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Jefes de prensa a la antigua

Aunque estoy de vacaciones y prácticamente no me entero de nada de lo que está pasando, ayer me encontré con este vídeo que ha despertado bastante polémica en España, al menos en los corrillos periodísticos. En esta vulgar historia cotidiana, lo único nuevo es que se ha grabado, que se ha emitido por televisión (la pública ¡guau!) y que se ha rebotado en YouTube. Por lo demás, la vieja historia de siempre. Un jefe de prensa que se cree algo porque el medio es público y el gobierno lo controla, o porque es privado y el gobierno le da campañas de publicidad y convenios de difusión. Un jefe de prensa que no escucha y que ataca en lo personal, me voy a enterar de quién eres, voy a por tí, etc. Y a veces, que no sé si es el caso, un periodista un poco toca webs, que no respeta lo que debería respetar, no por hacer bien su trabajo, sino por, eso, tocarlos. No es motivo por el que interrumpir las vacaciones, ya. Hombre, escribir en el blog no es precisamente un trabajo, y a veces se dejan pas

Lo importante es ganar dinero

De acuerdo, macho. Aquí lo importante es ganar dinero y lo demás son mariconadas. A veces hay que hacer concesiones. Tanto si su negocio es una tienda o un bar como una empresa de ingeniería, pues noséquién le dice que el ambiente debe ser agradable y ya le empiezan a tocar los "güebos" con lo de los muebles, la luz, la decoración, el diseño ... Después viene eso del logotipo de las narices, un puñetero dibujo al que ahora le llaman imagen corporativa, que si imagotipo, que si anagrama, que si personalidad pública, que si branding ... pero si tiene al sobrino de un amigo que dibuja muy bien y está estudiando noséqué, le da unos euros y punto, y es que además los hace bonitos el condenado, y además ahora con los ordenadores, que tardan dos minutos, hombre. Luego que si el marketing , ya colega, vender, eso sí, lo del marketing es una manera fina de decirlo, pero se trata de lo de siempre, a usted se lo van a decir, que sabe lo que hay que fabricar y cómo se vende y punto. Adem

Vacaciones

Como profesor, todo el mundo cree que en cuanto concluyen las clases empiezo las vacaciones. Lo cierto es que al cabo del año las clases me ocupan como mucho un tercio de mi tiempo laboral. Y por distintos motivos casi nunca puedo cogerme un mes completo de descanso. No me quejo, sigo siendo un privilegiado, tengo libres casi todos los fines de semana y festivos, y mis horarios entran dentro de la normalidad, no como cuando trabajaba como periodista. Pero desde hace unos años el concepto de vacaciones está en crisis. Hay relativamente pocas profesiones que tengan un régimen de trabajo similar a la prensa . Durante años estuve dándole a la tecla de lunes a viernes, pero al viernes de la semana siguiente, es decir doce días seguidos para poder librar un sábado y domingo de corrido. Los festivos se recuperaban sumando días a las vacaciones, de modo que juntabas hasta 45 días de descanso. Nunca podías cogerlos de golpe, claro, de hecho poco a poco se fue perdiendo la posibilidad de tomarse

Men in trees, mujeres y más mujeres

Ayer me tragué una sesión triple de una serie televisiva chick lit, perdón por la insistencia. Su nombre: Men in trees. Me dio tanto pudor la indisimulada mezcla de Doctor en Alaska, Ally MacBeal y Sexo en Nueva York que me puse a buscar en Internet porque no podía haberlo notado yo sólo, lógicamente. Encontré este artículo escrito aparentemente por una mujer (ya se sabe que esto de las identidades en la red...) y apenas puedo decir mucho más al respecto, salvo que a mí sí me gustaban las aventuras mágicas de Cicely (Northern Exposure, 1990-1995). Teniendo en cuenta que el inicio de la serie es 2006 (su emisión en USA duró hasta 2008 con 36 capítulos en total), parece que ese año se tocó techo con el fenómeno de productos para mujeres consumistas en busca de hombre. Habría que hacer toda una investigación de campo para comprobar si el ciclo de vida del género está en su fase de crecimiento, de madurez o de declive. Estos días estoy leyendo varias referencias de la obra de Loren Ghigli

Los medios y el imaginario social

Un viejo debate en los medios de comunicación social, periodísticos y artísticos, como el cine, se produce entre quienes consideran que construyen el imaginario social o quienes sostienen que se limitan a reflejarlo. Como seguramente ambas posturas tienen parte de razón, resulta mucho más interesante analizar en los medios de consumo, los que necesitan audiencia, venta o taquilla, si se pliegan a ese imaginario con la intención de reforzarlo o de transformarlo desde dentro. Por ejemplo, sin entrar en los matices de estereotipo, arquetipo y demás: qué hacemos los medios con cuestiones como los padres, los profesores y los niños; qué hacemos con las mujeres y los hombres, los ancianos y los jóvenes, la velocidad, la diversión, el éxito, los valores, la felicidad... Existen algunos tópicos: la violencia, el machismo, el sexo, el consumismo... Siempre que queramos realizar una investigación para demostrar su presencia excesiva lo conseguiremos sin demasiado esfuerzo y confirmaremos el prej

Trends en la red y periodismo convencional

Seguramente lo hemos hecho siempre, los periodistas, quiero decir. Me refiero a morder una presa y estar ahí enganchados hasta que la presa cae o nos arrancan los dientes. Todos los veranos hay serpientes, temas idiotas y ligeros que utilizamos para llenar. Apostaría a que desde el mismo instante en que un contador de historias descubrió la reacción de horror en la audiencia ante su relato, a un periodista que pasaba por allí (si no era él mismo) se le ocurrió que el miedo era negocio. Quizá los había más rentables, pero provocar miedo fascina, te proporciona una curiosa sensación de poder. Así que morder una presa que provoque miedo en verano es una perita en dulce. La de este año es la gripe A. Pero como el mundo de la comunicación está cambiando y la actualidad no sólo la marcamos los periodistas, aunque muchos se empeñen en creerlo, y las personas en Internet dejan huella de los temas que les interesan, resulta que las primeras páginas de los periódicos o las noticias de entrada de

