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Mostrando las entradas etiquetadas como Universidad

Te vas a caer

Uno de los efectos obvios de cumplir años es que mucha gente te parece demasiado joven para ejercer su profesión. Te para un guardia civil que parece tu hijo, los profesores de tu hijo te parecen casi sus compañeros, el presentador del informativo apenas parece un becario con corbata. Parece, sólo parece. Cierto que la sociedad da un voto de confianza a un joven que de pronto se ve investido de una autoridad para la que seguramente no está preparado del todo y mientras no pasan unos años de experiencia la sufren quienes caen en sus manos. Arbitrariedades, rigideces, inseguridades, despistes... Con el elogio a la imagen de juventud, los bisoños llegan a puestos de responsabilidad gracias a su palmito, telegenia, atrevimiento, bajo coste... y porque son fácilmente manipulables. Ocurre en los medios de comunicación, en la política, en las sucursales bancarias, en los tribunales... Pero el problema es que vamos cumpliendo años. Y poco a poco sabes cuándo alguien se va a caer. Mañana empiez

La empleabilidad en la Universidad

Cuando empecé a trabajar como periodista, una de las primeras correcciones que me hicieron redactando una noticia fue cambiar la palabra "empleados" por "trabajadores". Lo de empleado sonaba a usado , a utilizado . Años después se habla de empleados en las informaciones de economía o de empresa, aunque no en las sindicales o laborales, sin embargo nadie osa discutir el término empleabilidad hasta convertirlo incluso en un indicador de la eficiencia universitaria. Así es la vida, el máximo nivel formativo que proporciona una sociedad se mide ahora por su capacidad para proporcionar empleados en vez de emprendedores, líderes e incluso simples profesionales superiores (no necesariamente empleados). Pero no quiero polemizar demasiado en este concepto porque es fruto de años de generación de opinión, de negocios privados de posgrado, escuelas elitistas o formación en el extranjero (aunque sean de pacotilla) reservados a los hijos de las clases altas. Lo acepto: generemo

Vídeos de teleformación y otras lindezas

No paro de ver nuevas iniciativas de teleformación que incorporan contenidos audiovisuales. Medio mundo educativo se ha lanzado a realizar vídeos que después se pueden ver en streaming o se pueden descargar. Y el 95% (soy caritativo) resultan insufribles. Enseñan a un conferenciante superpuesto a un Powerpoint e incluso sin nada, a veces incluso sin conferencia: un tipo charlando en su despacho, mal iluminado, con sonido horroso y con toda su buena voluntad, largando durante 90 minutos sobre la sinestesia, los pelos de la acelga o la teoría de los conjuntos aplicada al marmitako. No quiero ser muy duro en la crítica, al fin y al cabo se trata de profesionales de la enseñanza, esforzándose en utilizar las tecnologías digitales, esas tan "fáciles" de usar, con "tantas posibilidades" aunque se trate de una simple cámara web, o incluso con dos o tres operadores de cámara becarios (eso sí, cámaras HD aunque luego se comprima el vídeo hasta la radiografía de un suspiro) p

El pacto social por la educación fracasa

Parece que fracasa el pacto por la educación. Una pena. El documento se ha vaciado tanto de contenido que hay que hacer un esfuerzo por ponerse en contra. O a favor. No conozco a nadie que esté de acuerdo con el sistema educativo español. Pero los políticos seguirán pedaleando, negociando a corto plazo, ganando tiempo, sin demasiado compromiso, sacando reglamentos, remiendos, parches. El gremio docente seguirá en crisis de identidad. Los padres seguirán renunciando. Y los estudiantes seguirán teniendo que aprender a buscarse la vida, a pesar de todos los "avances" evidentes que se han alcanzado en su formación. Y mientras tanto la otra crisis, la económica, la coyuntural y la estructural, se mezcla con la demográfica. Si un días nos despertamos siendo de golpe un 20 por ciento más pobres, como los griegos, o con un euro debilitado bruscamente respecto al dólar, nadie se sorprenderá demasiado. Lo malo es que la calidad educativa hasta podría llegar por la reducción de alumnos

