Blogs de empresas contra medios
Que los periodistas recibamos algo de nuestro propia medicina no es del todo malo. Es una experiencia por la que deberían pasar todos los aspirantes a ejercer la profesión. Ver tu cara en una portada bajo un titular acusador, leer tu nombre en una columna sádica o burlona, que digan de ti verdades calumniosas del estilo de "ayer no se drogó, ¿no?". Durante un tiempo yo usé la "broma" en clase; los alumnos se veían a si mismos en la pantalla o en el papel tratados con demagogia, imprecisión (no hacía falta si quiera que fuera malintencionada), protagonizando "noticias" capciosas o recibiendo abiertamente calumnias exageradísimas que provocaban la risa de toda la clase, aunque al estudiante en cuestión se congelaba la sonrisa... Así aprendemos que la herramienta que manejamos tiene una enorme capacidad para hacer daño. Social y, sobre todo, íntimamente. Pero lo que ha hecho la petrolera brasileña Petrobras con su blog aporta un grado de perversión que, con