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Mostrando entradas de 2024

Predicciones sobre las ZBE

Balance del año y predicción para el que viene. Así solemos rematar diciembre. Recurriendo al oráculo de Delfos, a la hemeroteca, a internet y a la inteligencia artificial. Desde los griegos hasta los usuarios de ChatGPT. De lo que pasó se suele ocupar nuestro sesgo personal, esa maravillosa mezcla de retención y distorsión selectiva que todos llevamos dentro, incluidas las líneas editoriales y los mismísimos algoritmos. De lo que pasará, en el fondo, lo mismo. Así que mientras las calles de la ciudad se llenan de tecnología y señales sobre la ZBE (zona de bajas emisiones) y los políticos profetizan que no habrá limitaciones de tráfico, o mientras Europa aumenta su gasto militar con un ojo en Trump y otro en Putin, permítanme reírme un poco de algunas de nuestras técnicas de predicción. Incluidas las más científicas. Cuando los científicos comprobaron que el tarot o el i ching no eran del todo precisos, inventaron la “prospectiva” para “identificar tendencias”, que tienen mucho que ver...

Alcaldes transformadores

A los alcaldes se les valora por muy diversos motivos: políticos, personales, por su gestión o por sus gestos. Mueven pasiones e indiferencias casi por igual. Para muchos ciudadanos un alcalde es invisible, para otros es quien les arregla o no la calle, el facha o el rojo de turno, el que permite licencias o el que las paraliza. Pero si alguna característica común tienen casi todos los alcaldes mejor valorados es haber sido capaces de transformar su ciudad. Eso de “transformar ciudades” es una especie de concepto social que no está del todo claro. De Paco Vázquez se dice que abrió A Coruña al mar. De Lores, que humanizó Pontevedra, o de Iñaki Azkuna que reconstruyó Bilbao con su efecto Guggenheim. Pueden ser transformaciones más o menos redondas. Nunca exentas de críticas. En Málaga, Francisco de la Torre lleva 24 años gobernando y ha convertido a la ciudad en un referente cultural y un polo de atracción de talento tecnológico. Pero en diez años el precio de la vivienda se ha duplicado...

Debates aborregantes y peligrosos

¿Es normal que existan pensiones de 3.000 euros cuando el salario más frecuente en España apenas supera los 1.200? Pues, naturalmente. La frase, además de ser imprecisa estadísticamente, muestra una falacia de manual al usar la palabra “normal” para calificar las pensiones brutas máximas y compararla con los salarios “más frecuentes” netos. Pero si yo no llego a final de mes no me voy a poner a analizar los matices. Simplemente me cabreo. ¿Cree usted que el gobierno debe intervenir en el mercado de la vivienda? Si atendemos a los sondeos, sin duda. Aunque para unos esa intervención debería ser limitar la libertad de los propietarios a la hora de fijar sus precios, para otros tendría que centrarse en incrementar la vivienda pública y para otros facilitar y multiplicar la promoción privada. Pero planteando la pregunta de este modo, logramos que casi todo el mundo parezca “intervencionista”. ¿No es anacrónico que los funcionarios públicos tengan una mutua que ofrece asistencia sanitaria p...

La universidad sin dinero

Coincidiendo con la noticia de que está pensando en vender edificios y participaciones en sociedades para enjugar su déficit de más de 13 millones de euros, la Universidade da Coruña ha difundido internamente su plan estratégico de comunicación. El documento reúne con enorme voluntarismo la mayor parte de los conceptos teóricos. Pero le falta el más importante de los prácticos: el dinero. Porque podemos rellenar papeles con la facilidad de ChatGPT, usar los libros de todos los especialistas y parafrasear los planes de otras organizaciones para inspirarnos. Pero, sin el presupuesto adecuado para la ejecución del plan, el documento queda en un brindis al sol.  Todos sabemos que el monstruo administrativo tiene sus particularidades. Las rigideces económicas de las entidades públicas provocan, por ejemplo, que se tire dinero en unas partidas mientras en otras falta. Hablan de capítulos como si se tratara de una novela, de planes plurianuales inalterables (que incomprensiblemente encant...

