Depósito de cadáveres, dígame
Si usted recibe muchas llamadas indeseadas, con ofertas comerciales, mensajes automatizados o incluso silencios inquietantes, le recomendaría que se apuntase a la Lista Robinson. Pero apenas sirve para nada. Como mucho, para decir que está apuntado y entonces suelen colgar. Aunque también cuelgan si, en lugar de contestar con un “diga”, responden con seguridad: “Depósito de cadáveres, dígame”. Sirve también un enérgico: “Comisaría de Policía, ¿en qué puedo ayudarle?”. Los números se acompañan de una lacónica mención a la procedencia nacional. De España nos llaman a diario, aunque tampoco resulta extraño que lo hagan desde Ruanda. Y las “robollamadas” molestan e incluso generan ansiedad. Especialmente a los mayores que viven solos. Muchos ni cogen el teléfono, aburridos o temerosos de los intentos de fraude. Según la OCU, aunque la ley exige que las llamadas comerciales sean identificables, en la práctica muchas empresas utilizan números que no permiten ser devueltos o que no están asig...