Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Mujeres

Íntima manipulación

Estaba yo preparando una clase sobre manipulación audiovisual y, cómo no, se me ocurrió teclear la palabra en Google. Me llamó la atención que el autorrelleno colocara en los dos primeros lugares la manipulación genética y la de alimentos. Pero mucho más sorprendente me resultó el hecho de que el término manipulación se asociara en los resultados de la búsqueda especialmente a las relaciones de pareja. "Que no te manipulen" es la frase más repetida. No los medios de comunicación o el poder general, como yo esperaba, sino tu marido, tu mujer, incluso tus hijos. Diez recetas, o así, para evitar que te presionen, que te anulen, que te manejen. Aprende a defenderte. Protégete. No cedas. Como llevo unos días embarcado en clases teóricas (que, para qué nos vamos a engañar, no son mis favoritas) me dio por seguir buscando. Enseguida enlacé con cientos de páginas sobre la psicología de periódico dominical que tanto se ha puesto de moda. Cuando saltó de los consultorios sentimentale

Hijos de mala madre

La madre de un amigo mío es una de las personas más buenas que conozco. Pero él se casó con una mujer "menos" buena: algo egoísta, algo parásita, algo malhumorada, algo mandona, algo bruja. Para no separarse (no tiene mucho dinero y los divorcios salen caros), gestiona sus emociones con cuentagotas. Así no se desgasta más de lo necesario. Sus primeros "recortes" emocionales fueron las risas. Se ríe menos, pero cuando se ríe es muy muy feliz. Como quien bebe sólo un sorbo exquisito. También se enfada menos, porque cuando se enfada sospecha que le puede dar un infarto. Dedica poco tiempo al ocio, pero el poco que disfruta le parece paradisíaco. Y al final se considera aceptablemente feliz a pesar de la pareja. Será porque es tan bueno como su madre. Tanto como el de las grandes situaciones de crisis, siempre me han llamado la atención los modelos de gestión de lo cotidiano. Exigen una inteligencia a largo plazo que debe contar con  unas sólidas bases de carácter y m

Me importa un bledo que seas mujer

Te lo voy a decir clarito: salvo para cuestiones obvias, me importa un carajo que seas mujer. Lo siento si tú te sientes discriminada o si defiendes la discriminación positiva, lamento horrores lo que ha hecho la humanidad con las mujeres en general, o lo que no ha hecho, pero no me vengas con historias: no es más grave que te maten por violencia de género que te maten por violencia a secas, me aterroriza que te casquen en la cabeza con una plancha y que la policía tranquilice a la opinión pública diciendo que no fue una cuestión de género porque no hay indicios de relación sentimental. Ah, qué bien, casi te matan pero no por ser mujer. En realidad eres sólo una niña, de quince años. Y tu presunto asesino frustrado, un niño de 16. Le habría dado con la plancha igual si la chavala hubiera sido chaval. Qué alivio. Ayer la justicia británica condenó a la BBC por despedir a una presentadora por vieja (53 años). Ojo, por vieja, no por ser mujer. En realidad una mujer de 53 años es vieja p

La "subcircunscripción" femenina

Supongo que todavía me siento un periodista infiltrado en la Universidad pública española y que algún día caeré en la tentación de hacer ese reportaje, documental o lo que sea sobre muchas de las cosas que me hacen abrir la boca como un pasmón. Mientras tanto voy usando este blog como terapia. Hoy me ha dado un nuevo ataque de piojos: Elecciones a claustro en la Universidade da Coruña. En mi circunscripción se presentan 6 hombres y 2 mujeres, hay que votar a cuatro, pero tienen que ser como máximo 2 hombres y 2 mujeres. Han creado la subcircunscripción femenina. No sé si esto es legal, constitucional, moral, discriminatorio positivo o negativo, políticamente correcto, de género idiota... ya no sé nada. Sólo siento vergüenza.