Ellos esperaban a Godot, nosotros la Aesía

Como a Godot, así esperamos a la Aesía, antes conocida como AESIA, la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial. Siento algo de pudor por recurrir a la obra de teatro de Samuel Beckett, que se convirtió ya hace años en una especie de tópico periodístico para aludir a aquello que se espera y nunca viene sin saber muy bien de qué se trata. Y no menos reparo en abrazar los argumentos de un partido político, en este caso el PP, que esta semana llevaba al Congreso las preguntas sobre cuándo llega Godot, perdón, la Aesía. Pero es que nos llenaron de tantas promesas, sin duda verosímiles porque hablaban de futuro, tecnología y puestos de trabajo, que a nadie puede extrañar que nos queme la impaciencia. Ayer mismo Palexco reunía un congreso de directivos sobre ese futuro que ya es presente para muchos y un poco menos para los coruñeses. Se glosaron beneficios sin dejar de apuntar realidades. La inteligencia artificial –conste aquí que me tiene fascinado– lo cambiará todo, c...

Medios abandonando redes sociales

El negocio que aprovechó rápidamente la fotografía, el telégrafo, el teletipo o el fax llegó tarde a Internet. Enseguida se dio cuenta del potencial del cine, la radio o la televisión, pero perdió unos años preciosos en el terreno de las redes. Por aquel entonces, el negocio del periodismo, con todos sus defectos y virtudes, disfrutaba sus grandes rotativas a color, sistemas editoriales informatizados, promociones de fin de semana y chorros de publicidad que engordaban las cuentas de resultados. Eran los únicos que tenían influencia y la rentabilizaban en sus relaciones con los poderes políticos y económicos. Pero en unos años 90 que volaban entre concesiones de canales, periódicos con infinita paginación y docenas de universidades formando a miles de nuevos periodistas, la Red empezaba a popularizarse sin que apenas se enteraran. Con el espejismo de las “puntocom” algunos se coronaron: “Véis como no era nada”. El arrollador éxito de los buscadores y las redes sociales les cerró la boc...

La educación que todo lo arregla pero no pagamos

  Salgo de una clase de periodismo audiovisual en la que se plantean temas de reportajes y posibles enfoques. Los asuntos van desde las redes sociales y los bulos hasta la pornografía, la violencia, el acoso, las relaciones tóxicas, la prostitución, las adicciones… cuestiones siempre muy encuadradas en la agenda de información social que rodea a todos, incluidos los estudiantes universitarios que se afanaban en encontrar una orientación original a sus proyectos en el aula. Lo curioso es que todos pretendían acabar con una propuesta de solución idéntica: esto solo puede arreglarse con educación, con más y mejor educación. Los expertos afirman que el desastre de las inundaciones se habría cobrado muchas menos víctimas si la gente tuviera más formación sobre cómo reaccionar ante una catástrofe. Que los políticos no están suficientemente preparados para valorar la información que les proporcionan los asesores e infravaloran peligros. Que las autoescuelas no enseñan a los automovilistas...

Políticos y la burla de los millones

Suponga que usted es un político en el poder y resulta que gasta muy poco en algo muy necesario, no sé, sanidad, educación, transporte, justicia… lo que prefiera. En realidad, no es que gaste muy poco; está un 80 por ciento por debajo de la media española. Bien, pues ¿cómo presentaría el presupuesto ante sus votantes? Una opción honesta sería explicando que no hay dinero para todo y que su criterio ideológico le lleva a gastar más en sanidad que en educación, por ejemplo. Inconsciencia de novato. Porque si tiene la suficiente zorrería en las artes de la propaganda política optará por presentar una cantidad de millones aparentemente elevada aunque, en rigor, sea una ridiculez. Verbigracia: “Este año invertiremos ‘casi’ 103 millones en transporte público”, (el tres aporta precisión, no vayan ustedes a redondear). Es lo que acaba de hacer la Xunta. A un ciudadano normal cien millones le parecen una barbaridad. No digo ya cuando a uno le hablan de miles de millones. Resulta imposible hacer...

