El final de Mad Men
Vuelvo a escribir sobre esta serie, ahora que acabó, tan inteligente que en el último instante del último capítulo me hizo sentir inteligente a mí. Porque durante toda la temporada estuvo facilitando pistas sobre lo que iba a ocurrir sin que nadie (yo al menos) pareciera darse cuenta. Y de pronto todo encajó. La excelente técnica narrativa atrajo la atención sobre elementos que distraían, aunque conformaban el relato de todas las subtramas, y nos hizo creer que el viaje vital del protagonista tenía que acabar en una crisis definitiva, la que le llevase al suicidio o por lo menos a un punto de inflexión tan rotundo que justificase el final de la serie. Y no fue así. La crisis de la última temporada era como otras, quizá más grave, pero la vida profesional y personal sigue. Ése es el excelente final. Un guiño a los aficionados a la publicidad, a una generación que todavía canta la melodía de ese anuncio de Coca Cola, a la chispa de la vida, a todos los creativos que sufren periódicame...