Teatro de la realidad

No recuerdo ahora quien dijo eso de que un informativo de televisión es una representación teatral, solo que el argumento es la realidad, no la ficción. Cualquiera que haya trabajado en un medio de comunicación sabe que la labor periodística tiene mucho de empaquetado comercial de producto en el que sólo la profesionalidad y el mínimo decoro ético del periodista lo salva de convertirse en una farsa: un titular en prensa, un corte en radio o una cola en un telediario sólo representan la verdad en la medida en que se mezcla la intención sincera de aportar información con el oficio del adorno para que resulte atractiva. En el periodismo ciudadano, es decir, aficionado o espontáneo, esto se está perdiendo y, lo que es más peligroso, la transferencia de la credibilidad que todavía posee la profesión hacia esas nuevas formas de comunicación tiene el efecto perverso y doble de igualar por abajo y hacer indistinguible el teatro de ficción del de la realidad. En otras palabras, a pesar de nuest

Bigelow: "Da igual el sexo, lo importante es hacer cine"

Imagen
No hubiese sido yo quien criticase a la academia hollywoodiense si se hubiera rendido a Avatar , esa atracción de feria entretenidísima, como lo fue el cine en general en su momento, al fin y al cabo inicia una nueva etapa en la industria que no se sabe ya si será la misma. Y no seré yo quien critique los seis oscars de En tierra hostil , porque es una muy buena película, aunque la he visto muchas veces, incluso en series de televisión (no puedo dejar de recordar una muy recomendable Generation Kill ) y casi es un western clásico. Creo que si entregaran premios a partes de películas UP debería haber recibido uno a los mejores minutos de la historia del cine de todos los tiempos.  Pero opiniones particulares al margen, más que el resultado global me alegra que una mujer haya recibido un Oscar (qué políticamente correcto, verdad) a la mejor dirección (no a la mejor directora, ¡?) y con una película que no es ni para mujeres (uy, uy, uy), ni de mujeres (vamos, que no es de relaciones hu

De una peli oriental y Rosa Díez

Estoy viendo una película japonesa, Despedidas . El oriental no es mi cine, pero de vez en cuando me fascina. Aunque en realidad es una fascinación por los temas, por los tiempos, los personajes, las tramas, la sensación de paz que transmite. Y supongo que también influye el eurocentrismo enfermizo que sufrimos con absoluta inconsciencia, mientras devoramos cine norteamericano, naturalmente. Hasta que nos sorprendemos con las relaciones mostradas, repletas de convencionalismo, respeto formal, educación ...todo lo que muestra de sociedad distinta una película de estas características. Ayer, por el contrario, veía una una película americana, no importa en este caso demasiado su título, porque era una más. Con esto de las tecnologías digitales, sin darme cuenta activé la versión original, y la voz de los actores, especialmente de las actrices, se volvió infinitamente más suave, acolchada, casi diría sensual, pero sobre todo más correcta y educada . En este caso la culpa no es de los

¿Erotismo para mujeres?

Aunque no soy fotógrafo, si un cliente me encargara unas fotos de erotismo femenino, o sea, para hombres, sabría más o menos lo que tengo que hacer. Pero si el encargo exigiera fotos de erotismo masculino estaría más perdido que un pulpo en un garaje.  No me refiero a la pornografía, en la que cada vez que alguien aparece con la etiqueta "porno para mujeres" me parece puro mercantilismo "de género", sino a lo que se supone que tiene más de sutileza y de imaginación, aunque la foto sea evidente. Ni siquiera me refiero al concepto de belleza más o menos escultórica, donde sí me siento aceptablemente preparado para reconocer el atractivo masculino. Estoy hablando del erotismo del cuerpo del hombre en los ojos de la mujer. Algo que me veo incapaz de entender. Claro que soy aburridamente heterosexual, pero eso no es excusa. Se supone que un profesional de la comunicación se pone en la piel del público objetivo al que va dirigido un producto. Y no hace falta ser mujer

