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Mostrando entradas de mayo, 2009

El adelanto de Cebrián

Acabo de leer un capítulo en El País del nuevo libro de Juan Luis Cebrián, autor al que no he admirado nunca, para qué mentir, al contrario de lo que me provoca como directivo de periódicos: un profundísimo respeto, sobre todo por su éxito, claro. Sus reflexiones sobre el periodismo en general siempre se me han quedado cortas, o me han llegado tarde. Quiero decir, no me dicen nada nuevo, me parecen resúmenes globales de situaciones obvias, naturalmente no conocidas por todos, pero sí por cualquier profesional con cierta experiencia. Me ocurrió algo parecido con La Red (1998), la obra en la que ahora dice Cebrián que anunciaba lo que iba a pasar. Hombre, lo anunciaba con cierto retraso, de hecho años de retraso. En realidad era un simple ensayo divulgativo de lo que estaba ocurriendo con Internet desde hacía tiempo y que muchos autores venían publicando sin parar en los cinco años anteriores. Con el adelanto de El pianista en el burde l que publica El País me ha ocurrido lo mismo. Un re

Si leo las noticias cantando, me forro

Mi operador de Adsl es Teléfonica. Me ofrece música gratis durante un año, utilizable en tres ordenadores, y con fecha de caducidad. Es decir, al parecer la música que me descargue ahora dejará de sonar si no se paga la suscripción al servicio. Bueno, la tarifa es de casi siete euros mensuales. No me parece barato. Tampoco demasiado caro, si lo usase. No me creerán, pero nunca he descargado música ni películas piratas. Una mezcla de principios y pereza. El precio de iTunes es razonable, 0,99€ canción. Pero tampoco lo he usado. Y hoy, cuando me ha llegado la oferta de Telefónica, me he dado cuenta que casi con toda seguridad tampoco recurriré al servicio. ¿Por qué?, me he preguntado. Pues por algo muy parecido a lo que ocurre con la información: tengo demasiada. La SGAE, que en principio tiene toda la razón, me levantó sarpullidos el día que entró en la consulta de un médico amigo y le quiso cobrar por la radio. No la usaba en la sala de espera para poner música, sino en su despacho par

Ayudas al cine

Las subvenciones cinematográficas no son demasiado populares. Más aún desde que González Sinde, con su merecida imagen en Internet, es ministra de Cultura e incrementa la partida presupuestaria que ayuda a la distribución de las películas comunitarias. A pesar de lo malas que son. La mayoría. Con o sin crisis,  las industrias culturales, todas pero especialmente el cine, necesitan la subvención de los gobiernos europeos para poder enfrentarse al dominio norteamericano. De lo contrario, se quedarían sin posibilidad alguna de exhibición. Claro que esto se puede discutir, pero lo importante no radica tanto en la existencia de las ayudas, y menos aún cuando hasta los banqueros las reciben, como en que provocan una atomización de la producción. Y se produce basura. Existen cuatro grandes industrias mundiales de cine ( ScreenDigest ). Tres son rentables: La India, que con su Bollywood produce más de mil películas anuales con un presupuesto medio de un millón de dólares.    Nigeria, el ll

Cuánto deben cobrar los periodistas

Robert Picard afirma que los periodistas deben cobrar poco  y explica que esencialmente su trabajo aporta poco valor. Puede estar tranquilo, hace mucho que los periodistas cobran poco, al menos en España, por eso sorprenden artículos como el de Jeff Jarvis, leído en 233grados.com , en el que afirma que se han acabado los tiempos en que el periodismo era un gran negocio y los periodistas habían creado una burbuja de la información. Confunden el sector con "los famosos" del sector o con los grandes medios nacionales e internacionales. Los profesionales sabemos mucho de esa brutal imprecisión. Es como hablar de la burbuja del fútbol a un jugador de regional preferente. Algunos periodistas se han beneficiado del star-system, especialmente en televisión y radio. Aportan a sus medios lo mismo que Brad Pitt a la taquilla de una película. Lo mismo que Beckham a la venta de camisetas. Sin duda cobran una barbaridad, pero es que les ha tocado la lotería. Otros ganan una miseria, como

Tiene usted razón (3)

