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Mostrando entradas de 2025

Okupas, incendios y leyes

  El incendio de la calle de la Barrera en A Coruña del pasado martes apenas se produjo unas horas después de la conferencia de presidentes autonómicos que iba a tratar, entre otros, el problema de la vivienda. Porque mientras los políticos se enzarzan con los pinganillos, las lenguas oficiales y el no te beso porque me llamas asesina, los okupas de inmuebles abandonados (sí, abandonados, no solo vacíos), viven en unas condiciones que llegan a convertirse en una bomba incendiaria. Llámenme exagerado, pero estoy seguro de que ninguno de los vecinos que desalojaban los bomberos a las dos de la mañana estaba muy preocupado por si España es plurinacional o uninacional. Puede que ni siquiera supieran que desde el 3 de abril pasado existe una ley antiokupas que al parecer no se cumple. Tal vez la vida real, tanto la cotidiana como la extraordinaria, transcurre tan ajena a la trifulca del “quítate tú pa ponerme yo” como, lamentablemente, a la propia legislación. Que la okupación en este p...

Facultad de Medicina en Galicia y financiación universitaria

  Hace más de 35 años el sistema universitario gallego cambió radicalmente, salvo la Facultad de Medicina de Santiago. Era la cristalización de la LRU de 1983. En la práctica, significaba la desaparición de las aulas masificadas, los macrocentros, las cátedras monolíticas. Se sustituían por la descentralización territorial y del poder académico. Carreras como Empresa, Derecho, Enfermería, Comunicación Audiovisual, Ingeniería Informática o Educación multiplicaron sus centros. Salvo Medicina. Como media, 80 estudiantes acceden en primero a cualquier grado. En Medicina entran 400. La Facultad de Medicina de Santiago tiene más de 2.200 matriculados. Es la más grande de España y representa más del 10% del alumnado total de la USC. En el modelo de educación superior que funciona en este país se trata de un anacronismo imposible de justificar. Que se reparta la docencia práctica en alguno de los últimos cursos entre las tres universidades gallegas solo origina problemas administrativos y ...

Depósito de cadáveres, dígame

Si usted recibe muchas llamadas indeseadas, con ofertas comerciales, mensajes automatizados o incluso silencios inquietantes, le recomendaría que se apuntase a la Lista Robinson. Pero apenas sirve para nada. Como mucho, para decir que está apuntado y entonces suelen colgar. Aunque también cuelgan si, en lugar de contestar con un “diga”, responden con seguridad: “Depósito de cadáveres, dígame”. Sirve también un enérgico: “Comisaría de Policía, ¿en qué puedo ayudarle?”. Los números se acompañan de una lacónica mención a la procedencia nacional. De España nos llaman a diario, aunque tampoco resulta extraño que lo hagan desde Ruanda. Y las “robollamadas” molestan e incluso generan ansiedad. Especialmente a los mayores que viven solos. Muchos ni cogen el teléfono, aburridos o temerosos de los intentos de fraude. Según la OCU, aunque la ley exige que las llamadas comerciales sean identificables, en la práctica muchas empresas utilizan números que no permiten ser devueltos o que no están asig...

La noticia más importante

De vez en cuando le pido a alguna inteligencia artificial que mencione las noticias más importantes de la semana para alguien que vive en esta esquina del mundo. No hace mucho revisaría algún semanario, pero prácticamente han desaparecido. Como es natural, no tengo la menor esperanza de que me aporte algo sorprendente. En realidad, confirma mis temores (maldito sesgo psicológico, pienso). Pero admito que en esta ocasión me ha dejado descolocado que una caída generalizada de la red de telecomunicaciones apenas haya tenido trascendencia solo unos días después del apagón eléctrico en toda la península. A ver si soy yo, me dije, que centro mi atención en Gaza, o Melody, o a la última reunión de políticos sobre la fachada marítima coruñesa. Pues al parecer a las listísimas herramientas informáticas les ha ocurrido lo mismo. Hace unos días, conversando con unos amigos no demasiado partidarios de Pedro Sánchez, mientras escuchaba críticas feroces por los WhatsApps de Ábalos, les comenté mi ex...