La niñas sí que quieren ser princesas

Una ya clásica canción de los ochenta, "Pongamos que hablo de Madrid", afirmaba que las niñas ya no quieren ser princesas. El éxito del fenómeno chic lit o chic flick viene demostrando no es cierto, que las niñas de los ochenta, de los noventa y de los dos mil siguen queriendo ser princesas aunque crezcan, se independicen, tomen la iniciativa y estén más liberadas que nunca. Tiana y el sapo, dicen, es la última película taquillera de Disney y la muestra de su adaptación a esta nueva realidad postfeminista. Al margen de la receta mercadotécnica, que ya es suficiente síntoma de la realidad social, tampoco hay que rasgarse las vestiduras en exceso. Los niños quieren ser superhéroes, y el personaje suele requerir chica, así que por qué preocuparse si las niñas necesitan príncipes. Simbolice esto lo que simbolice, sumisión, triunfo social o placer, la reflexión debería centrarse más en nuestro propios sentimientos como adultos ante esa situación. Quizá nos encanta ver a nuestras

Belén Esteban y la espiral del silencio

La espiral del silencio es ya una clásica teoría de la comunicación (tiene 35 años y en este sector esto es "clásico") que fue elaborada por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann. En esencia, sostiene que es menos probable que una persona manifieste su opinión cuando se siente parte de una minoría por miedo a ser marginada y que los medios de comunicación de masas refuerzan las opiniones de las mayorías de modo que van poco a poco acallando al discrepante. Si a esto le añadimos la evidente influencia de esos medios en la fijación de los temas que se debaten en la sociedad (como mantiene otra teoría ya clásica, la agenda-setting) y que los medios más dispersos siguen a los más concentrados (internet sigue a la prensa, la prensa a la televisión, la televisión a las dos o tres grandes agencias internacionales), pues nos encontramos ante un panorama nada alentador para la libertad de expresión, no tanto porque no exista la capacidad sino porque desaparezca la voluntad d

Violencia sin disculpas

Aunque nunca me ha gusta la etiqueta "género" para hablar del rol social o cultural atribuido a un sexo, lo he acabado aceptando como "animal de compañía". No importa demasiado, anglicismos aparte, si la violencia es de "généro", doméstica, machista o contra las mujeres. Importa que es violencia con el agravante de abuso. Pero tampoco me gusta nada cuando en defensa de una igualdad mal entendida se quieren comparar, por abajo, los malos tratos con otro tipo de agresiones. No todas son iguales, y así generalmente lo reconoce el Derecho, y en todo caso suponiendo que sean iguales, por ejemplo, dos puñetazos son dos actos igual de graves, no igual de leves. Es decir, no hay que quejarse de la especial protección de la mujer, sino de que no reciban especial protección otras personas. Claro que a muchos la insistencia informativa les aburre. Cada mujer muerta es noticia (tampoco demasiado, para qué engañarnos) como los primeros muertos de una plaga, como la let

Imagina ser una periodista

Imagen
Es uno de los últimos productos de Nintendo y aunque ya había escrito algo sobre el tema, no puedo resistirme a la tentación de volver sobre él. Acabo de dirigir una tesis doctoral sobre la imagen de las periodistas en el cine y les puedo asegurar, sin ninguna sombra de feminismo ideológico, que las mujeres no salen muy bien paradas, lo cual es grave, pero es que la profesión en general no sale mucho mejor y hasta es posible que su "femenización", muy real en países como España pero no tanto en otras latitudes, sea otro modo, en este caso claramente machista, de "devaluar" el oficio. En otras palabras, el cine no está contribuyendo demasiado a crear un buena imagen de los periodista. ¿Qué harán los videojuegos? No creo que Nintendo le haya dedicado a la cuestión ni medio segundo. La compañía actúa con una clara mentalidad de nicho de mercado y listo, pero su elección de los trabajos que propone a las niñas resulta cuando menos curiosa. Las periodistas pueden (pode

