España ha bajado al puesto 42 en el Índice de Competitividad Mundial . El año anterior estaba en el 33. Si no tenemos hijos, si espantamos a los inmigrantes, si no sabemos qué producir, si por tanto, no hay trabajo, y vivimos más años... pues no tendremos hijos, ni nadie querrá venir a trabajar, etc, etc, etc. ¿Las pensiones? Zapatero debería pensar qué hacer en vez de recortar y recortar. En realidad, deberíamos pensarlo todos porque con estas políticas nos estamos suicidando colectivamente. Eso sí, el Gobierno proporciona la cicuta.

Teatro de la realidad

No recuerdo ahora quien dijo eso de que un informativo de televisión es una representación teatral, solo que el argumento es la realidad, no la ficción. Cualquiera que haya trabajado en un medio de comunicación sabe que la labor periodística tiene mucho de empaquetado comercial de producto en el que sólo la profesionalidad y el mínimo decoro ético del periodista lo salva de convertirse en una farsa: un titular en prensa, un corte en radio o una cola en un telediario sólo representan la verdad en la medida en que se mezcla la intención sincera de aportar información con el oficio del adorno para que resulte atractiva. En el periodismo ciudadano, es decir, aficionado o espontáneo, esto se está perdiendo y, lo que es más peligroso, la transferencia de la credibilidad que todavía posee la profesión hacia esas nuevas formas de comunicación tiene el efecto perverso y doble de igualar por abajo y hacer indistinguible el teatro de ficción del de la realidad. En otras palabras, a pesar de nuest