¿Y a usted qué le parece que la cocina del yonqui que ha salido en ese programa de reportajes callejeros sea bastante parecida a la suya? Quiero decir, o él tiene una cocina demasiado buena para su salud, sus ingresos y su aspecto, o la suya, o la mía, es demasiado mala.  Vale que el conductor del autobús tenga mejor coche que yo; que el encofrador me triplique el sueldo incluso con crisis de la construcción; que por reparar una cubierta, es decir, un tejado, en un día de trabajo me quieran cobrar mi salario mensual; que por una antena de televisión para la TDT, colocada en hora y media me hayan tratado de clavar 700 euros; que un cerrajero me lleve 150 por abrirme la puerta en 10 segundos (ok, más desplazamiento, que debe venir con chófer); o que por 2o metros de gres instalado la broma salga por 4.000. Vale. Estoy acostumbrado a que me miren como si fuera un señorito pringao que, después de estudiar hasta una carrera y un MBA, dirigir empresas, eso sí, de pura supervivencia mercantil

Debates 1.0

Los debates electorales televisados se han quedado más anticuados que la radio de galena. Políticos aburridos, asuntos alejados tanto del interés como de lo importante, se mezclan con el impresentable intervencionismo de los partidos en la realización audiovisual, los tiempos de la palabra e incluso el decorado. Lo mismo ocurre en las televisiones públicas con la escaleta de los telediarios, donde se obliga a dedicar determinados minutos por partido independientemente de que exista o no noticia. Parece mentira que esta política sea fruto de los asesores de imagen y comunicación, si no fuera porque muchos están tan anticuados como los asesorados. Esa época de la televisión se acabó hace muchos años, cuando no había alternativas, no ya al canal hegemónico, sino a la misma televisión.  Como no se les ocurran nuevos formatos, con la participación de la gente, con libertad para que el profesional del periodismo y de la realización maneje los ritmos, estos debates no los van a ver ni los pro

Blogs, dossieres de prensa e influencia

Recuerdo que hace algunos años un político experimentado me dijo : cuando te traen el dossier de prensa, llega un momento en que no distingues el periódico más importante de la hoja parroquial, no sabes si es el más influyente, el que más se lee o el que regalan, simplemente te molesta si hablan mal de ti . En el dossier todas las fotocopias son iguales y todas las vanidades de los políticos también. En Internet se habla la influencia como cuando se habla de OJD  o de EGM en los diarios españoles, pensando en audiencias o ejemplares. Pero, lo mismo que con el dossier que lo iguala todo, el soporte digital hace tabla rasa. Y como el proceso vírico de la influencia es algo muy difícil de establecer y controlar, el principal escalón que le queda a los periódicos digitales o a los blogueros es llegar a los dossieres de prensa de los que mandan e influyen, esos sí que sin ninguna duda, no sólo en la sociedad sino concretamente en las procelosas arcas publicitarias. Creo que era Nipho, el co

Tiene usted razón (2)

Leí en una revista femenina el correo electrónico de una mujer que tenía como deseo ser una televisión. Argumentaba que de ese modo su familia le prestaría atención e incluso se reunirían a su alrededor, su marido le haría caso cuando llegaba cansado del trabajo, su hijo adolescente la buscaría cuando estuviese aburrido, si sufriese algún desperfecto o se averiase, la reparación sería lo más urgente del mundo. La mujer no deseaba sólo que la quisieran, de hecho no se quejaba de ello, sólo quería que le prestasen atención. Desde siempre se nos ha dicho que lo más importante de la vida es la salud, después el dinero y por último el amor. Con estas tres cosas esenciales deberíamos ser felices. Pero no funciona así. La salud, sin duda lo más esencial, es lo mínimo, necesario pero no suficiente. El dinero es el medio, necesario y puede que suficiente para lo que nosotros precisemos, aunque si tenemos lo justo tenemos miedo y si tenemos mucho más también. Y el amor, ay, el amor es maravillo

Despedida de un decano

Nota previa: el texto que sigue es un extracto escrito hace dos meses cuando abandoné el cargo de decano de mi facultad. Lo publico ahora y seguro que me arrepentiré. En los últimos seis años de vida profesional, el proyecto que ha ocupado mi tiempo ha sido la puesta en marcha de la Facultad de Ciencias da Comunicación de la Universidade da Coruñ a. La titulación que imparte, la Licenciatura en Comunicación Audiovisua l, nació a medias, como por la puerta de atrás, como un segundo ciclo de dos años cuando ya se sabía que Bolonia sustituiría este sistema por los Grados de cuatro. El gobierno autonómico aprobó su inclusión en el mapa gallego de titulaciones en una especie de café para todos: si se daba en A Coruña había que ofrecerla también en Santiago y Pontevedra, eso sí, si al norte era un segundo ciclo, al sur era un título compartido pero completo. También se sabía que Bolonia iba a acabar con esa particular argucia. Las titulaciones de Comunicación se implantaron en Galicia con u