Niños gitanos en la calzada y niñas que quieren ser mamá

La verdad es que tenía pendiente hacer un comentario sobre los juegos de Nintendo titulados cosas tales como: -Cooking Mama -Imagina ser Diseñadora de Moda -Imagina ser Mamá -Imagina ser Veterinaria -Imagina ser Cocinera Podían haberlos denominado en genérico, impersonal o de cualquier otro modo, pero apostaron por dirigirlo directamente a las niñas y, en todo caso, a los niños que no les importe usar un juego de niñas (como, por cierto, ocurre con frecuencia a la inversa). Hace unos meses tuve oportunidad de preguntarle a un directivo de Nintendo España si no habían tenido problemas por una apuesta tan aparentemente sexista y me respondió que en absoluto, más bien al contrario: el éxito les animó a insistir en la estrategia. Y recordé ayer esta cuestión porque en un periódico se publicaba la noticia de la aparición de una señal de tráfico con la leyenda: "Precaución, niños gitanos en la calzada". Nada de racismo. Fue, como indica el diario, un gitano el que fabricó el aviso

Autoridad, insultos, violencia y otros dobles raseros

Si usted pega a un profesor no es lo mismo que si pega a un policía. Y ahora se plantea en España el debate de elevar a autoridad pública al docente para que amenazarle con abrirle la cabeza sea algo semejante, digo yo, a tirarle un zapato a Bush . Maltratar a un mujer no es lo mismo que maltratar a un hombre , y la llamada campaña de sensibilización sobre la violencia "de género", "machista" o "doméstica" ha logrado que las noticias de asesinatos, suicidios del asesino (algunos simplemente tentativa, mire por dónde ) ocupen ya un lugar rutinario en la agenda informativa. Que un padre mate a toda su familia no es lo mismo que si la mata la madre. Las agresiones racistas, sexistas o xenófobas , sobre todo si están grabadas en vídeo de seguridad o con un teléfono móvil, son especialmente sangrantes, brutales, condenables. El acoso infantil , el abuso del matón y sus secuaces exige algún tipo de actuación urgente, sobre todo si la víctima acaba con s

La Loba Shakira

No lo he podido evitar. Olvide la música y los contoneos. Mejor, ni se la imagine. Sigilosa al pasar Sigilosa al pasar Esa loba es especial Mírala, caminar, caminar ¿Reconoce la letra? A mí casi me resultaría imposible. Quién no ha querido a una diosa licántropa En el ardor de una noche romántica Mis aullidos son el llamado Yo quiero un lobo domesticado Es que pararse en alguna letra popera a veces depara sorpresas. Por fin he encontrado un remedio infalible que borre del todo la culpa No pienso quedarme a tu lado mirando la tele y oyendo disculpas la vida me ha dado un hambre voraz y tu apenas me das caramelos Me voy con mis piernas y mi juventud por ahí aunque te maten los celos Sé que sólo es ritmo fácil, sin pretensiones, que no hay que tomárselo en serio. Una loba en el armario Tiene ganas de salir Deja que se coma el barrio Antes de irte a dormir Que son palabras pensadas para sonar arrimadas con arreglos, sílabas enlazadas coronando un pastelillo de comida rápida. Tengo tacones

Qué nos pasa a los hombres, jo tía

Hablo por mí, que conste. Y después de haber asistido en la playa a dos conversaciones-monólogo protagonizadas por vecinas invasoras de toalla acerca de bodas, relaciones, vestidos y, más que de hombres, de mujeres; dos chácharas que cualquier juez consideraría como atenuantes de múltiples reacciones irracionales aunque no violentas. Pero a algunos hombres, y sé que a algunas mujeres, lo que nos pasa es que estamos hasta las narices del rollo industrial-social que se está colocando en el mercado y al parecer en la vida de muchas mujeres cazamaridos. El principal problema, creo, no es ya que Hollywood no pare de fabricar productos y que logre convertirlos en taquillazos, como el último lanzamiento de la Aniston y el Affleck, sino que mucha gente joven, en este caso sobre todo mujeres, hablan como los personajes, eso sí, con la ligera adaptación del jo tía y, naturalmente, la cultura de cada cual que no suele verse representada en la dicción, riqueza de vocabulario y oportunidad de sus r

