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Mostrando entradas de 2025

Tensionados

  El 22% de las viviendas en A Coruña están vacías. Más de 31.000. Reincorporarlas al mercado sería la verdadera solución al problema de los alquileres en la ciudad. Pero ninguna de las herramientas que teóricamente se han utilizado para conseguirlo ha funcionado. ¿Por qué en otros lugares sí y aquí no? Es un misterio. ¿Por qué piensan que la declaración de zona tensionada abaratará los pisos? ¿Porque ha funcionado en Barcelona? No me hagan reír. Cada ciudad es un mundo. A Coruña no se parece a Barcelona, ni Barcelona a Sevilla, ni Sevilla a Bilbao. En realidad, las leyes nacionales de vivienda suelen pecar de sesgo capitalino (ya se sabe, “Madrid es España”) o se redactan en clave de grandes ciudades, con distribuciones residenciales y empresariales muy concretas y con invasiones turísticas que vacían los barrios de vecinos locales.  Rara vez esas leyes son adecuadas para ciudades medianas o pequeñas. Tienen sus propias particularidades. Por eso, cada vez que un gobierno inte...

Universidades, chiringuitos y políticos

La Unesco reconoce diecinueve mil universidades en todo el mundo. Otras fuentes elevan el número hasta cincuenta mil. Unas son públicas; otras, privadas sin fines de lucro; y otras, privadas con fines de lucro. Determinar cuáles son mejores resulta complicado porque depende de los criterios evaluados (como calidad académica, investigación, costes o accesibilidad). Así que la controversia entre buenas y malas universidades suele ser bastante estéril. Salvo que responda a intereses políticos. Que en los rankings siempre aparezcan en las primeras posiciones las privadas sin ánimo de lucro, como Harvard, Stanford o el MIT nos lleva a pensar que son el mejor modelo, pero solemos olvidar que la UCLA o Berkeley, ambas en California, o las británicas Oxford y Cambridge son públicas. Todas ellas con un excelente marketing. De hecho, gozan de fama mundial mientras otras universidades con indicadores de calidad semejantes apenas son conocidas. Así que algo hay de propaganda, bastante de truco en ...

Mutualistas mayores, pero no idiotas

Siendo todo malo, lo peor de la administración no es la burocracia, la opacidad, la ineficiencia o la lentitud. Lo atroz es que hay personas en la maquinaria que toman decisiones en exclusivo interés propio. Son los tiranos que retuercen la letra de una norma, los déspotas que la redactan para beneficiar al sistema en perjuicio del administrado, el listillo que tiene una ocurrencia para ganarse el favor de su jefe o simplemente el funcionario quemado que no tramita un papel porque le falta cualquier estupidez. Por una vez, Hacienda ha rectificado su decisión de fraccionar en varios años la devolución de los 1.700 millones de euros que los mutualistas tributaron en exceso entre 1967 y 1978. ¿Por qué no devolverlo en un solo pago como hasta ahora? Pues por sus santas narices. De modo que miles de pensionistas, en edades obviamente avanzadas, debían solicitar este año la devolución correspondiente al 2019. Y así hasta 2029. Hacienda hacía cálculos para ver cuántos se morían antes. Dinero ...

Adolescencia, la serie, el problema

  Si tienen ocasión, no dejen de ver en Netflix la miniserie británica ‘Adolescencia’. Retrata de forma magistral la mezcla explosiva de hormonas, redes sociales, deseo, odio y padres ajenos a la inseguridad de una habitación cerrada a la familia y abierta a un mundo de riesgos infinitos. Cuatro capítulos rodados en plano secuencia, es decir, sin cortes. Narran la angustiosa situación de un niño de 13 años acusado de asesinar a una compañera. Cada episodio muestra un contexto: la detención, el colegio, la entrevista con la psicóloga y, por fin, el cumpleaños del padre, una jornada que nada tiene de celebración. Al margen de las cualidades excepcionales de la interpretación, en especial la del chaval, capaz de mostrarse tan tierno y desamparado como aterrador, la serie mete un dedo en el ojo de cualquier familia normal con hijos, no solo varones, inmersos en su universo digital. Normal. Ni marginal ni desestructurada. Una familia que cree regalar un teléfono y en realidad regala una...