La estafa de "Bolonia"

Si yo fuera estudiante universitario, también protestaría por la llamada reforma de Bolonia. Pero no por planteamientos antisistema globales, ni por el riesgo de mercantilización, ni por los precios de los postgrados, sino porque porque a cambio del dinero de mi matrícula y de los impuestos de todo el mundo donde antes recibía 25 horas de clase semanales ahora recibiré sólo 15 . Así de simple. Si yo fuera padre de estudiante universitario, también protestaría. Pero no sólo porque tenga la sensación de que mi hijo siga en el colegio y no madure, ni porque los botellones se celebren en los campus, ni porque se estén prolongando las diplomaturas de tres años a grados de cuatro, o los masters se conviertan en algo "inevitable", sino porque de los casi once meses que dura un curso y que por tanto hay que pagar en términos de alquileres, residencias o colegios mayores, si se concentrasen las horas de clase en jornadas de trabajo "normales", ya no digo de ocho horas, si

Ética periodística y ética audiovisual

Me han invitado a dar unas charlas sobre ética periodística y ética audiovisual. Estoy aterrorizado. Bueno, exagero. Pero no mucho. Los asistentes son estudiantes de postgrado. No voy a entretenerles con orígenes etimológicos ni reflexiones sesudas de fundamentos filosóficos. Tampoco tengo tiempo para utilizar series de televisión como Los Soprano o The Wire ahora que los periódicos hacen reportajes sobre esta ¡extraña y nueva! práctica (de verdad que somos unos pailanes, en las aulas se vienen usando estos materiales desde hace décadas), aunque no sé si me resistiré a la tentación de recurrir una vez más a El Ala Oeste de la Casa Blanca , una de mis preferidas. Claro que en el día a día sobran ejemplos si recurrir a la ficción, como siempre. Ahora es el caso Gürtel , aunque también el fútbol , las farmacéuticas (las industrias, quiero decir) o la información de "género". Cualquier serie juvenil o el mismísimo Disney Channel sirven... El problema no es ese, no es si quie

Cacharrada en las aulas

En mi campus hubo hace unas semanas una de esas fiestas-botellón que casi acaba en tragedia y en la prensa local comenzaban la crítica diciendo que "los jóvenes universitarios tienen mil y una formas de divertirse, y está muy bien que la Universidad contribuya a esa diversión, pero..." Está muy bien, ¿de verdad?, ¿por qué? No tengo ni la menor idea. El rector se disculpaba recordando que el problema lo tiene la sociedad (¡?). Aquí ya se me antojan unas cuantas razones por las que se escurre el bulto, aunque esencialmente está el abandono de la autoridad. Ayer leía en un blog universitario que en Navarra han dado unos aparatitos a los estudiantes para que contesten a las preguntas de los profesores en clase, en vez de hacerlo de palabra, después de levantar la mano. Como novedad es curiosa. Veamos ¿quién escribió La Eneida? y el 33 por ciento de los alumnos presentes se inclinan por la opción A: Platón ; el 26% votan la opción B: Proust ; el 2% eligen la C: Engels y el 39%

Opiniones universitarias

Sáltese este post. Es casi una anotación de diario. Dos días de paréntesis, una sobrecarga en blogger que me impidió acceder al blog y un tribunal de tesis que me proporcionó, como casi siempre, montones de temas sobre los que escribir. Uno de ellos, político. Curioso. Un tribunal heterogéneo, de áreas de conocimiento distintas: de Arquitectura, Arte, Comunicación, Historia, y un consenso total a los postres de que el Gobierno de Zapatero da vergüenza propia y ajena, con coincidencia total en los pocos ministros que son excepción. No eran precisamente profesores de tendencia conservadora. Otros asuntos, la crisis de los periódicos, internet, el iPad, el despiste absoluto sobre lo que hay que hacer para la "comunicación" del arte, las redes sociales, la falta de presupuesto, de esfuerzo e incluso de capacitación para la creación y el mantenimiento de los contenidos digitales. Incluso sobre el mismo concepto de publicar, sobre la valoración de los resultados de investigació

