Aire fresco

Casi me había recuperado de la movida mundialista, con el beso de Iker Casillas a su novia como ejemplo de gestión de imagen, con la actitud de Del Bosque como demostración de la dirección en valores, incluso con todas las interpretaciones que se han querido hacer sobre banderas, política y fútbol, cuando llegó el debate sobre el estado de la nación. Que si casi nunca ha interesado a nadie, en esta ocasión parecía fijado con premeditación y alevosía para que no se vieran ni sus sombras. Verano, campeones del mundo, Mujeres Ricas en las Sexta... ¿quién puede prestar atención a Zapatero y a Rajoy? Quizá a la vuelta de las vacaciones, cuando la gente deje de hacerse fotos con la copa de oro y hayamos sobrevivido a las medidas gubernamentales que aprovechen la guardia baja de la narcotizada opinión pública, quizá vuelva ese estado de mala leche que apuntaba maneras y que hacía replanteárselo todo: el mercado de trabajo, el tejido productivo, el capitalismo, la desaparición de la clase media, el modelo fiscal, las instituciones, el sistema energético, el electoral, el sindical.... todo, o casi todo. Porque Zapatero y Rajoy (y los demás) siguen y siguen y siguen. Ojalá pueda parecer interesante algún tipo de reflexión que traiga sangre nueva. De acuerdo, quizá con aire fresco sea suficiente.

Comentarios

  1. Apuntaría que "aire fresco" simplemente no creo que llegue, un vendaval es lo necesitaríamos.

    Un saludo.

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