Antonia San Juan no es un hombre

Hay miles de cuestiones sobre las que no tengo opinión, sólo estómago. La identidad sexual es una de ellas. No sé qué pensar ante alguien que duda sobre quién es. Y me quedo desconcertado ante la realidad de que algunos hombres quieren ser mujer o viceversa. O ante el hecho de que a un hombre le atraigan los hombres, a una mujer las mujeres. No tener opinión no significa mucho. La mayoría de las cosas se aceptan, se observan, gustan o no, simplemente están. Si dudo sobre la identidad sexual de una persona, me siento inseguro, como con cualquier duda, pero lo acepto como algo que no es de mi incumbencia salvo, naturalmente, que tenga algún interés sexual en ella o sea un juez deportivo ante uno de esos extraños casos como el de la corredora surafricana Caster Semenya . Pero no me quiero referir a la atleta sino a una actriz, Antonia San Juan , con la que comparto una homonimia razonable. Aunque escribamos nuestro apellido de forma diferente, ella separado y yo junto, y ella sea Antonia

Men in trees, mujeres y más mujeres

Ayer me tragué una sesión triple de una serie televisiva chick lit, perdón por la insistencia. Su nombre: Men in trees. Me dio tanto pudor la indisimulada mezcla de Doctor en Alaska, Ally MacBeal y Sexo en Nueva York que me puse a buscar en Internet porque no podía haberlo notado yo sólo, lógicamente. Encontré este artículo escrito aparentemente por una mujer (ya se sabe que esto de las identidades en la red...) y apenas puedo decir mucho más al respecto, salvo que a mí sí me gustaban las aventuras mágicas de Cicely (Northern Exposure, 1990-1995). Teniendo en cuenta que el inicio de la serie es 2006 (su emisión en USA duró hasta 2008 con 36 capítulos en total), parece que ese año se tocó techo con el fenómeno de productos para mujeres consumistas en busca de hombre. Habría que hacer toda una investigación de campo para comprobar si el ciclo de vida del género está en su fase de crecimiento, de madurez o de declive. Estos días estoy leyendo varias referencias de la obra de Loren Ghigli

Enamorarnos como perras, jo tía

Me han dicho de todo menos bonito, pero principalmente "desinformao". Cómo es posible que no me haya enterado de que existía el fenómeno "chick lit", la literatura "jo-tía", las películas "chick flicks" (ya lo eran Cuatro bodas y un funeral , 1993; Notting Hill , 1999, y yo sin darme cuenta), además de toda la retahíla de Bajo el sol de Toscana , 2003; En sus zapatos , 2005; The Holiday , Separados y El Diablo viste de Prada , 2006. La Aniston, Cameron Díaz, o Hugh Grant son actores que aparecen hasta en la sopa. Las estanterías de las librerías y quioscos hace años que tienen zonas rosas y no necesariamente gays (¿no has leído Sabrina: 1, el mundo: 0?, ¿ni lo conoces siquiera? ¿Los dibujos de Jordi Labanda no te recordaban a nada?, ¿y qué creías que era Maitena?). Ayer mismo veía una promo de un canal de televisión que decía algo así como "el día que dejemos de enamorarnos como perras, nos aburriremos como ostras". ¿Y el éxito de

Chick lit, sólo para mujeres

Tengo la sensación desde hace unos años de que el mundo femenino está revuelto. Reconozco que las mujeres son uno de mis temas preferidos. Siempre lo han sido en términos generales, me gustan, las trato de entender, dimito, me siguen gustando, las odio, las adoro. Pero en los digamos últimos diez o quince años se han convertido para mí (ya sé que para mucha más gente también, claro) en tema de estudio. No sólo desde la famosa perspectiva de "género", sino también desde la del mercado. Empecé por observar los anuncios tipo Siemens , en los que si un marido no sabía cocinar se lo llevaban detenido. Después, los que aparecían hombres objetos devorados por mujeres Scotcht-Brite . Aquella iniciativa de Volvo de mujeres diseñando un coche para mujeres . Sex and the City , Bridget Jones , El Diablo se viste de Prada , Confesiones de una compradora compulsiva (Confessions of a Shopaholic) y docenas de productos audiovisuales que no sólo presentan a una mujer moderna, sino también a