Estamos todos avisados

Impresionado todavía por las riadas de Valencia, no puedo dejar de pensar en la responsabilidad de los políticos que ignoran los avisos de técnicos y científicos. Cuando comenzó la DANA, estaba a punto de escribir precisamente estas líneas hablando de esos oídos sordos, pero aludiendo a algo más local, el Jardín de San Carlos, por el peligro de derrumbe de la muralla del que algunos expertos están alertando. Sé que son asuntos incomparables en dimensiones, pero cuando no se escucha a los que saben a veces ocurren desgracias, pequeñas o grandes.  La desaparición del último olmedal de Europa en el Jardín de San Carlos, siendo una lástima, no es gravísimo. Pero sí un síntoma. Porque se advirtió del riesgo y ni Xunta ni el Concello coruñés hicieron caso. El prestigio del ingeniero y paisajista, Pedro Calaza, parecía suficiente garantía. El comité de Árbores Senlleiras también sostenía que la reforma no entrañaba riesgos. A pesar de que otros técnicos de la casa e incluso expertos de la...

La Xunta pasa de la vivienda y antes no

Los presupuestos públicos son pura fantasía. Un alambicado ejercicio de declaración política que los medios compramos con la misma ilusión con la que asistimos a un espectáculo de magia. Derecha o izquierda lanzan su mensaje para que los contrarios lo critiquen y los propios lo aplaudan como la típica grada de hinchas, a veces de ultras. Ahora toca la promesa presupuestaria de la Xunta, su declaración de intenciones políticas convertidas en dinero. Vayamos entonces a por los populares con lisonjas o con martillos. No quiero hablarles de miles de millones, que ni a usted, seguramente, ni a mí nos entran en la cabeza. Aun sabiendo que son mentira, voy a hablarles de dinero en cantidades más pequeñas, como si fueran de verdad. En los último 18 años la Xunta pasó de presupuestar 3.500 a 5.250 euros por cada gallego. No estaría mal si no fuera porque en 2006 era un 9% más que la media española y en 2023 fue un 3% por debajo. Así que somos un 12 por ciento más pobres comparativamente. No le ...

La guerra entre generaciones

Somos un país, digamos, madurito. Los canónicamente jóvenes, entre los 15 y los 25 años, apenas suman 5 millones. Tantos como los mayores de 75. Sin embargo, los mayores son invisibles salvo cuando hablamos de pensiones. A la infancia, en realidad, tampoco le hacemos demasiado caso. Pero de los jóvenes, aparentemente, nos preocupa todo: sus problemas, su forma de hablar, su música, hasta su salud… quién la pillara…. Sí, son muy atractivos. Excelentes consumidores, permeables a las campañas de marketing, a las modas, a las viejas ideologías que absorben sus primeros votos. Viralizan una canción, siguen fieles a sus influencers, pagan por complementos de Fortnite, abarrotan Barbie, Mario Bros o Marvel, dicen PEC, pana , crush o cringe . Son los que pasan de prensa, tele o radio. Las noticias, dicen, les amargan, no van con ellos.  Están mal pagados y muchos se consideran “aplastados por todos los servicios sociales que hay que suministrar a los viejos”. Aunque nunca una generación t...

Pero el polvo sigue ahí

  Vivo en un ambiente repleto de tecnólogos. Lo admito, yo mismo tuve mi época friki. Llevo más de 40 años pegado a un ordenador y cuando entré por primera vez en OpenAi resultó que ya me había registrado mucho antes y ni siquiera lo recordaba. Tengo amigos que trabajaban en inteligencia artificial en los años 80 y hasta siguen los avances de la informática cuántica. Pero todos seguimos teniendo que sacar al perro, recoger la mesa, planchar o hacer la cama. Hacer la cama, sí, un terreno de la actividad humana cuyos avances más señalados en la historia han sido la bajera con esquinas ajustables y el edredón nórdico. Acepto el robot aspirador o cortacéspedes como otro hito, pero prácticamente ahí se ha acabado el avance informático para librarnos de los trabajos más tediosos del día a día. Sin embargo se empeñan en que los ordenadores compongan música, pinten, escriban, creen mejor que nosotros. Se quedan con las artes y nos dejan el azadón. Es tan lista la IA que se apodera de los p...

