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Mostrando entradas de febrero, 2025

El veneno que nos meten

No paran de cabrearnos. Lo digo por aquello de que nos roban los catalanes, nos roba el gobierno, hasta nos roban en Nostián… Sí, ha sido una semana de quitas, condonaciones y pedagogías extrañas sobre impuestos, lo común y lo particular. Cuando en realidad sucede lo de siempre: negocia quien puede negociar. Si nosotros pudiéramos condicionar la continuidad del gobierno, también sacaríamos tajada. Por supuesto que condonar el 22% de la deuda adquirida mediante el Fondo de Liquidez Autonómica es una cesión de Sánchez a “los catalanes” para seguir en el poder. Condonar aquí significa repartir entre todos. Así que Rueda tiene que elegir entre que cada gallego pague unos 200 euros más de lo que debía y protestar mucho, o pagar como mínimo el doble y hacerse el digno. Porque la deuda catalana, y alguna otra, seguro, se pagará a escote. Así que digo yo que no seremos tan idiotas de, además, pagar la nuestra nosotros solos. De esto saben mucho en la administración. Uno se endeuda, otro ahorra...

Carreras menguantes y formación profesional

  Qué recuerdos. Hace años, una licenciatura universitaria tenía cinco cursos, unas 4.500 horas de clase. Después, con la Ley de Reforma Universitaria, aparecieron las licenciaturas de cuatro años y se esfumaron más de mil horas lectivas. Con la siguiente Ley Orgánica de Universidades volaron las licenciaturas y se crearon los grados. Solo 15 horas semanales de clase para el estudiante, casi la mitad que en bachillerato. Las carreras quedaban en 2.400 horas. Y ahora, no tanto por la ley, que también, sino porque las universidades no tienen un euro, se acortan a poco más de 2.000. Las mismas que los ciclos de grado superior de Formación Profesional, solo que estos duran dos cursos. Sé que no cuento nada nuevo, y mucho menos para profesores y estudiantes. Las carreras llevan encogiendo años. Pero esta semana se ha planteado a nivel nacional la típica disputa de atribuciones profesionales entre titulados de FP y de Universidad, en este caso de Educación Física y Ciencias del Deporte, ...

Vivienda lenta

Aunque un día como hoy se empiece con la tramitación de una urbanización, hasta que pasen al menos cuatro años no se convertirá en realidad. Lo comentaba el alcalde de Oleiros esta semana en la SER criticando tantas promesas de vivienda que no se cumplirán. Yo le escuchaba en el coche, yendo por Lavedra, viendo los solares vacíos de Someso o del antiguo concesionario de la Mercedes que, ahora que el brutalismo se reivindica cinematográficamente, era un icono de la arquitectura local quizá no del todo valorado. Cuatro años, dice Ángel García Seoane… Será cuando las cosas van rápidas. Ya he perdido la cuenta del tiempo, ¿20 años? Claro que hubo una crisis, la misma que paralizó Someso y acabó con CaixaGalicia y sus torres. Pero por qué diablos se tarda tanto en construir en este país si se necesitan 600.000 viviendas, si es la principal preocupación de la gente, por encima del paro, los sueldos, las pensiones, la sanidad o la justicia, que ya es decir. Vale, lo sabemos todos: la burbuja,...

Enfermeras y puñales

Cuando en un mercado laboral hay más demanda de profesionales que oferta, la teoría dice que sus salarios y condiciones de trabajo mejoran. Por eso algunos encofradores, por ejemplo, llegaron a cobrar el doble que un catedrático en la era del bum de la construcción. Sin embargo, en España se necesitan 100.000 enfermeras, pero sus condiciones laborales son tan pésimas que una de cada cuatro se plantea dejarlo. Cobran mal, un tercio soportan una temporalidad insultante y, además, pueden ser apuñaladas. Habrá quien considere el caso del enfermero acuchillado esta semana en el Hospital de A Coruña como un lamentable incidente, más aún sabiendo que el agresor era un enfermo psiquiátrico. Lo cierto es que fallaron los protocolos, que no solo deben ser adecuados sino que además hay que aplicarlos. Pero aún así podríamos aquietar nuestras conciencias pensando que no todos los días se producen situaciones tan graves. Y es verdad, ni tan graves ni todos los días. Pero todas las semanas, sí, toda...