El autoflagelo de la Universidad-Empresa

Vengo de una de esas sesiones Universidad-Empresa con las que nos castigamos de vez en cuando ambos sectores. Digo nos castigamos porque suelen ser sesiones de autoflagelo, o flagelo mutuo y recíproco. La historia no es la de un divorcio, porque nunca estuvieron casadas, sino la de una ligera búsqueda de un encuentro con frecuencia frustrante. Muchos empresarios nunca han pasado por las aulas ni maldita falta que les ha hecho a tenor de sus éxitos. Otros no hubieran tenido muchos menos fracasos por haber estudiado. Aunque son las excepciones. Lo normal es que la formación ayude. Aunque sea teórica y masificada, como la de los años ochenta. Claro que si uno tiene ese recuerdo, además de una imagen del profesor como enemigo a batir, autoritario y distante, junto con la idea de que quedaban en la Universidad los empollones incapaces de enfrentarse a la vida real, no es de extrañar que ni se le pase por la cabeza la posibilidad de recurrir al mundo académico para tratar de resolverle un

Bachillerato, FP y Universidad

Si usted es español, salvo que tenga hijos en las edades afectadas, seguramente no tenga muy claro el conjunto de novedades educativas que se han producido en los últimos años. Una de las más curiosas es la del bachillerato. Resulta que hace un par de años se les ocurrió a las preclaras autoridades educativas de este país crear tres bachilleratos diferentes: al de ciencias de toda la vida le llamaron Ciencias y Tecnología; al de letras, Humanidades y Ciencias Sociales; y uno nuevo llamado de Artes, desdoblado a su vez en dos vías: Artes plásticas, imagen y diseño y Artes escénicas, música y danza. Resulta que un par de años después de echar a andar el modelo, los dos primeros bachilleratos se pueden estudiar en más de 4.000 centros en toda España, pero el de Artes no llega a 300 centros , en muchas provincias existe un único sitio donde se imparte. ¿Para qué se ha creado entonces? La cabeza de los políticos responsables de la educación, esa gran desconocida. Lo que probablemente le

Narrativas digitales y futuros profesionales de los contenidos

En breve tengo que dar unas charlas sobre narrativa y me llama la atención lo movido que está el término últimamente en la Red. Por ejemplo, el año pasado se han creado una serie de centros de producción y experimentación en Contenidos Digitales gracias al programa " Capacitación Tecnológica de los Futuros Profesionales de la Industria de Contenidos Digitales ", promovido por Red.es y la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE). El programa es fantástico, aunque a los que llevamos unos cuantos años tratando de "capacitar futuros profesionales de la industria de contenidos digitales" nos haya dado la sensación de que para la Administración educativa no debíamos existir. Pero no está mal la iniciativa, al contrario, es estupenda. Sin embargo existe un peligro: si cae en manos ajenas a los contenidos digitales, incluso en manos exclusivamente técnicas, puede que acaben inventado la pólvora. Cosa, por cierto, bastante habitual. Y lo primero que suelen

No prefiero ser pianista en el burdel

Asumámoslo, algo hacemos mal los que nos dedicamos a la Comunicación, así, en general porque si no es incomprensible la imagen que tiene de nosotros una buena parte de la sociedad. Dicho en pocas palabras: los periodistas somos unos mentirosos, indocumentados, sensacionalistas y verduleros; los publicistas, unos manipuladores sin escrúpulos que se forran engañando a la gente; los del cine, unos caraduras que viven de la subvención, activistas políticos coñazos incapaces de hacer productos decentes (y eso se dice incluso de Celda 211); la televisión es directamente basura; muy pocos están dispuestos a pagar por contenidos (y eso se dice el año de Avatar o Modern Warefare 2); y hasta en las Universidades las disciplinas de Comunicación son como de segundo nivel, no se reconoce como campo científico, los filólogos dicen que preparan periodistas; los informáticos, diseñadores; los ingenieros y hasta los rectores creen que lo importante son los cacharros, las redes, las antenas... Natural