Qué hacen con nuestro dinero

  Las obras del cruce del Sol y Mar, en Oleiros, costaron más de 12 millones de euros. El primer accidente en Alfonso Molina demostró que la inversión no soluciona el colapso. Cuando esta avenida se amplíe, invirtiendo equis decenas de millones, ocurrirá lo mismo. Entre otras cosas porque hay embudos naturales difíciles de sortear. Al menos tenemos un consuelo: crece la opinión entre los ciudadanos de que la solución no pasa por más obras sino por más transporte público. Pero las obras no suelen ser del todo malas, los políticos presumen de ellas y al parecer les granjean votos. Nadie pide cuentas sobre lo gastado y nos ponemos muy contentos cuando se inauguran, aunque generalmente el coste final se incremente un tercio sobre lo presupuestado y se retrase años su finalización. Por qué los votantes nunca pedimos responsabilidades sobre nuestros dineros es un misterio que solo puede resolver la psicología social. Espero que la psicología social tenga una respuesta más científica que ...

El Mundial de la lechera

  El Concello de A Coruña está convencido de que los inspectores de la FIFA confirmarán a la ciudad como subsede del Mundial de Fútbol de 2030. Y una gran mayoría de votantes, profesionales de múltiples disciplinas, periodistas y aficionados se alegrarán. En realidad muy pocos se molestarán. Porque, aunque los datos y la experiencia demuestran que es una pésima inversión, la emoción, el orgullo local y el optimismo (imprescindible para sobrevivir) nos empujan como una gigantesca ola impulsa a un surfista. A todos nos apetecen los lujos, compramos coches más caros de lo necesario, nos hipotecamos algunos años más de lo que sería razonable y nos concedemos o soñamos con todo tipo de caprichos. Gracias a esa tendencia tan humana, unos pocos se enriquecen y unos políticos ganan elecciones. Hasta ahí todo normal. Pero resulta simpático como, para el autoengaño colectivo, no paramos de repetir coletillas: el Mundial tiene un enorme impacto económico, genera miles de puestos de trabajo y ...

No son los “pseudomedios”, son las redes

  El director de un medio y su empresa editora son los últimos responsables de lo que publican. Tanto o más que el autor, sea o no periodista profesional. Si Youtube, X o Facebook fueran legalmente medios de comunicación, los Elon Musk, Zuckerberg o Page tendrían que responder por millones de calumnias, injurias, libelos y bulos. Ellos y sus directores correspondientes en cada uno de los países. Jeff Bezos acaso responda en último término por lo que se publica en el Washington Post, pero difícilmente lo hará por algo difundido en Amazon. Las multinacionales digitales han logrado zafarse del marco legal que regula los medios de comunicación. Sin embargo ocupamos el debate político con los ahora famosos “pseudomedios”, cuando estos  tendrían una influencia escasísima sin la viralidad de las redes. Eso es lo que hay que regular: las redes sociales. Hace apenas unos meses, un director de cine fue acusado de agresor sexual por un diario madrileño, El País. Esta semana, el cineasta ...

Algunos datos que preferimos olvidar

  Voy a citarles algunas cifras coruñesas con frecuencia consideradas como residuales y por tanto olvidadas. Por ejemplo, quizá usted sepa, o no, que entre 400 y 600 personas sin hogar rotan a diario por los servicios sociales del área. O que 3.000 familias piden becas de comedor pero al parecer solo se conceden 2.300. O que más de 16.000 coruñeses están en situación de dependencia y lo peor es que para conseguirla oficialmente se tarda más de un año…  Son los números de un panorama ante el que generalmente cerramos los ojos. Nada de todo esto ha sido ni noticia del verano, ni sale en los teledirigidos algoritmos de nuestras redes sociales, ni aparece en las principales tareas pendientes de cualquiera de las administraciones responsables. No debe dar votos, ni provoca el enconamiento de las pasiones frentistas que tanto gustan a cada uno de los bandos identitarios que se reparten foros y comentarios. Preferimos la bronca sobre Begoña y Peinado, Llarena y Puigdemont, el cupo, l...