Spiderman contra María Pita

Las estadísticas dicen que nos gastamos casi 9 euros al mes en ver películas, ya sea en plataformas o en el cine. Si la Xunta fuera una familia media se gastaría menos de un euro. Es lo que le suponen las ayudas al cine gallego dentro de su presupuesto. Sé que todo el mundo está hablando del gasto en Defensa, pero permítanme hablar del gasto público gallego en el audiovisual, aunque solo sea porque mañana se entregan los Mestre Mateo. Puede que películas como ‘Honeymoon’, ‘As Neves’ o ‘Justicia Artificial’ no estén al nivel de ‘La infiltrada’, ‘El 47’ o ‘Casa en llamas’. Tampoco han tenido la misma promoción ni el mismo apoyo institucional para su realización. Si hablamos de ventajas fiscales, Canarias y el País Vasco se llevan buena parte de los rodajes. Si hablamos de industria, Madrid y Cataluña están a años luz del resto de España y además cuentan con sendas escuelas de cine que Galicia debería tener hace años. Y aun así el audiovisual gallego mantiene su ritmo, con más de 4.500 em...

Letra pequeña

  Telefónica me ha ofrecido un contrato con tanta letra pequeña que después me ha enviado un resumen. Lo primero lo hacen todos, lo segundo es “bien simpático”, que diría mi abuela. La letra pequeña es aquella que se reduce (y extiende a lo largo infinitos párrafos) para que no se lea al firmar y solo beneficie a quien la escribe. Que se acepte su existencia y se considere legal no es más que otra demostración de que el sistema permite que el fuerte abuse del débil, del consumidor, del votante, del contratado, del cliente… Es decir, del individuo, que somos todos y cada uno de nosotros cuando nos enfrentamos a la organización, a la empresa, al mundo. A veces, los acuerdos tienen letra pequeña para que no se enteren los demás, como en política. Los acuerdos de gobierno son un ejemplo perfecto, pero también los internacionales sobre paces o guerras. No importa que hablemos de Ucrania, de Cataluña o del Concello, como tampoco importa si es Telefónica, el banco o los seguros. La letra ...

El veneno que nos meten

No paran de cabrearnos. Lo digo por aquello de que nos roban los catalanes, nos roba el gobierno, hasta nos roban en Nostián… Sí, ha sido una semana de quitas, condonaciones y pedagogías extrañas sobre impuestos, lo común y lo particular. Cuando en realidad sucede lo de siempre: negocia quien puede negociar. Si nosotros pudiéramos condicionar la continuidad del gobierno, también sacaríamos tajada. Por supuesto que condonar el 22% de la deuda adquirida mediante el Fondo de Liquidez Autonómica es una cesión de Sánchez a “los catalanes” para seguir en el poder. Condonar aquí significa repartir entre todos. Así que Rueda tiene que elegir entre que cada gallego pague unos 200 euros más de lo que debía y protestar mucho, o pagar como mínimo el doble y hacerse el digno. Porque la deuda catalana, y alguna otra, seguro, se pagará a escote. Así que digo yo que no seremos tan idiotas de, además, pagar la nuestra nosotros solos. De esto saben mucho en la administración. Uno se endeuda, otro ahorra...