Xuxán o como nos engañan

Puede que los cooperativistas de Xuxán solucionen el problema de acceso a sus viviendas. La cuestión, además de ser escandalosa por sí misma, afecta a un número suficiente de vecinos como para que se convierta en política. Y ya se sabe que cuando la política está por medio todo es posible. Incluso que se haga justicia. Pero esta historia vuelve a poner en evidencia lo absolutamente desamparado que está el ciudadano común, el contribuyente de a pie o el más simple de los mortales consumidores ante la Administración, las grandes empresas y las normas siempre redactadas a favor del más fuerte. Y de manera especial cuando compramos una casa, cuando se reclama una indemnización al seguro o cuando hay un problema con el banco, la eléctrica o la teleco de turno. Ni entendemos a veces ni siquiera podemos leer lo que firmamos: una escritura, una póliza, una aceptación de condiciones contractuales. El flamante Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, tan cri...

Motivos para las universidades privadas

El beneficio económico, la influencia social y la demanda insatisfecha de formación son los principales motivos para crear una universidad privada. Evidencia de lo primero es la irrupción de los fondos de inversión en el sector universitario con cifras “milmillonarias” en operaciones de compraventa. La muestra más evidente de lo segundo son las universidades religiosas, presentes desde el origen histórico de la institución. En cuanto a la satisfacción de la demanda formativa, existen dos perspectivas: la del estudiante con una vocación específica que no puede desarrollar por la limitación de plazas de acceso, y la de las empresas y sus directivos, que consideran que la universidad pública no forma a sus futuros e incluso actuales empleados como ellos quieren. Sobre el lucro nada hay que explicar. Algunos modelos políticos lo prohíben o lo dificultan y exigen que las universidades privadas reinviertan sus beneficios en formación, investigación, personal o instalaciones, nunca en reparto...

Nucleares, cardenales y realidades

  Esta semana somos expertos en redes eléctricas. La que viene, dominaremos los entresijos del cónclave como auténticos vaticanistas. Todo ello con la suficiente profundidad de conocimientos como para tomar partido, que, en realidad, es de lo que se trata. Lo de menos es el bando: las nucleares, las renovables o la corriente progresista o conservadora del próximo cónclave. Tomamos partido con el corazón y ya encontraremos las explicaciones según nuestro clásico sesgo de confirmación. Siempre después del primer impulso emocional y con brocha gorda.  Lo malo es que entre tanta cuestión general no prestamos atención a lo concreto. Por ejemplo, hemos elogiado con toda justicia la labor de los equipos humanos, pero no se ha denunciado suficientemente los problemas de comunicación de los servicios de emergencia durante el apagón. Ni nadie exige que los respiradores o las máquinas de oxígeno cuenten con sistemas centralizados de alarma que movilicen la ayuda, aunque sea por parte de ...

La mecha que enciende El Odio

  Entre rearme, aranceles y la muerte del Papa, apenas ha trascendido lo que solo unas semanas antes era tema de portada: una entrevista en TVE a Luisgé Martín, autor del libro sobre José Bretón. Ante la presión social, Anagrama decidió no publicarlo. Y ahí remitió un escándalo que no solo se azuzó en redes sociales sino también desde el Gobierno, con una ministra de Igualdad afirmando que “no se puede dar voz a los asesinos”, aunque sí (esto lo apostillo yo) gobernar gracias a su apoyo parlamentario.  La entrevista era periodísticamente interesante porque daba por primera vez la oportunidad de explicarse a un escritor lapidado antes de que su texto se leyera. Sin embargo, en el ambiente flotaba la crítica, educada, templada y con dudas, sí, pero también con un ligero paternalismo moral. Aunque no refiriéndose al programa en el que estaba participando sino a la sociedad en general, el mismo Martín denunciaba ese insidioso mecanismo de la censura actual como un peligro prefasci...