Mítines y cámaras de televisión

El desplome de una grúa de televisión sobre los asistentes a un mitin de Zapatero en Murcia me ha recordado el tema del control de la información por parte de los partidos. Desconozco si este es el caso, pero desde hace unos años los partidos mayoritarios han decidido no dejar entrar a las cámaras de las televisiones, realizar ellos mismos la toma de imágenes y distribuirlas, incluso en directo, a los distintos canales. Espero que también tengan el seguro de responsabilidad civil en regla para casos como el citado de Murcia. Al margen del incidente, resulta preocupante como se aceptan estas reglas del juego informativo. La docilidad con la que se actúa desde los medios convencionales afecta no sólo a los públicos, obligados en definitiva por quienes los controlan, sino también a los privados. Y se extiende a cuestiones deportivas, a convocatorias para una declaración sin derecho a preguntas, o a la publicación "inevitable" de determinadas notas de prensa. Confío en que la pro

Éxitos y efectos de campañas virales

Marketing es producir lo que se vende, no vender lo que se produce. Este viejo aforismo comercial viene al pelo cuando se trata de Internet y de Comunicación en general.   La estrategia del PSOE de utilizar la red en la campaña de las europeas se ha anotado su primer éxito: colocar uno de sus vídeos en el ranking de  Viral Video Chart,  una web donde se informa de los vídeos que se "blogguean" más, es decir, los que más se enlazan en todo tipo de blogs. Al igual que ocurre con los vídeos más vistos de YouTube, no es que sea un dato para presumir sobre la calidad, pero sí sobre el interés. Los partidos políticos, como las empresas, recurren con frecuencia al marketing y a la comunicación para colocar su producto. Y a veces coincide con lo que quiere el mercado. Por eso parece que saben lo que hacen.  Pero el éxito en Internet responde con frecuencia al trazo grueso: algo puede ser muy visto por malo, porque las técnicas virales han funcionado, porque los apasionados son muy ac

Se buscan comunicadores multimedia

Comienza la campaña de las europeas (dios mío, la gente no habla de otra cosa en todas partes, jajaja) y una de las grandes obsesiones es el uso de la red. Si Obama lo hizo, por qué no los políticos españoles. Ya hubo muchos intentos en comicios anteriores, que si Second Life (qué habrá pasado con eso), que si Facebook, que si plataformas de tv con vídeos de todo tipo, que si creación de anuncios para que desde Youtube la comuniación viral lo haga todo.... Gurús al margen, ministras jóvenes al margen y políticos que se las dan de modernos al margen, la realidad de una campaña electoral es mucho más cutre de lo que uno podría imaginarse, así que lo de internet se hará a golpe de buena voluntad e ideas felices, gracias a colaboradores incondicionales que saben algo de esto y que todavía no están quemados de trabajar by de face, sin book, por el partido y cachondos auténticos que darán que hablar.  Uno de ellos: Fundescam . Se lanzaron en Twitter siguiendo a 940 españolitos, entre los que

Del caso Rosenberg al caso Swayze

Durante todo el día estuvo circulando el rumor de la muerte de un actor más o menos conocido, Patrick Swayze , protagonista de Dirty Dancing , enfermo de cáncer. La noticia fue divulgada en una emisora de radio local y la red la extendió como un reguero de pólvora. El desmentido no fue tan rápido y, sobre todo, no reparó los posibles perjuicios que, en este caso, se ciñen a un particular y a su entorno.  Es el enésimo ejemplo, ni mucho menos el más importante. El efecto eco instantáneo de Internet provoca consecuencias en la reputación de las personas, en las bolsas, en la psicosis colectiva ante cualquier situación... Hasta aquí nada nuevo, sucede todos los días en un constante progreso gracias a las redes sociales y al periodismo colaborativo.  Pero la credibilidad, sobre todo en caliente, sumada a las nuevas capacidades de extender la noticia boca a boca, teclado a teclado, abre un mundo de posibilidades. Una simple muestra: el caso Rosenberg , el abogado guatemalteco asesinado que

Engendros de Bolonia: ¿Ciencias de la Cultura o Comunicación?