Vacaciones

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Nos podemos ir de vacaciones. Renovado el CGPJ, Assange en libertad, el Deportivo sin déficit… pocas semanas prevacacionales aligeran tanto la mochila de las preocupaciones. Podremos disfrutar del descanso en toda su extensión. Y de esto precisamente quería hablar: de las vacaciones. ¿Cuántos chicos que creen estar escogiendo este verano su futuro profesional pensarán en este decisivo factor laboral? Quién sabe, pero quizá muchos aspiren a ser profesores por cinco razones: julio, agosto, navidad, carnaval y semana santa. Otros desearán ser diputados para, además, sumar a todo lo anterior el mes de enero. Habrá quienes se conformen con ser funcionarios por aquello del mes y los moscosos, que menos da una piedra…Muy pocos se fijarán en los períodos de descanso elegibles: si se puede escoger a lo largo de todo el año, si es obligatoria una época del año, si se puede acumular, si solo pueden ser unos días seguidos, no un mes, si los compañeros tienen más derechos que tú… De verdad que me a...

Elegir carrera

Dicen los mayores que quienes acaban de aprobar la selectividad viven el verano de su vida. Porque en la época de los mayores había exámenes de septiembre. Ahora los más jóvenes tienen unos cuantos veranos de su vida por delante, de esos que duran dos o tres meses, aprueben o no. Algunos los aprovecharán para exóticos viajes “low cost”, con su iPhone de mil euros en el bolsillo. Otros devorarán “fests” y pulseras “cashless”. Y unos cuantos se buscarán los cuartos en trabajos estivales. Pero los que han superado la EBAU, además de celebración juvenil, también tendrán su pequeño infierno: la elección de carrera profesional. Y nadie les libra de la angustia y de la inseguridad propia de la edad. Todo, además de por la familia, parejas de turno y amigos, exagerado por las redes sociales. Pues, hala, jóvenes, a decidir dentro de la disparatada oferta de más de cuatro mil carreras universitarias y la “escasísima” de unos 90 grados superiores de formación profesional. Habéis recibido informac...

El Mir judicial y las trincheras

  Sumar propone un cambio en el sistema de acceso a la carrera judicial que, al margen de trincheras políticas, debería al menos hacernos reflexionar. Es cierto que, si usted no cuenta con unos padres que le mantengan mientras prepara oposiciones, tendrá pocas posibilidades de superar esas anticuadas pruebas de memoria y velocidad oral que los aspirantes denominan “cantar”. Pero en realidad lo más grave no reside en el clasismo del modelo, si no en su falta de idoneidad para elegir a los mejores, a los más aptos para ser juez o fiscal. Porque los “chapones” no son los “mejores”. En general lo sabe todo el mundo y en concreto lo sabemos quiénes nos dedicamos a enseñar. Un “empollón” demuestra capacidad de trabajo y concentración, pero a veces oculta cuadros psicológicos inquietantes, muy poco adecuados para unas profesiones que precisan cualidades intelectuales, sociales y humanas complejas. Lo vemos en los jueces estrella, en los mediáticos, en los politizados, en los que andan sin...

Manfred, Iratxe, ¿quiénes sois?

Muchos se cachondean sin disimulo, incluso en televisión: ¿de verdad hay elecciones europeas? Otros puede que ni se hayan enterado. Unos cuantos se escandalizan de que se prevea una baja participación. Y hay quien se rasga las vestiduras porque no se vote pensando en Europa sino en una especie de plebiscito que burle el sistema D’Hondt. Y qué esperaban, digo yo. Los políticos saben que los ciudadanos no entienden el funcionamiento de la Unión Europea. Pero cómo lo van a entender si es que además de ser extraordinariamente complicado, apenas se habla de ello. Ni siquiera conocemos a las personas, a los líderes parlamentarios mientras que los nacionales, autonómicos o locales monopolizan primeras planas e informativos. Cuántos votantes ponen cara, por ejemplo, a Manfred Weber, presidente de los populares, o a Iratxe García, presidenta de los socialistas europeos y española. Por usar un dato algo tonto, lo sé, a Weber le siguen en X 67 mil personas y ha publicado menos de diez mil mensaje...