Tensionados

  El 22% de las viviendas en A Coruña están vacías. Más de 31.000. Reincorporarlas al mercado sería la verdadera solución al problema de los alquileres en la ciudad. Pero ninguna de las herramientas que teóricamente se han utilizado para conseguirlo ha funcionado. ¿Por qué en otros lugares sí y aquí no? Es un misterio. ¿Por qué piensan que la declaración de zona tensionada abaratará los pisos? ¿Porque ha funcionado en Barcelona? No me hagan reír. Cada ciudad es un mundo. A Coruña no se parece a Barcelona, ni Barcelona a Sevilla, ni Sevilla a Bilbao. En realidad, las leyes nacionales de vivienda suelen pecar de sesgo capitalino (ya se sabe, “Madrid es España”) o se redactan en clave de grandes ciudades, con distribuciones residenciales y empresariales muy concretas y con invasiones turísticas que vacían los barrios de vecinos locales.  Rara vez esas leyes son adecuadas para ciudades medianas o pequeñas. Tienen sus propias particularidades. Por eso, cada vez que un gobierno inte...

Universidades, chiringuitos y políticos

La Unesco reconoce diecinueve mil universidades en todo el mundo. Otras fuentes elevan el número hasta cincuenta mil. Unas son públicas; otras, privadas sin fines de lucro; y otras, privadas con fines de lucro. Determinar cuáles son mejores resulta complicado porque depende de los criterios evaluados (como calidad académica, investigación, costes o accesibilidad). Así que la controversia entre buenas y malas universidades suele ser bastante estéril. Salvo que responda a intereses políticos. Que en los rankings siempre aparezcan en las primeras posiciones las privadas sin ánimo de lucro, como Harvard, Stanford o el MIT nos lleva a pensar que son el mejor modelo, pero solemos olvidar que la UCLA o Berkeley, ambas en California, o las británicas Oxford y Cambridge son públicas. Todas ellas con un excelente marketing. De hecho, gozan de fama mundial mientras otras universidades con indicadores de calidad semejantes apenas son conocidas. Así que algo hay de propaganda, bastante de truco en ...

Mutualistas mayores, pero no idiotas

Siendo todo malo, lo peor de la administración no es la burocracia, la opacidad, la ineficiencia o la lentitud. Lo atroz es que hay personas en la maquinaria que toman decisiones en exclusivo interés propio. Son los tiranos que retuercen la letra de una norma, los déspotas que la redactan para beneficiar al sistema en perjuicio del administrado, el listillo que tiene una ocurrencia para ganarse el favor de su jefe o simplemente el funcionario quemado que no tramita un papel porque le falta cualquier estupidez. Por una vez, Hacienda ha rectificado su decisión de fraccionar en varios años la devolución de los 1.700 millones de euros que los mutualistas tributaron en exceso entre 1967 y 1978. ¿Por qué no devolverlo en un solo pago como hasta ahora? Pues por sus santas narices. De modo que miles de pensionistas, en edades obviamente avanzadas, debían solicitar este año la devolución correspondiente al 2019. Y así hasta 2029. Hacienda hacía cálculos para ver cuántos se morían antes. Dinero ...

Adolescencia, la serie, el problema

  Si tienen ocasión, no dejen de ver en Netflix la miniserie británica ‘Adolescencia’. Retrata de forma magistral la mezcla explosiva de hormonas, redes sociales, deseo, odio y padres ajenos a la inseguridad de una habitación cerrada a la familia y abierta a un mundo de riesgos infinitos. Cuatro capítulos rodados en plano secuencia, es decir, sin cortes. Narran la angustiosa situación de un niño de 13 años acusado de asesinar a una compañera. Cada episodio muestra un contexto: la detención, el colegio, la entrevista con la psicóloga y, por fin, el cumpleaños del padre, una jornada que nada tiene de celebración. Al margen de las cualidades excepcionales de la interpretación, en especial la del chaval, capaz de mostrarse tan tierno y desamparado como aterrador, la serie mete un dedo en el ojo de cualquier familia normal con hijos, no solo varones, inmersos en su universo digital. Normal. Ni marginal ni desestructurada. Una familia que cree regalar un teléfono y en realidad regala una...