Juan Carlos Bugallo y la responsabilidad social corporativa del frutero

Juan Carlos Bugallo es uno de esos tipos que merece la pena conocer. Economista creativo y marketiniano, de carácter emprendedor, atrevido y apasionado, lleva unos años dirigiendo la Fundación de la Universidade da Coruña desde una perspectiva clara: la de la responsabilidad social corporativa. Ayer, después de estar hablando de RSC, me envió un explicativo texto que, con su permiso, paso a reproducir: Hace unos días se presentaban los resultados de una encuesta que afirma que el 65% de los españoles desconoce el significado de la RSC, y del restante que lo conoce, el 17% lo confunde con acción social o filantropía, o centra sus definiciones en cuestiones medioambientales, olvidando el carácter transversal de la misma.  Mi sorpresa ya fue mayúscula cuando la estadística se hizo realidad. Me explico. El sábado durante una comida familiar, mi abuela repentinamente me espetó a la cara y con desprecio la siguiente pregunta: pero, ¿qué es eso de la RSC?.   Tras superar el desconcie

El gobierno de las Universidades

¿Cómo deberían estar gobernadas las Universidades públicas? Según la información publicada en El Mundo, la Fundación Conocimiento y Desarrollo ha elaborado una propuesta en la que plantea que los rectores se transformen en una especie de consejeros delegados, designados por un Consejo Social que a su vez estaría formado por personas ajenas a la Universidad elegidas por el Claustro. Este rector, que debe ser, como hasta ahora, un catedrático pero con conocimientos o aptitudes de gestión, nombraría a los decanos, sería el encargado de lograr fondos para la institución y podría ser destituido en cualquier momento en función de sus resultados. Podría hasta sonar bien. Al menos para todos los que están deseando la despolitización de las estructuras universitarias, acabar con la burocracia paralizante, el poder de los sindicatos o las capillas departamentales. Pero, aunque resulta urgente encontrar algún modelo que mejore el gobierno universitario, hay demasiados puntos oscuros en la propue

Despido libre y cambio de cultura

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Que un empresario, Adolfo Domínguez o cualquier otro, esté a favor del despido libre (entiéndase gratuito, porque libre ya es) resulta tan comprensible como que un trabajador esté en contra. Formarse una opinión ideológica es igual de sencillo: sólo hace falta pensar en un empresario explotador o en un empleado vago. Los arquetipos simples ayudan a construir el discurso y además en este caso el arquetipo nacional también contribuye: los españoles somos un desastre, necesitamos normas que nos impidan en un calentón liarnos a jamonazos, nos encanta la autoridad para abusar de ella y somos los campeones del escaqueo. Tópicos, tópicos y más tópicos. Lo malo es que los empresarios explotadores o las grandes empresas ya tienen recursos suficientes para despedir a quien quieran cuando quieran. Y los que no son explotadores o las pymes sólo tienen dificultades para despedir si han sido incapaces de provisionar las indemnizaciones pertinentes. De modo que el despido libre o más barato no camb

El pacto social por la educación

El debate se abre. Bien. Es imprescindible. Aquí está el primer borrador de la Propuesta-pacto social por la educación . Algunas cosas son obvias. Otras me gustan, como las constantes menciones al dominio de una lengua "extranjera", especialmente el inglés, y a la formación como un proceso cotinuo. Aunque quizá también sean obvias. Me llama la atención que no cambien el que al acabar el 4º curso de Educación Secundaria Obligatoria el alumno obtenga el título de Graduado. Porque también le llamarán Graduado a los titulados universitarios (les gusta la palabrita). Y me parece interesante que se planteen alternativas a repetir cursos o que se incida en una mayor individualización de la enseñanza, algo clave que debería estar más al alcance que nunca aunque sólo sea por la reducción de la natalidad. Estoy totalmente a favor de la transversalidad y la movilidad, aunque levantará sarpullidos. En cuanto a las Universidades ,  dice cosas generales como: "...deben adaptarse a

