La buena educación
No está mal que se vuelva a discutir por enésima vez de educación. Que la derecha aparentemente la desprecie o la utilice como filtro entre clases sociales, que la izquierda la convierta en arma sindical o fuerza "empleabilizadora". El poder debe controlar para ser poder. Incluso el poder del profesor vitalicio amamantado por el sistema. O el del padre "propietario" de su vástago. O el del estudiante crecido por tanto mimo y derecho. Machacar al funcionario, al político, al niñato es casi una reacción "natural" de la sociedad que se puede alimentar fácilmente desde los medios de comunicación. Así que siempre que se haga algo más, por poco que sea, no está mal. Los periódicos están repletos de artículos de opinión. Pero los hechos son los hechos. Y según los hechos, en este país no creemos en la educación. Al menos no tanto como decimos. Nos faltan dos pilares esenciales: el pragmático y el idealista. El pragmático sostiene que la educación acaba siendo r...