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Empiezo a pagar por prensa digital

Pues al final, empiezo a comprar. Han pasado unos días desde mi última entrada en este blog buscando explicaciones sobre mi extraño comportamiento ante los quioscos digitales. Y por pura disciplina "profesional" me he obligado a comprar periódicos y revistas aprovechando ofertas de lanzamiento veraniegas. A diario. Tirando la casa por la ventana: gastando las astronómicas cifras de 0,79 céntimos por ejemplar e incluso 2,30 euros si se trataba de una revista. Hala, será por dinero. Y en efecto, en el caso de las revistas definitivamente prefiero leerlas en el iPad que en papel. Mejores fotos, posibilidades de diseño llamativas y mucha, mucha comodidad. En el caso del papel prensa, aún no he superado la sensación de novedad, me siguen sobrando las interacciones y los "enriquecimientos" de noticias con vídeos que no enriquecen nada o galerías de fotos que tampoco suponen una gran mejora. No puedo compartir el ejemplar con los otros miembros de mi familia, ni lo puedo l

No sé por qué no compro

A pesar de que llevo más de 25 años delante de una pantalla de ordenador, no soy un nativo digital. Mis amigos más "de letras", de esos que siempre piden ayuda con el ordenata o que no quieren aprender nada demasiado nuevo, llevan años vacilándome sobre mis escasos niveles de lectura en papel, que ciertamente he reducido a tres o cuatro novelas al año y una docena de manuales y muy pocos artículos "científicos". El resto ha caído claramente del lado digital. Y desde el iPad , más aún porque estoy descubriendo el placer de las revistas y periódicos en versiones de "pdf enriquecido", muy poco enriquecido, por cierto. Pero aún estoy comprando poco, quizá estoy a punto de lanzarme, pero aún no. Y la verdad es que no sé por qué. La aparición de Orbyt , el próximo lanzamiento de Kiosko y más, o iniciativas tipo Zinio (hay muchas más pero no quiero aburrir) están dirigidas a lectores como yo. Lectores que cuando están leyendo, incluso ojeando, no navegan. Lee

La noche de Sanjuán y de San Juan

Me gustaría decir que esta es mi noche por muchos motivos. Pero sigo asustado por la capacidad de atracción que tiene la actriz Antonia San Juan. Al menos atracción de tráfico hacia este blog. Esta noche, como las últimas diez o doce noches, más de cien personas pasan por esta minúscula parte de Internet porque alguna cadena de televisión emite una serie donde sale la canaria. Así que esta noche es de San Juan por partida doble, triple, si me permiten la vanidad. Y esta entrada me sirve para reflexionar sobre cómo la televisión sigue siendo, pese a quien pese, el gran totem de la comunicación. Puede que la publicidad siga cayendo , pero será una mala idea para la rentabilidad y para el motor de la recuperación económica. De muestra, añado a las montañas de evidencias y datos este humilde botón. Ay, tele y morbo, qué mezcla tan eficaz. Me cago en la leche.

Gente de orden e indignados

Este fin de semana vi un documental en la Noche Temática de la 2, titulado "Verdadero o falso" de Pandorga S.L. y TVE, en el que entre otras cosas un científico llegaba a afirmar que nuestro cerebro se acababa "haciendo" de derechas o de izquierdas. Por pura distorsión de la realidad. La neurociencia tiene estas cosas. Un escáner demuestra que algunas zonas de nuestro coco se activan ante determinados estímulos. Seguramente eso justifica la reacción irreprimible ante una bandera, un equipo de fútbol o una ideología. Ocurre también con el orden. La gente de orden es lo que tiene. Y si usted es gente de orden, le ponen nervioso los perroflautas, prefiere que los sintecho puedan ser retirados por la policía de las vías públicas, se sube por las paredes cada vez que un calzoncillo o una braga asoma por encima de un pantalón, las rastas de esos guarros y, naturalmente, los violentos. En realidad a los violentos no los aguanta ni su madre, pero en cuanto aparecen entre

Prensa en estado crítico

Siguen los despidos, sigue el descenso de la publicidad, siguen los procesos de concentración empresarial, los medios de comunicación, especialmente la prensa y la TDT, se debaten entre el estado de coma, el "no natismo" de muchas teles locales y el recorte inflexible y permanente de los grandes grupos. Nadie atisba soluciones. El jarro de agua fría con The Daily, que alguno encuadra entre los grandes fracasos tecnológicos de lo que va de año, ha ralentizado la apuesta empresarial, que no la de contenidos, para iPad. Y eso a pesar de sus ochocientas mil suscripciones iniciales. ¿Modelo de negocio o calidad de los contenidos tanto desde la perspectiva periodística como técnica? ¿Es irreversible el proceso de no pagar y más irreversible cada día que pasa? Pero si la respuesta es reducir plantillas, ediciones, corresponsales, redactores, producción propia, diferenciación, experiencia ¿cuál será el futuro? Y si todo el mundo entiende que el futuro es inevitablemente el cierre,

Manejando el mando

Esta mañana he estado en una amena charla de Ricardo Vaca . Aconsejaba invertir en Telecinco y Antena 3  porque seguirán llevándose el gato al agua en la publicidad audiovisual. Su visión no era muy optimista acerca de las posibilidades de subsistencia de las cadenas minoritarias, ni qué decir tiene de las cadenas locales. Internet, todavía es una incógnita tan hiperfragmentada que ni siquiera se contempla más allá de un largo parto. Y mencionaba la famosa cita de Antonio Gramsci sobre la crisis: cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer. La testaruda realidad. La resistencia al cambio. Si algo representa a la perfección el actual statu quo, el zeitgeist, sin ninguna duda es la televisión. Y siendo un sector donde todo está siempre en el aire, si me permite la broma, desde los programas hasta los ejecutivos, resulta todo un paradójico espectáculo comprobar cómo se resiste al cambio. Digo televisión pero en realidad me refiero a la audiencia de la televisión y a