Carreras menguantes y formación profesional

  Qué recuerdos. Hace años, una licenciatura universitaria tenía cinco cursos, unas 4.500 horas de clase. Después, con la Ley de Reforma Universitaria, aparecieron las licenciaturas de cuatro años y se esfumaron más de mil horas lectivas. Con la siguiente Ley Orgánica de Universidades volaron las licenciaturas y se crearon los grados. Solo 15 horas semanales de clase para el estudiante, casi la mitad que en bachillerato. Las carreras quedaban en 2.400 horas. Y ahora, no tanto por la ley, que también, sino porque las universidades no tienen un euro, se acortan a poco más de 2.000. Las mismas que los ciclos de grado superior de Formación Profesional, solo que estos duran dos cursos. Sé que no cuento nada nuevo, y mucho menos para profesores y estudiantes. Las carreras llevan encogiendo años. Pero esta semana se ha planteado a nivel nacional la típica disputa de atribuciones profesionales entre titulados de FP y de Universidad, en este caso de Educación Física y Ciencias del Deporte, ...

Vivienda lenta

Aunque un día como hoy se empiece con la tramitación de una urbanización, hasta que pasen al menos cuatro años no se convertirá en realidad. Lo comentaba el alcalde de Oleiros esta semana en la SER criticando tantas promesas de vivienda que no se cumplirán. Yo le escuchaba en el coche, yendo por Lavedra, viendo los solares vacíos de Someso o del antiguo concesionario de la Mercedes que, ahora que el brutalismo se reivindica cinematográficamente, era un icono de la arquitectura local quizá no del todo valorado. Cuatro años, dice Ángel García Seoane… Será cuando las cosas van rápidas. Ya he perdido la cuenta del tiempo, ¿20 años? Claro que hubo una crisis, la misma que paralizó Someso y acabó con CaixaGalicia y sus torres. Pero por qué diablos se tarda tanto en construir en este país si se necesitan 600.000 viviendas, si es la principal preocupación de la gente, por encima del paro, los sueldos, las pensiones, la sanidad o la justicia, que ya es decir. Vale, lo sabemos todos: la burbuja,...

Enfermeras y puñales

Cuando en un mercado laboral hay más demanda de profesionales que oferta, la teoría dice que sus salarios y condiciones de trabajo mejoran. Por eso algunos encofradores, por ejemplo, llegaron a cobrar el doble que un catedrático en la era del bum de la construcción. Sin embargo, en España se necesitan 100.000 enfermeras, pero sus condiciones laborales son tan pésimas que una de cada cuatro se plantea dejarlo. Cobran mal, un tercio soportan una temporalidad insultante y, además, pueden ser apuñaladas. Habrá quien considere el caso del enfermero acuchillado esta semana en el Hospital de A Coruña como un lamentable incidente, más aún sabiendo que el agresor era un enfermo psiquiátrico. Lo cierto es que fallaron los protocolos, que no solo deben ser adecuados sino que además hay que aplicarlos. Pero aún así podríamos aquietar nuestras conciencias pensando que no todos los días se producen situaciones tan graves. Y es verdad, ni tan graves ni todos los días. Pero todas las semanas, sí, toda...

Universidades pobres y DeepSeek

  A veces los datos nos vuelven tan locos que no sabemos qué es verdad o mentira, no importa si van de economía, paro, tecnología o educación. Aún así déjenme comparar unas cifras aparentemente inconexas. La Universidade da Coruña tiene un déficit de 13 millones. Pedro Sánchez presentó el proyecto ALIA, “la primera infraestructura pública europea, abierta y multilingüe” de inteligencia artificial, con un presupuesto de 10,5 millones. Y los chinos de DeepSeek han creado en meses y con 5 millones una inteligencia artificial que hundió en bolsa a un sector que mueve cheques tan milmillonarios como la prometida Stargate de Trump y sus, asómbrense, 500.000 millones de dólares. Al margen de que Trump sea o no un bocazas, quienes afirmaron que el proyecto español de ALIA era puro humo, porque con ese dinero no se puede hacer nada, se han comido sus palabras con la aparición de DeepSeek. Claro que, como los norteamericanos, los chinos pueden ser unos fantasmas. Solo que en vez de presumir ...