Spiderman contra María Pita

Las estadísticas dicen que nos gastamos casi 9 euros al mes en ver películas, ya sea en plataformas o en el cine. Si la Xunta fuera una familia media se gastaría menos de un euro. Es lo que le suponen las ayudas al cine gallego dentro de su presupuesto. Sé que todo el mundo está hablando del gasto en Defensa, pero permítanme hablar del gasto público gallego en el audiovisual, aunque solo sea porque mañana se entregan los Mestre Mateo. Puede que películas como ‘Honeymoon’, ‘As Neves’ o ‘Justicia Artificial’ no estén al nivel de ‘La infiltrada’, ‘El 47’ o ‘Casa en llamas’. Tampoco han tenido la misma promoción ni el mismo apoyo institucional para su realización. Si hablamos de ventajas fiscales, Canarias y el País Vasco se llevan buena parte de los rodajes. Si hablamos de industria, Madrid y Cataluña están a años luz del resto de España y además cuentan con sendas escuelas de cine que Galicia debería tener hace años. Y aun así el audiovisual gallego mantiene su ritmo, con más de 4.500 em...

Letra pequeña

  Telefónica me ha ofrecido un contrato con tanta letra pequeña que después me ha enviado un resumen. Lo primero lo hacen todos, lo segundo es “bien simpático”, que diría mi abuela. La letra pequeña es aquella que se reduce (y extiende a lo largo infinitos párrafos) para que no se lea al firmar y solo beneficie a quien la escribe. Que se acepte su existencia y se considere legal no es más que otra demostración de que el sistema permite que el fuerte abuse del débil, del consumidor, del votante, del contratado, del cliente… Es decir, del individuo, que somos todos y cada uno de nosotros cuando nos enfrentamos a la organización, a la empresa, al mundo. A veces, los acuerdos tienen letra pequeña para que no se enteren los demás, como en política. Los acuerdos de gobierno son un ejemplo perfecto, pero también los internacionales sobre paces o guerras. No importa que hablemos de Ucrania, de Cataluña o del Concello, como tampoco importa si es Telefónica, el banco o los seguros. La letra ...

El veneno que nos meten

No paran de cabrearnos. Lo digo por aquello de que nos roban los catalanes, nos roba el gobierno, hasta nos roban en Nostián… Sí, ha sido una semana de quitas, condonaciones y pedagogías extrañas sobre impuestos, lo común y lo particular. Cuando en realidad sucede lo de siempre: negocia quien puede negociar. Si nosotros pudiéramos condicionar la continuidad del gobierno, también sacaríamos tajada. Por supuesto que condonar el 22% de la deuda adquirida mediante el Fondo de Liquidez Autonómica es una cesión de Sánchez a “los catalanes” para seguir en el poder. Condonar aquí significa repartir entre todos. Así que Rueda tiene que elegir entre que cada gallego pague unos 200 euros más de lo que debía y protestar mucho, o pagar como mínimo el doble y hacerse el digno. Porque la deuda catalana, y alguna otra, seguro, se pagará a escote. Así que digo yo que no seremos tan idiotas de, además, pagar la nuestra nosotros solos. De esto saben mucho en la administración. Uno se endeuda, otro ahorra...

Carreras menguantes y formación profesional

  Qué recuerdos. Hace años, una licenciatura universitaria tenía cinco cursos, unas 4.500 horas de clase. Después, con la Ley de Reforma Universitaria, aparecieron las licenciaturas de cuatro años y se esfumaron más de mil horas lectivas. Con la siguiente Ley Orgánica de Universidades volaron las licenciaturas y se crearon los grados. Solo 15 horas semanales de clase para el estudiante, casi la mitad que en bachillerato. Las carreras quedaban en 2.400 horas. Y ahora, no tanto por la ley, que también, sino porque las universidades no tienen un euro, se acortan a poco más de 2.000. Las mismas que los ciclos de grado superior de Formación Profesional, solo que estos duran dos cursos. Sé que no cuento nada nuevo, y mucho menos para profesores y estudiantes. Las carreras llevan encogiendo años. Pero esta semana se ha planteado a nivel nacional la típica disputa de atribuciones profesionales entre titulados de FP y de Universidad, en este caso de Educación Física y Ciencias del Deporte, ...