Ciudadanos normales

Pues tras las elecciones municipales y autonómicas en España, yo me esperaba más votos para el Partido Popular, sobre todo teniendo en cuenta al PSOE. También me esperaba más votos para Izquierda Unida, y para UPyD. Y, aquí en Galicia, para el BNG. Sobre todo teniendo en cuenta al PSOE. Pero voy a dejar la política al lado un momento. Porque viendo a tanto votante, incluido los blancos y nulos, y viendo tanto hincha futbolero o hincha sin más, me pliego a la normalidad de los ciudadanos normales, los que no acampan, sean o no regulados o prejubilados o les rebajen el sueldo, personas realistas que disfrutan viendo descabalgar al que manda o subir al aspirante, a veces cándido candidato, que no creen en las revoluciones ni en las reformas, ni siquiera en los productos financieros que contratan. Sólo van al bar o a la grada y van tirando, aunque sea tirando para abajo. Lo malo de la normalidad es que no cambia el modelo productivo de un país, sino que se acostumbra morosa al recorte en

Indignados

Manifestaciones, concentraciones, acampadas... la "spanishrevolution", unos cientos, unos miles, quizá lleguen a cientos de miles, ¿millones? A veces estas movilizaciones consiguen milagros. Pocos milagros. Pocas veces. Pero si no existen, nunca ocurren. Personalmente preferiría que todos lo que piensan o pensamos que los políticos mayoritarios no nos representan votasen a otros, a los minoritarios, o creásemos nuevos partidos, nuevos movimientos que salten al ruedo de las urnas, sin abstención, sin voto nulo, o incluso que se asalten los propios partidos mayoritarios, inundándolos de nuevos afiliados y provocando mecanismos de democracia interna, desde las juntas locales hasta los congresos nacionales. Preferiría, en definitiva, que la gente volviera a la política, no sólo a la calle. Y que la Democracia Real Ya se ejerciese por convencimiento individual de que tenemos poder, al menos un cierto poder. Nos han dicho desde siempre que la conciencia política depende de la for

Comunicación milagrosa

Compré una cámara de fotos por 350€. Si tuve que pagar el 18% de IVA, ¿cuál fue el coste total? Este es el enunciado de un ejercicio de Matemáticas de primer curso de Secundaria. ¿Cómo respondería usted? Mi intención inicial fue buscar el truco. Porque la única respuesta que se me ocurría era... 350€. Mi hijo me aclaró que no, que se trataba de sumarle el IVA. No había que calcular la base imponible, ni era un juego de palabras sobre el concepto de coste. Sencillamente el profesor se explica mal y los alumnos (al menos algunos) le entienden. Inaudito, pero muy representativo de los milagros de la comunicación. Ayer recibí una comunicación de mi Universidad sobre el reparto de las clases para el próximo año. También era milagrosa. Hablaba de las reducciones de docencia por distintos conceptos utilizando el famoso crédito europeo (ECTS) como unidad de medida, pero para rellenar el impreso había que utilizar la hora como unidad de medida. ¿Cuántas horas son un crédito?, antes era fáci

Cómo ir vestida a la oficina

Si fuera serio, hoy estaría hablando de Zapatero, o incluso de mi antiguo compañero y jefe,  José Luis Gómez, que ha dejado la dirección del Xornal Diario, o de también compañero y jefe Bieito Rubido, actual director de ABC, y su acoso en PRnoticias... Salvando las distancias, han sido tres nombres que mis lecturas en redes sociales este fin de semana no han podido evitar. Pensaba yo por enésima vez en lo rápido que los columnistas, tertulianos, blogueros, tuiteros, foreros y demás opinadores dejamos nuestra huella tanto con personajes que pasarán a la historia, como un presidente de Gobierno, como con profesionales más o menos conocidos o anónimos tales como directores de periódicos. Pero si titulo un comentario sobre ellos con una frase simbólica, ningún buscador lo encontraría. Si lo hago con Zapatero, se perdería en el marasmo del trending topic o tema del momento. Y si titulo con Gómez o Rubido, seguramente sólo aparecía esta entrada ante los colegas más o menos ansiosos de cotil

La nueva FP y otras propuestas

Cada vez me gusta más la idea de un amigo sobre la necesidad de elevar la edad de acceso a la universidad. Como profesor de enseñanzas medias, me aseguraba que era un disparate pretender una educación obligatoria hasta los 18 pero al mismo tiempo le parecía un desperdicio sentar a estudiantes de esa edad en un aula magna. El problema es que los niños crecen muy rápido, pero la adolescencia se ha alargado como mínimo hasta los 20 años o más. De modo que su propuesta consiste en ampliar hasta los catorce la primaria y fundir entre los 14 y los 20 años la secundaria, el bachillerato y formación profesional con un título (mixto) cada dos años. La formación universitaria se podría cursar entre los 20 y los 26, con otros tres niveles o ciclos, cada uno también con su propia titulación. Lo sé. Otra propuesta más. Quizá tan válida como cualquier otra, con el inconveniente de la homologación con Europa. Pero piensen en algunas ventajas: -Una de las grandes preocupaciones actuales es la &quo