Un “máster plan” para el acuerdo

Todo depende de cuál sea su problema. Si es la vivienda, los terrenos del puerto le parecerán una oportunidad histórica. Si se dedica a la pesca o cualquier otra actividad portuaria, le preocupará que casi nadie parezca prestarle atención. Si soporta atascos y falta de aparcamiento, dirá aquello de que aprovechen esos miles de metros cuadrados para acabar con el eterno embudo del centro. Si tiene casa y tranquilidad económica ajena a barcos (que no a yates), puede que le parezca que la fachada marítima requiere parques, playas, algún Guggenheim, cosas bonitas, el balcón de la ciudad. Aunque también es posible que si es de izquierdas o de derechas tenga visiones diferentes sobre los fines a los que se debe dedicar el suelo público, independientemente de los problemas que tenga la gente. Admitamos que también existe el componente de la ilusión compartida, aunque vaya en contra del pragmatismo económico, incluso de la conveniencia personal. La ilusión es tan importante que muchos desean, ...

Muface y los buitres

Como dice el refrán, cada uno habla de la feria según le va en ella. Así que permítanme hablar de mi experiencia personal en relación a Muface, aun sabiendo que esto, más que una columna de opinión, puede tener ribetes de carta al director. Pero creo que, viendo los datos y los comentarios que se han vertido estas semanas en relación a esta mutua de funcionarios, mi caso no debe ser especialmente raro. Después de 20 años en la empresa privada y, por tanto, cotizando a la Seguridad Social, gané una plaza de profesor en la universidad. Hasta entonces mi conocimiento sobre Muface era estrictamente periodístico y lo que me podía haber comentado algún familiar. Cuando se me explicó mi baja como cotizante en la Seguridad Social y el beneficio de poder elegir entre asistencia sanitaria privada o pública, me pareció una buena idea ahorrarme el seguro médico con el que desde hacía años complementaba la cobertura pública. Pagaba un seguro básicamente por el fisioterapeuta, el dentista y el oculi...

Una ley antimonopolio para las redes “antisociales”

Imagine que usted tiene un moderno tablón de anuncios donde todo el mundo puede publicar lo que quiera. Es aparentemente sencillo, pero detrás esconde una potentísima tecnología que hace más o menos visibles los mensajes. Prioriza los que enganchan más al usuario. Primero, porque son de sus amigos. Después, los mensajes que le interesen según su historial de uso. Y, por último, aquellos mensajes que alimenten sus emociones más básicas y adictivas. Entretanto, en ese tablón aparecerán otros mensajes, en esta ocasión pagados, lo que generará un estratosférico volumen de negocio. Como en algún momento surgirán los contenidos problemáticos, usted, como propietario del tablón, aceptará a regañadientes gastarse una pequeña cantidad en la moderación, en la verificación y en la retirada de basura, violencia, amenazas, injurias, etc. Pero en esto, gracias entre otras cosas a la basura que no se ha filtrado en su tablón, llega al poder un sujeto que reivindica la libertad de expresión para acaba...

Los reyes existen, pero los magos…

Voy con la carta a los reyes, que en estas fechas poco más se puede hacer que pedir y hacer propósitos. Les pido vivienda pública y rápida. Si a los promotores privados les resulta muy rentable, a la administración también debería salirle a cuenta. Con el mismo razonamiento, pediría más investigación. Si las farmacéuticas se forran con Ozempics o pastillas de colesterol, a lo mejor invirtiendo más en I+D se logran más ingresos públicos que subiendo impuestos.  Aplique usted el mismo cuento a la educación. En este país han aflorado universidades privadas como setas. Deben ser un buen negocio. Saneen las cuentas de las universidades públicas, que sobran agencias de calidad tipo “Anecas” o “Acsugas” y falta dinero, mucho dinero. Acuérdense de lo de las gafas. Son incomprensiblemente caras. Y entre miopes, hipermétropes, astigmáticos y “presbíteros”, más del 60% de la población las necesita. Y con las pantallitas irá a más. Ya de paso les pediría a los reyes que le metieran mano al tem...