Bolonia es para la Universidad española una oportunidad desaprovechada de antemano. No hay dinero ni voluntad de hacer bien las cosas. Los planes de estudio se elaboran siguiendo los intereses de los departamentos, intereses de supervivencia o de poder, según sean departamentos fuertes o débiles, independientemente de su conexión con la sociedad real y su aportación al conocimiento. Un ejemplo son las propuestas de plan de estudios de las antiguas Humanidades, licenciaturas sin estudiantes que, lejos de reafirmar su razón de ser en la defensa de sus disciplinas, en hacerlas más valiosas, se han ido "de pesca" por otras áreas que tienen más demanda. El nuevo engendro adopta varios nombres, pero uno de los más chuscos es el de "Ciencias da Cultura" de la Universidad de Santiago en el Campus de Lugo. Su plan de estudios no tiene desperdicio: mezcla de Humanidades (Historia, filosofía, antropología, lingüística, geografía, arqueología y literatura, hasta ahí todo correc

Piratas, bloggers y otros "enemigos del periodismo"

Todos los empresarios del sector de contenidos están preguntándose cómo pagar la nómina del próximo mes. Mientras los medios sociales avanzan gracias a personas que viven de otras actividades, sólo unos pocos han logrado rentabilizar directamente su tiempo participando en Web 2.0. Google, las operadoras de telecomunicaciones y alguna que otra gran empresa han reproducido el modelo de poderío centralizado que existe en los mercados no virtuales, pero en realidad su negocio se basa en la tecnología más que en el contenido. Si la audiencia no paga por la información, ésta obedecerá a quien la controle, a quien la difunda para alcanzar sus intereses. Como en la televisión en abierto, controlada por los anunciantes o por los gobiernos; como los periódicos incapaces por definición de vivir del precio de portada, como las películas con taquilla que no sufragan ni un mísero día de rodaje. El proceso es rápido, pero no tanto como para que los periódicos, el gran audiovisual o las discográficas

De Twitter a Wolfram Alpha

Llevo unos días en Twitter . Lo había observado sin registrarme. Es interesante seguir marcas, países, palabras... Sex, por ejemplo, tiene menos movimiento que Love, aunque las razones sean obvias no deja de resultar romántico. El caso es que el uso de Twitter como elemento de promoción comercial o ideológica se ha convertido en apenas tres años en una realidad aunque las sensaciones de eficacia... bueno, para gustos. Uno de sus más recientes triunfos ha sido su contribución a la difusión de Wolfram Alpha , el último intento de buscador en la red con lenguaje natural, por ahora en inglés exclusivamente. Twitter nació como una herramienta para saber qué están haciendo tus amigos en cada momento y ha derivado en un mix de microblogs tanto personales como profesionales o casi. No compite pero casi con Facebook, MySpace, etc. Wolfram Alpha querría heredar a Google, quizá no lo consiga aunque el camino que sigue también lo recorrerá quien lo logre (¿el propio Google?). Mientras tanto es la

Tiene usted razón (I)

Ahora que tiene un momento para leer y nadie adivina sus pensamientos, sincérese: usted es lo más importante para  usted mismo .  Vale, de acuerdo, está bien... volvamos a expresarnos en términos políticamente correctos: lo de antes suena a egoísmo, o a egocentrismo, que no es lo mismo pero es igual. Y usted se considera una persona esencialmente buena, tonta no, buena y rodeada por personas que le importan y en las que piensa constantemente. Pero admita que con frecuencia lo hace en relación a si mismo. Por ejemplo "cómo me ven", "le gustaré o no", "no me entiende", "pero por qué no me obedecerá", "por qué no se le ocurre lo mismo que a mí", "es que si tengo que decírselo...", "se le tiene que ocurrir a él lo que a mi me apetece"... Esto no parece el colmo de la generosidad.  Y qué me dice de ese fascinante placer de observarnos a nosotros mismos. Estamos mirando siempre a los demás, no hay tantos espejos, de ahí el

Empezando

Aunque el título corresponde a un viejo proyecto, empiezo este blog porque estoy enzarzado en un curso de marketing y comunicación digital. Los medios sociales, los influenciadores, los blogueros aficionados y profesionales, las estrategias empresariales y, en último término, quién se encarga de todo esto en las empresas normales cuando deciden que quieren una presencia en la red que vaya más allá de tener una página web y usar el correo electrónico. Empieza hoy, pero lo cierto es que todas estas reflexiones tienen su origen en una tesis que comenzó hace casi catorce años (ojo, también se acabó hace siete). Eran los tiempos de Goya, después Infovía, después Cesatel.... Y una columna diaria firmada a mediados de los noventa ya con un e-mail, donde recibí unas cuantas amenazas de muerte, alabanzas, críticas normales y extrañadas por publicar sin pudor ese dato, por aquel entonces tan minoritario y reservado. Si en los noventa y principios de los dos mil las empresas se preguntaban si deb