Vivienda lenta

Aunque un día como hoy se empiece con la tramitación de una urbanización, hasta que pasen al menos cuatro años no se convertirá en realidad. Lo comentaba el alcalde de Oleiros esta semana en la SER criticando tantas promesas de vivienda que no se cumplirán. Yo le escuchaba en el coche, yendo por Lavedra, viendo los solares vacíos de Someso o del antiguo concesionario de la Mercedes que, ahora que el brutalismo se reivindica cinematográficamente, era un icono de la arquitectura local quizá no del todo valorado. Cuatro años, dice Ángel García Seoane… Será cuando las cosas van rápidas. Ya he perdido la cuenta del tiempo, ¿20 años? Claro que hubo una crisis, la misma que paralizó Someso y acabó con CaixaGalicia y sus torres. Pero por qué diablos se tarda tanto en construir en este país si se necesitan 600.000 viviendas, si es la principal preocupación de la gente, por encima del paro, los sueldos, las pensiones, la sanidad o la justicia, que ya es decir. Vale, lo sabemos todos: la burbuja,...

Enfermeras y puñales

Cuando en un mercado laboral hay más demanda de profesionales que oferta, la teoría dice que sus salarios y condiciones de trabajo mejoran. Por eso algunos encofradores, por ejemplo, llegaron a cobrar el doble que un catedrático en la era del bum de la construcción. Sin embargo, en España se necesitan 100.000 enfermeras, pero sus condiciones laborales son tan pésimas que una de cada cuatro se plantea dejarlo. Cobran mal, un tercio soportan una temporalidad insultante y, además, pueden ser apuñaladas. Habrá quien considere el caso del enfermero acuchillado esta semana en el Hospital de A Coruña como un lamentable incidente, más aún sabiendo que el agresor era un enfermo psiquiátrico. Lo cierto es que fallaron los protocolos, que no solo deben ser adecuados sino que además hay que aplicarlos. Pero aún así podríamos aquietar nuestras conciencias pensando que no todos los días se producen situaciones tan graves. Y es verdad, ni tan graves ni todos los días. Pero todas las semanas, sí, toda...

Universidades pobres y DeepSeek

  A veces los datos nos vuelven tan locos que no sabemos qué es verdad o mentira, no importa si van de economía, paro, tecnología o educación. Aún así déjenme comparar unas cifras aparentemente inconexas. La Universidade da Coruña tiene un déficit de 13 millones. Pedro Sánchez presentó el proyecto ALIA, “la primera infraestructura pública europea, abierta y multilingüe” de inteligencia artificial, con un presupuesto de 10,5 millones. Y los chinos de DeepSeek han creado en meses y con 5 millones una inteligencia artificial que hundió en bolsa a un sector que mueve cheques tan milmillonarios como la prometida Stargate de Trump y sus, asómbrense, 500.000 millones de dólares. Al margen de que Trump sea o no un bocazas, quienes afirmaron que el proyecto español de ALIA era puro humo, porque con ese dinero no se puede hacer nada, se han comido sus palabras con la aparición de DeepSeek. Claro que, como los norteamericanos, los chinos pueden ser unos fantasmas. Solo que en vez de presumir ...

Un “máster plan” para el acuerdo

Todo depende de cuál sea su problema. Si es la vivienda, los terrenos del puerto le parecerán una oportunidad histórica. Si se dedica a la pesca o cualquier otra actividad portuaria, le preocupará que casi nadie parezca prestarle atención. Si soporta atascos y falta de aparcamiento, dirá aquello de que aprovechen esos miles de metros cuadrados para acabar con el eterno embudo del centro. Si tiene casa y tranquilidad económica ajena a barcos (que no a yates), puede que le parezca que la fachada marítima requiere parques, playas, algún Guggenheim, cosas bonitas, el balcón de la ciudad. Aunque también es posible que si es de izquierdas o de derechas tenga visiones diferentes sobre los fines a los que se debe dedicar el suelo público, independientemente de los problemas que tenga la gente. Admitamos que también existe el componente de la ilusión compartida, aunque vaya en contra del pragmatismo económico, incluso de la conveniencia personal. La ilusión es tan importante que muchos desean, ...