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Lo peor para la salud mental

  Estar obsesionado por tu salud mental es malo para tu salud mental. Lo escuché en un programa de humor y me reí. Pero después comprobé que no exageraba. Según un informe de Fundamed, casi el 10% de españoles tienen un diagnóstico de depresión. Seis millones se automedican ansiolíticos, ¡la mayoría aconsejados por influencers!. Cada día se toman casi cinco millones de psicofármacos en España. Desde el año 2000 el consumo de antidepresivos ha aumentado un 249%. La mitad de los españoles dicen que se encuentran mal emocionalmente. Ocurre en todo el mundo desarrollado. Italianos y británicos están incluso más desanimados. Y quienes peor lo llevan son las mujeres de 45 a 54 años. Somos tan infelices que en TikTok circulan tests de autodiagnóstico para saber si tienes problemas mentales. Y en la Politécnica de Madrid ya detectan la depresión con inteligencia artificial. Lo que le faltaba a los adolescentes, a entrenadores del machine learning y a programadores informáticos. Sí, hubo una pa

Ramas, áreas, ámbitos y campos universitarios

  Disculpen que insista en la obsesión normativa de la Universidad española. Hace una semana hablaba de la diarrea de leyes universitarias de todos los gobiernos, menos el de Rajoy, pero no tenía espacio para comentar un proyecto de real decreto que vuelve a jugar con las palabras. Así, lo que antes era rama, área y últimamente ámbito de conocimiento, se propone convertir en campo. Parecen trileros del lenguaje. A ver si soy capaz de explicarlo. Hasta hace dos días, los títulos universitarios pertenecían a una de las cinco ramas de conocimiento: Ingeniería y Arquitectura, Artes y Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas, Ciencias de la Salud y Ciencias. Y los profesores se encuadraban en 190 áreas de conocimiento agrupadas en Departamentos como cada Universidad convenía. Con un real decreto de 2021, las cinco ramas pasaron a ser 32 ámbitos. Los que al ministro Castells se le ocurrieron (imagino que con ayuda e influencias varias, siempre interesadas). En 2023 llegó la LOSU de Subirat

Y ahora opinando en El Ideal Gallego (como antes)

Hace cinco años me liaron en la SER para participar opinando en audiotuits y tertulias (y ahí sigo con compañeros como Luis Paz, Marta Otero y Paola Feal). Ahora me han liado con una columna en prensa local, en  El Ideal Gallego , un periódico de A Coruña en el que trabajé en los años 90. La sección, que se publica los viernes, se llama "Por amor al arte". Al margen de la razón obvia, tiene también el sentido de darle a la columna de vez en cuando una orientación hacia el cine. Seguramente no será lo más frecuente, porque la cabra tira al monte y antes que profesor de comunicación audiovisual soy periodista. Pero lo intentaré. Del mismo modo que intentaré introducir siempre algún dato que justifique la opinión, por lo demás tan personal y rebatible como todas...  Por eso he retomado hoy el blog, ya más como repositorio anticuado (creo que esto ya lo decía hablando de reconectar con el periodismo). Así que si aún andáis por ahí, un saludo de un viejo conocido. Y si me encuentr

Universidad: de 190 áreas a 32 ámbitos (equivocados)

En la Universidad española existe un catálogo de 190 áreas de conocimiento, trasnochado pero aún vigente, a donde adscriben a un profesor cuando gana una plaza. Si cuando había un catálogo de titulaciones limitado era muy poco práctico, ahora que hay casi  600 denominaciones de títulos universitarios diferentes  es sencillamente una ridiculez. Lo malo es que las materias de los casi 3.000 grados universitarios que se reparten esos casi 600 nombres se asignan a áreas de conocimiento. No a los profesores que saben de la materia. A las áreas. Si hay suerte, te toca como profesor de periodismo un periodista, de publicidad un publicista, pero también te puede dar marketing un economista, un sociólogo o un informático. En mi Facultad hay profesores en el área de conocimiento de Cartografía, Geodesia y Fotogrametría que son arquitectos, informáticos y graduados en Bellas Artes. Imparten materias como animación, videojuegos o efectos especiales. Profesores del área de Computación que enseñan a

Cambio horario: a quien madruga... le salen ojeras

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Esta noche cambió el horario oficial. Decían hace un tiempo que iban a abandonar la costumbre, pero ya saben que la cosa se pospone al menos hasta el 26. Llaman la atención las discusiones que provoca el asunto. Más si cabe en las zonas más orientales y occidentales del país, las más afectadas por el reloj respecto al sol. No importa la especialidad profesional del opinante, ya sea sociólogo o astrofísico, economista o sanitario, porque desde una perspectiva profesional todo el mundo admite la importancia del sol (los gallegos comen más tarde que los de Baleares si nos fiamos del reloj pero exactamente en el mismo momento solar). Lo que sí importa es que la persona que emite su opinión sea madrugador (alondra) o noctámbulo (búho), o feliz cumplidor de las normas sociales (sistémico) o empeñado en ensalzar la libertad individual (empático). Y sobre todo orgulloso de ser cualquiera de estas cosas. Los husos horarios, esos que insisten en que Barcelona y Londres deberían tener la misma

Comunicación, marketing...o lo que sea

Esto debe ser difícil de explicar. O de entender. En todo caso provoca una cierta frustración. Acabo de ver al enésimo ex alumno de Comunicación que dice en su Linkedin que se dedica al Marketing. Lo cual no sería mala cosa si no fuera porque todo lo que asegura hacer es una actividad de Comunicación, propia de un graduado en esa disciplina: redes sociales, webs, relaciones con los medios, creación de contenidos escritos y audiovisuales, relaciones con clientes y proveedores e incluso creación de acciones de responsabilidad social corporativa.  Pero no sé por qué extraña razón a eso le llaman marketing. Cierto que esta clase de comunicación puede encuadrarse dentro del marketing, pero no realizan ni una sola investigación mercados, ni de posicionamiento de producto, ni de política de precios o distribución, logística,  control de resultados, ni de estrategia respecto a la competencia, de análisis de macroentorno, etc, etc... "Solo" se centran en cuestiones de comunicación (

El laberinto legal universitario

  En España se han promulgado medio millón de leyes desde la instauración de la democracia. Un afán legislador causado con frecuencia por el adanismo y el ardor guerrero de cada nuevo gobernante. Afecta a casi todos los ámbitos. Los más comentados son el penal y el educativo. Aunque dentro de este último casi siempre se habla más de la educación obligatoria que de la superior.  Así que permítanme compartir mi perspectiva desde los sectores que mejor conozco. Llevo más de 20 años como profesor universitario, después de ejercer el periodismo las dos décadas anteriores. En el campo periodístico, desde la Constitución solo se ha regulado la cláusula de conciencia en 1997. Incluso partes de la ley de prensa de Fraga de 1966 siguen en vigor. Algo excepcional. Por el contrario, en la Universidad ya he vivido cinco leyes: la franquista (que llegó a los noventa), la de González, la de Aznar, la de Zapatero, y ahora la de Sánchez. De los reglamentos y las normas autonómicas y locales ni les cuen