La Universidad blandita

La Universidad de Sevilla ha dado una de esas marcha atrás que tanto gustan ahora a los políticos, como hizo el Gobierno con el decreto de Internet.  Sí pero no, no pero sí, malentendidos, problemas de forma, no es para tanto, lo explicaremos mejor, etc, etc. Pero la chusca historia hispalense sólo es un ejemplo más, un caso llamativo por aireado de algo mucho más serio que se está instalando en la Universidad española y posiblemente en todo el sistema educativo. Lo malo es que todo el mundo parece de acuerdo en lo pernicioso del proceso y aún así sigue extendiéndose como un virus, no sé si pedagógico, político o realmente ideológico. Parte del problema lo conocemos todos: falta de autoridad, desprecio al esfuerzo personal, igualitarismo académico (los mejores son iguales a los peores, los alumnos son iguales a los profesores) y por tanto reducción de la exigencia, exceso de garantismo, de comisiones administrativas, de democracia mal entendida... Pero otra parte de ese problema resul

El derecho a copiar en la Universidad

Tengo pendiente de lectura un libro que promete: La fábrica de la ignorancia, la Universidad del "como si" , de José Carlos Bermejo Barrera. Al parecer, dice unas cuantas verdades de una institución que vive una crisis preocupante. Estos días se ha difundido la soberana estupidez garantista de la Universidad de Sevilla que impide a un profesor retirar el examen a un alumno que está copiando. Y lo peor es que el ministro de Educación ha venido a templar gaitas . Pero lo auténticamente desastroso es que la tendencia es a empeorar. ¿Por qué?, pues no sé si por simple idiotez, por política o por alguna teoría conspirativa. Lo único cierto es que hay culpables. No es el sistema, no es el ambiente, no es el sino de los tiempos. Hay personas que hacen tan extremadamente mal su trabajo que sólo podrían ejercerlo en la Universidad. Pública, naturalmente. En la privada estarían en la calle. Con toda probabilidad.

Investigar en comunicación

Las Ciencias de la Información y de la Comunicación comenzaron en España en el tardofranquismo, hijas de las escuelas de periodismo y cine en el terreno formativo y de una curiosa mezcla de corrientes teóricas con desigual desarrollo en la Europa Oriental, la Occidental, Estados Unidos y Latinoamérica en lo científico. La primera generación de catedráticos de periodismo, comunicación audiovisual y publicidad está por tanto jubilándose después de una trayectoria de cuarenta o cincuenta años, docenas de facultades en funcionamiento, momentos de optimismo científico y momentos de parón. Por sólo citar algunos nombres, es la generación de Desantes, Aguinaga, Martínez Albertos, Benito, Gubern o del fallecido anteayer, Antonio Fontán  y tantos otros. Se consiguieron muchas cosas pero quedan todavía muchas pendientes. Quizá una de las más graves es el reconocimiento del campo de la comunicación como una ciencia social con su código Unesco propio o la existencia de publicaciones científica

El realizador de Ataque de Pánico, fichado

IGNOTO - MISION ALFA # 1 from Sonia y Miriam Albert Sobrino on Vimeo . No sé si se acuerdan de Fede Álvarez Mirat e, el realizador de Ataque de Pánico , que hace mes y medio conmocionó Internet. Pero hace unos días su vídeo se relanzó en miles de tweets y post y se ha visto ya más de un millón y medio de veces. ¿Que ocurría? Pues sencillamente que se conocía la historia de que el joven director ha sido fichado por Hollywood . Un millón de dólares para él y un presupuesto de 30 millones de dólares para su proyecto. A veces invertir 300 dólares y sobre todo horas y horas de trabajo tiene su recompensa. Hace unos días asistí a la presentación de un proyecto fin de carrera de Comunicación Audiovisual en A Coruña realizado por Miriam y Sonia Albert Sobrino . Aquí está parte del resultado. No me extrañaría nada que en unos pocos años las hermanas protagonizaran una noticia semejante a la de Fede Álvarez.