Enamorarnos como perras, jo tía

Me han dicho de todo menos bonito, pero principalmente "desinformao". Cómo es posible que no me haya enterado de que existía el fenómeno "chick lit", la literatura "jo-tía", las películas "chick flicks" (ya lo eran Cuatro bodas y un funeral , 1993; Notting Hill , 1999, y yo sin darme cuenta), además de toda la retahíla de Bajo el sol de Toscana , 2003; En sus zapatos , 2005; The Holiday , Separados y El Diablo viste de Prada , 2006. La Aniston, Cameron Díaz, o Hugh Grant son actores que aparecen hasta en la sopa. Las estanterías de las librerías y quioscos hace años que tienen zonas rosas y no necesariamente gays (¿no has leído Sabrina: 1, el mundo: 0?, ¿ni lo conoces siquiera? ¿Los dibujos de Jordi Labanda no te recordaban a nada?, ¿y qué creías que era Maitena?). Ayer mismo veía una promo de un canal de televisión que decía algo así como "el día que dejemos de enamorarnos como perras, nos aburriremos como ostras". ¿Y el éxito de

Chick lit, sólo para mujeres

Tengo la sensación desde hace unos años de que el mundo femenino está revuelto. Reconozco que las mujeres son uno de mis temas preferidos. Siempre lo han sido en términos generales, me gustan, las trato de entender, dimito, me siguen gustando, las odio, las adoro. Pero en los digamos últimos diez o quince años se han convertido para mí (ya sé que para mucha más gente también, claro) en tema de estudio. No sólo desde la famosa perspectiva de "género", sino también desde la del mercado. Empecé por observar los anuncios tipo Siemens , en los que si un marido no sabía cocinar se lo llevaban detenido. Después, los que aparecían hombres objetos devorados por mujeres Scotcht-Brite . Aquella iniciativa de Volvo de mujeres diseñando un coche para mujeres . Sex and the City , Bridget Jones , El Diablo se viste de Prada , Confesiones de una compradora compulsiva (Confessions of a Shopaholic) y docenas de productos audiovisuales que no sólo presentan a una mujer moderna, sino también a

Educación

Esta semana he tenido dos sustos en la moto. Sí, ya sé, muchos ustedes dirán que andar en moto es una irresponsabilidad, arriesgadísimo, que estamos locos. Lo dicen los fumadores y hasta los que andan por ahí sin condón. Y muchas personas prudentes, también. Yo lo asumo. Los dos sustos que he tenido han sido porque sendos coches se incorporaron a la carretera sin mirar. No es que no me vieran, es que yo sí vi cómo ellos no miraban. En ese momento deseas ir en tanque. Sólo fueron sustos, porque yo iba lo suficientemente despacio. En un caso pude frenar, en el otro sólo pude esquivar. Hubo suerte. Un coche lo llevaba un macarra acompañado de otro que me miró con cara a medio camino entre el descerebre , el falso desprecio y una pizca de miedo. El otro, un padre de familia algo mayor o un abuelo joven, con chaval de diez o doce años a bordo. Me dedicó un dedo corazón y por su boca saltaban espumarajos. Y me acordé, aunque ya tiene dos años, de este anuncio.

Gurús

Siempre he envidiado a los gurús, esas personas tremendamente creativas que, aunque hayan recibido formación de lo más aburrida, son verdaderos maestros en el arte de contar historias, auténticos literatos de la economía, fabuladores de la tecnología, poetas del management, juglares del coaching. Reinventan una y otra vez los mismos conceptos, pero los adornan de palabras vagas que aparentan la mágica precisión de estar en el secreto. Venden libros de quesos, pescados, buenasuertes, ninjas, te explican los cinco o seis pilares de la autoestima, de la excelencia, de la gestión del tiempo, del éxito, todo el clave de moraleja, parábola, cuento revelador. Son divulgativos, caros encantadores de serpientes ricas o con exceso de vanidad y tesorería, con una gran capacidad de seducción, y si son feos, bajitos y gordos mejor, porque te hacen sentir que tú eres más guapo, alto y delgado. No sólo me refiero a los de nueva hornada, ni a los muy populares, me refiero sobre todo a esos que han ase

La formación europea en animación

No todo en la animación es Disney-Pixar, Dreamworks, Sony o los japoneses. Europa está haciendo un esfuerzo brutal por ponerse a la altura en términos de mercado. España (con Galicia a la cabeza) lleva años haciendo esta apuesta. Los próximos estrenos de Holy Night? de Dygra y Planet 51 de Ilion demostrarán una vez más el nivel alcanzado. Pero al margen de las iniciativas empresariales, quisiera hacer mención aquí del esfuerzo que se está realizando en las escuelas. Y en este terreno hay que admitir que Francia y Alemania están llegando a niveles fuera de lo común. Incluso habría que añadir que en el caso alemán el esfuerzo estratégico respecto a todo el audiovisual está dando unos frutos juveniles que en muy pocos años revolucionarán el sector, estoy seguro. Como muestra un botón: en la última edición de Mundos Digitales el premio especial del público fue para Mon ami Charly. Pero es que en general el nivel del certamen sube cada año entre otras cosas gracias a escuelas como ESMA , d