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Como no cambiemos, vamos listos

Si somos más pobres, consumimos menos, pagamos a la larga menos impuestos, tenemos menos cohesión social, se crean menos empresas, se destruye empleo, hay que pagar subsidios... Si los gobiernos toman medidas o condicionan sus declaraciones públicas a la inmediatez de los mercados bursátiles, si se atemorizan o se ven incapaces de enfrentarse a los grandes tiburones de las finanzas internacionales, a los especuladores masivos y a los que le siguen por inercia, si el concepto mismo de Estado democrático se resquebraja sustituido por la democracia censitaria del Dow Jones o del IBEX-35 que no tiene más objetivo que la rentabilidad instantánea... Si los profesores aprueban a todo el mundo, si los alumnos no estudian, si los padres no dicen no, si no existe la autoridad o el esfuerzo, si no trabajamos, no innovamos, no creamos, no investigamos... Si robo yo porque si no robas tú, si todo el mundo lo hace, si la vida es así, si palabras como honradez, responsabilidad o, simplemente, princip

Recorte de gasto público: eficiencia o postureo

Si usted no es funcionario ni empleado público aplaudirá que le bajen los sueldos a esos privilegiados. Al fin y al cabo representan a la Administración, la ventanilla, el papeleo, los impuestos, las colas. Decir funcionario no es decir maestro, médico, juez, bombero, militar o policía, sino administrativo, básicamente tomando café. Así que la frase "se reduce la retribución del sector público un 5%", dicha esta mañana por Zapatero, puede sonar hasta a gloria. A eso se dedican últimamente algunos políticos: a buscar frases que suenen bien, a muchos. La medida, junto con la congelación de las pensiones, la retirada del cheque bebé y alguna otra más, está dirigida a recortar el déficit público. Ahora piense en su casa, en su puesto de trabajo e imagine que le dice que debe reducir su gasto, o incrementar su ahorro, no un 5, un 10 por ciento. Tomar decisiones en la microeconomía personal es sencillísimo: tijeretazo a la gasolina, el teléfono y la ropa y buena parte de los hogare

Genios de las finanzas en sus poltronas

Entiendo que un empresario gane millones de euros o de dólares como propietario de un negocio muy rentable, pero no entiendo los sueldos millonarios, la desproporción salvaje entre las cúpulas directivas y el resto de las plantillas. Con la crisis financiera, parecía que podría empezar a extenderse una brisa de renovación, sobre todo después de la intervención de los gobiernos para salvar bancos y primos cercanos. Pero fue un espejismo. Nada parece estar cambiando. Ahora, con los procesos de fusión, al parecer inevitables porque los gestores han hecho mal su trabajo ya sea en términos de tamaño o de saneamiento de sus entidades financieras, resulta que salvan su poltrona como requisito imprescindible para un final feliz. Muchos empleados perderán sus puestos de trabajo, pero las cúpulas garantizan su permanencia. Si este proceso es escasamente aceptable en cualquier empresa, menos presentable es en una caja de ahorros. Esto es lo que al parecer ocurrirá al menos en la fusión de las caj

Chávez y las redes sociales

Que Chávez tenga muchos seguidores en Twitter es lógico. Cualquier presidente de nación que salga a las redes tendrá éxito. Que haya contratado a 200 personas para ayudarle a gestionar la cuenta, bueno, una manera de luchar contra el paro, la medida de su vanidad, el tamaño de su preocupación... Lo que me parece más significativo es que el líder bolivariano sólo recibe algo más de un 18 por ciento de mensajes negativos, a pesar de su controvertido perfil, a pesar de las pasiones que levanta. Pero no quiero escribir sobre él. Sino sobre el ejemplo. Su caso sirve para ilustrar varios aspectos interesantes de las redes sociales. El primero: poco a poco queda claro que la presencia profesional en las redes sociales no es gratis, ni siquiera barata. Es eficiente, rentable, pero absorbe recursos. Si una persona física o jurídica tiene una elevada notoriedad, el cuidado de su imagen en la red acaba exigiendo una cierta inversión económica. No digo yo 200 empleados, pero sí alguien que dediqu

El pacto social por la educación fracasa

Parece que fracasa el pacto por la educación. Una pena. El documento se ha vaciado tanto de contenido que hay que hacer un esfuerzo por ponerse en contra. O a favor. No conozco a nadie que esté de acuerdo con el sistema educativo español. Pero los políticos seguirán pedaleando, negociando a corto plazo, ganando tiempo, sin demasiado compromiso, sacando reglamentos, remiendos, parches. El gremio docente seguirá en crisis de identidad. Los padres seguirán renunciando. Y los estudiantes seguirán teniendo que aprender a buscarse la vida, a pesar de todos los "avances" evidentes que se han alcanzado en su formación. Y mientras tanto la otra crisis, la económica, la coyuntural y la estructural, se mezcla con la demográfica. Si un días nos despertamos siendo de golpe un 20 por ciento más pobres, como los griegos, o con un euro debilitado bruscamente respecto al dólar, nadie se sorprenderá demasiado. Lo malo es que la calidad educativa hasta podría llegar por la reducción de alumnos

La teoría de la inspiración

Aceptemos que Soros y compañía está machacando el euro, disparando a las economías nacionales una tras otra: después de la griega, la española. La prensa "influyente" extiende el rumor de que el gobierno español tendrá que recurrir a la ayuda internacional. Zapatero lo desmiente y nadie le cree. Las bolsas se desploman. La falta de credibilidad de los políticos no es gratis. Y los rumores negativos en situaciones de crisis se creen siempre por si acaso. Pero además de la teoría de la conspiración, existe la de la inspiración . ¿En qué se inspiran los periodistas para coincidir en un tema e incluso en el enfoque del tema?, ¿es magia cuando coinciden los diarios y hasta los dominicales de medio mundo o de un país en sus portadas?, ¿por qué todos los focos se dirigen unánimemente a los mismos asuntos, a veces de forma bastante caprichosa? Los más críticos dicen que la prensa está comprada. Claro. Siempre ha tenido y tendrá dueño. Pero no es el principal problema. Ni siquiera el

De la decisión de Sophie a la de Anne

El cine siempre ha jugado con los grandes dilemas morales como argumento, pero entre las grandes denuncias de las primeras épocas cuando todo estaba por decir hasta los planteamientos del debate como espectáculo morboso o sensiblero actuales hay un trecho que todavía tiene mucho recorrido. Y no hace falta remontarse demasiado en la historia. Basta comparar el tratamiento de dos "decisiones": La decisión de Sophie, con Meryl Streep, y La decisión de Anne, con Cameron Díaz. Esto me pasa a mí por ponerme a comparar cosas que no se deben comparar.