El plan para desmontar la Universidad
Primero redujeron las Licenciaturas de cinco años a cuatro. Como multiplicaron el número de Universidades, de titulaciones y de asignaturas por curso, la atención se desvió y no ocurrió nada. Después redujeron el número de horas dedicadas a clases. Si en una carrera en la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de cuatro años un estudiante recibía unas 3.000 horas, con los Grados de Ley Orgánica de Universidades (LOU) se convirtieron en unas 1.500. Como los profesores daban las mismas horas, nadie puso el grito en el cielo. Repetían las prácticas en grupos más reducidos y listo. Los estudiantes reciben menos clases pero más personalizadas, decían, y coló. Después incorporaron a todos los Grados Proyectos Fin de Carrera, ocupando a veces medio o hasta un cuatrimestre entero. El número de créditos es el mismo que el de una, dos, tres o más asignaturas. Pero no hay clases. Así que tampoco hay profesores. Y las prácticas en empresas también las contabilizaron en créditos como si fueran ...